El equipo de Edgardo Bauza intentó emplear un recurso al que no está acostumbrado. El esquema mezquino y la pierna fuerte no pudieron opacar al brillo brasileño
El cambio de esquema que utilizó Edgardo Bauza no dio resultado. El mezquino 4-4-2 y la constante pierna fuerte no lograron detener a la jerarquía de Brasil. Los nervios de Javier Mascherano, la falta de criterio de Gonzalo Higuaín y la bronca de Ramiro Funes Mori fueron algunos ejemplos que marcaron la tendencia albiceleste.
Desde que comenzó el espectáculo en Belo Horizonte se percibió que los jugadores comandados por el Patón estaban incómodos con el esquema. Las imprecisiones del ex volante central de River obligaron al referente de la Selección a transformar a Gabriel Jesús y Neymar en sus víctimas. Mascherano tuvo que recurrir a la violencia para detener a los astros locales.
Una situación similar es la que protagonizó el central con pasado en el Millonario, aunque en esa ocasión la patada se produjo por impotencia. Con la humillante derrota confirmada en el marcador, el defensor del Everton atentó contra la integridad del galáctico del Barcelona. Sí, una vez más Neymar tuvo que soportar la agresión de los argentinos.
Lo llamativo es que hasta el propio Gonzalo Higuaín se dedicó a golpear a Neymar. Alejado de su puesto habitual, el Pipitafue contra la figura de la cancha cuando la pelota no estaba en disputa. En lugar de buscar el arco ajeno, el delantero optó por probar la resistencia de la camiseta de su rival.
Fue una nueva frustración para un grupo de jugadores que no levanta cabeza. Fuera de la zona del repechaje y la clasificación, la Selección deberá revertir su imagen en su próximo compromiso frente a Colombia, donde sólo se espera un resultado: el triunfo.