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19 consejos para vivir la mejor experiencia como pasajero arriba de un avión

19 consejos para vivir la mejor experiencia como pasajero arriba de un avión

Subirse a una aeronave es una experiencia estimulante y emocionante, pero a medida que pasan las horas, tener en cuenta una serie de recomendaciones puede ser determinante

La velocidad promedio de un modelo comercial de avión ronda los 200 a 280 kilómetros por hora al momento del despegueAl llegar a una altura entre 9.100 y 12.400 metros (30 mil y 41 mil pies respectivamente), en la denominada velocidad de crucero, alcanza los 850 km/h y finalmente a la hora de aterrizar reduce la cifra a alrededor de 270 a 240 km/h, al tocar el suelo.

Entre los aviones comerciales, los más rápidos actualmente son el A33Neo, de Airbus, con una velocidad máxima de 1.061 km/h y el B788, de Boeing, que alcanza los increíbles 1.051 km/h. Todo esto, por supuesto, en condiciones de vuelo específicas e ideales.

Es por ello que volar resulta una experiencia más que fascinante y no hace falta decir mucho más para llegar a la conclusión que el avión es uno de los medios de transporte que más revolucionaron la historia contemporánea, acercando a millones de personas a lo largo y ancho del mundo.

Ahora bien, cuando se trata de vuelos largos, de muchas horas, y probablemente con jet lagvale la pena tener en cuenta una serie de recomendaciones para hacer más ameno el trayecto de viaje entre las nubes.

1) Mantenerse hidratadotomar dos litros de agua por día es un valioso consejo que aplica para aquellos que están en tierra firme, pero mucho más para los que están embarcados. Los especialistas recomiendan al momento de subirse a un avión beber más agua de lo habitual ya que está comprobado que volar deshidrata más de lo común. Por más de que no se tenga sed, es recomendable pedir agua al o los asistentes/auxiliares de vuelo.

2) La alimentación: de acuerdo a un estudio de la revista científica Cell Reportslos alimentos ricos en carbohidratos como los espaguetis, el pan integral y la avena facilitan el afrontamiento del desfasaje horario. Según el estudio, los niveles más altos de insulina facilitan la transición de un horario de sueño y alimentación a otro. Los alimentos ricos en carbohidratos ayudan a inducir la secreción de insulina, por lo que pueden ser útiles para prevenir o minimizar el famoso jet lag.

3) Snacks a mano: tener en el bolsillo o en la cartera un bocadillo rico en proteína puede hacer que nuestro humor “a bordo” mejore notablemente. Los expertos coinciden en que los frutos secos son la opción aconsejable número uno, específicamente almendras, nueces y/o castañas de cajú, por ejemplo. También se puede optar por barras de cereales con yogur o barrita de proteínas/energética.

4) No llenarseevitar ingerir comida chatarra es un consejo que aplica para toda la vida y mucho más antes de subirse a un avión. Comer está bien, llenarse no es la mejor idea. De hecho, dependiendo de la duración del vuelo en cuestión, es posible que desee comer justo antes de abordar y comer solo bocadillos mientras está en el avión. Si come en el avión, tenga en cuenta que los alimentos calientes son mejores que los fríos, ya que son más fáciles de digerir.

5) Dieta especialno solo son más saludables, sino que son además las primeras que se sirven. Si se busca obtener su comida antes que los demás, lo que significa no tener que esperar el servicio completo y poder dormir antes, solicite una comida especial.

6) Evitar la cafeína en vuelos largos: su consumo, y más si es en grandes cantidades tales como muchos “vasos de café o té negro”, acelerará el proceso de deshidratación, mantendrá despierto al pasajero y posiblemente lo tornará irritable.

7) Buenos zapatos: nadie quiere pensar en el hipotético caso de una emergencia a más de 9 mil metros de altura, pero es una posibilidad que hay que contemplar. En el peor escenario, siempre es preferible tener un calzado cerrado y de punta cerrada, es la apuesta más segura, ya que podría salvar al pasajero de pisar fragmentos de vidrio, escombros o estar en contacto con fuego. De todas formas vale aclarar que según una estimación de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), una persona tendría que viajar en avión todos los días durante 461 años antes de sufrir un accidente con al menos un fallecido.

La seguridad de los aviones es un tema importante a destacar. El año 2020 terminó con 38 accidentes de aviones comerciales, lo que supone un descenso del 26,9% en comparación con los 52 contabilizados en 2019. De éstos, solo 5 han tenido víctimas mortales (fallecieron 132 personas), frente a los 8 de 2019 (3 muertos y 179 heridos en el accidente aéreo de Estambul).

Si se tiene en cuenta que el número de vuelos se ha reducido en un 53% como consecuencia de la pandemia, la tasa total de accidentes experimenta un ligero repunte, pasando de 1,38 por millón de vuelos a 1,71. No obstante, el riesgo de fallecimiento se mantiene estable, con un promedio de 0,13 por millón de vuelos, en 2019 era del 0,09.

8) Cerca de las alas: la mayoría de los expertos coinciden en que ubicarse en asientos junto a las alas del avión que nos toca para emprender nuestro viaje es una decisión inteligente, ya que estos elementos de la aeronave experimentan menos turbulencia por estar ubicadas cerca del centro de gravedad del avión.

9) Ventana, siempre ventana: la vista ya es de por sí un buen motivo por el cual elegir este asiento. Pero además, una ubicación junto a la ventana no solo le brinda una pared sólida y agradable en la que descansar la cabeza para una siesta más cómoda, sino que también significa que no será molestado al pasar carritos de bebidas y que debe levantarse solo cuando sea necesario, para ir al toilette.

10) Siempre tener a mano -y cargado- un dispositivo de carga portátil: ver la notificación de que la batería del teléfono, notebook, tablet o cualquiera de las pantallas con las que el tiempo de las personas pasa más rápido y/o son elementos de trabajo y/o ocio primarias, se agota y están a minutos de apagarse puede ser causa suficiente para que cualquiera colapse y un vuelo perfecto pase a ser una pesadilla. Por este motivo siempre es altamente recomendable contar con una fuente adicional de energía previamente cargada.

11) Estirar las piernas: se pueden improvisar simples ejercicios para elongar, ejercitar y/o evitar estar tanto tiempo inactivo y/o en reposo. Para los amantes del deporte y la rutina diaria, subirse a un avión para un vuelo largo, implica una cantidad de horas que sufren no poder hacer nada. La buena noticia es que algunas aerolíneas ofrecen y/o sugieren diferentes rutinas para que ningún pasajero sufra un calambre por permanecer tanto tiempo sentado.

Entre las alternativas, se destaca levantar los pies del suelo unos centímetros y rotarlos en círculos; manteniendo los talones en el suelo y apuntando los dedos de los pies hacia arriba lo más que pueda, luego apuntando los dedos de los pies hacia abajo mientras levanta los talones; y hacer rodar los hombros hacia adelante y hacia atrás.

12) Máscara para los ojos y mascarilla para todo el vueloel COVID-19 nos obliga a tener durante todo el vuelo el barbijo colocado. Los pasajeros deben respetar 100% esta indicación, por la seguridad de todos. Pero además, a la hora de pensar en dormir, no hay nada mejor -y este consejo aplica para todo transporte público de mediana y larga distancia- que una máscara que cubra los ojos. En muchas oportunidades se prenden las luces de la nave e incluso nos puede tocar al lado nuestro un ávido lector que tenga varios tomos de libros para leer, y estará muchas horas con su luz individual prendida.

13) ¿Auriculares? Sí. El motor del avión y el sonido “ambiente” de fondo de los aviones generan estrés. Los audífonos o tapones para los oídos con cancelación de ruido no solo bloquearán ese ruido, sino que también bloquearán otros sonidos que pueden mantener a un pasajero despierto, como bebés que lloran o asistentes de vuelo que intentan servir comidas.

14) Almohadita: se puede buscar con el nombre de “soporte lumbar” o “almohada de cuello”, es una aliada simple pero fundamental para que no sufra nuestra columna vertebral. se diseñaron con una curva está más allá de nosotros, pero su forma de C no hace nada por la columna vertebral humana, que se parece más a una S, lo que hace que los pasajeros tengan dolor de espalda y cuello. Colocar una almohada, manta, bufanda o suéter detrás de la espalda baja contrarrestará la forma del asiento y mantendrá la columna en su forma natural.

15) Más allá de la moda, la bufanda es salvadora: es útil en un vuelo, ya que puede usarse como un accesorio de moda, una manta ante el penetrante aire acondicionado de las aeronaves e incluso como se explicó en el punto anterior, de soporte lumbar.

16) Capas de ropa: no solamente es una estrategia para evitar el exceso de peso en el equipaje, permite al pasajero mantener su cuerpo a una temperatura agradable y usar o no abrigo según amerite el ambiente. Hay chaquetas 2 en 1 ideales para este tipo de oportunidades.

17) Ropa poco ajustadamuy importante resulta elegir atuendos cómodos y prendas sueltas antes que estar con por ejemplo remeras o pantalones muy ceñidos al cuerpo. ¿Outfit ideal? En ellos jean, camiseta y buzo y en ellas blusa, suéter y pantalón cómodo.

Vale la pena señalar que a veces el destino final puede jugar un papel importante en la decisión. Por ejemplo, si un país tiene leyes específicas o aduanas locales con respecto a la ropa, entonces una aerolínea puede esperar que los pasajeros se adhieran a ellas antes de abordar.

18) Alcohol, moderado: aunque el alcohol es un depresor, puede actuar como estimulante durante las primeras horas después de beberlo, lo que significa que en realidad podría mantener despierto al pasajero en vez de dormirlo.

Beber demasiado puede provocar múltiples problemas, como deshidratación y aturdimiento, que solo exacerbarán la deshidratación que ya está experimentando y el desfase horario que probablemente experimentará una vez que aterrice. También existe la posibilidad de que se enferme y nadie quiera pasar la mayor parte de un vuelo de larga distancia en un baño estrecho y posiblemente no tan limpio. Por la convivencia armoniosa con todos los y las pasajeras, evitar su consumo.

19) Optar por el té verde: Si el té verde descafeinado es una opción en su vuelo, es posible que desee aprovecharlo. Se suele decir que la bebida ayuda a evitar la aparición del desfase horario o jet lag.

Fotos: Getty Images

Fuente: Infobae

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