Pequeños cambios en el estilo de vida brindan grandes beneficios en la salud cardíaca y pueden evitar enfermedades cardiovasculares. Qué hábitos hay que incorporar
Desde el comienzo de la pandemia por COVID-19, muchos pacientes aplazaron la realización de estudios médicos de rutina o tratamientos por miedo a contagiarse de coronavirus, lo que en muchos casos agravó los padecimientos y enfermedades cardiovasculares. En todo el mundo, este tipo de enfermedades constituye la primera causa de mortalidad prematura y discapacidad. Por eso resulta fundamental adoptar las medidas necesarias para prevenirla.
A nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de muerte. Más de 18,6 millones mueren cada año y de estas muertes, el 85% se debe a enfermedades coronarias (como el infarto agudo de miocardio) y enfermedades cerebrovasculares (accidentes cerebrovasculares). Las ECV afectan el corazón o los vasos sanguíneos (venas y arterias); y el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad son los principales factores que tienen consecuencias directas.
Nueve consejos para cuidar el corazón en tiempos de pandemia
El doctor Gabriel Lapman, médico cardiólogo y especialista en hipertensión del Sanatorio Modelo de Caseros brindó a Infobae recomendaciones para tener un corazón sano. Introducir pequeños cambios en el estilo de vida puede generar grandes beneficios en la salud cardíaca y evitar enfermedades y complicaciones que nos pondrían en riesgo. No es necesario hacer grandes sacrificios para mantener un corazón sano. Solo tomar algunas medidas:
1- Cuidar la masa corporal y alimentarse bien: un peso adecuado se logra al equilibrar las calorías que se ingieren con las que se consumen durante el día. Lo ideal es gastar más de lo que se come. El índice de masa corporal no debe superar los 25 kg/m2. Preferir una dieta rica en pescados, carnes magras, frutos secos, aceite de oliva, lácteos descremados, frutas, verduras y legumbres, que aporten los minerales y vitaminas que el cuerpo necesita. También, ácidos grasos como Omega 3, 6 y 9.
2- Observar el colesterol y los niveles de glucosa: el exceso de colesterol se deposita en las paredes de los vasos sanguíneos y obstruye el flujo de sangre. Si en ayunas los resultados del colesterol superan los 200 mg/dl y la glicemia es mayor a 100 mg/dl, hay que consultar con un especialista. Indices altos de glucemia y la diabetes provocar graves alteraciones en corazón, riñones, visión y extremidades inferiores. Si hay antecedentes familiares directos o se tiene sobrepeso, se estará más predispuesto a desarrollarla.
3- Dormir bien: al menos 8 horas diarias porque el descanso permite reponer energías. Evitar el consumo de estimulantes o el exceso de cafeína para rendir durante el día.
4- Mantenerse activo: por ser un músculo, el corazón necesita ejercitarse. Por eso, se aconseja realizar actividad física de manera regular para mejorar la circulación sanguínea en todo el cuerpo. Las arterias lograrán mayor y mejor dilatación, los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre se regularán y la presión arterial disminuirá. La indicación actual son 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico de intensidad moderada.
5- No al estrés y la ansiedad: intentar generar espacios para desconexión. Prácticas como el yoga pueden ser de gran utilidad.
6- Controlar la presión: la presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Los niveles de una persona sana están debajo de los 140/90 mm de mercurio. Es importante chequearla constantemente ya que la hipertensión suele ser asintomática. Una medida útil es disminuir el consumo de sal.
7- No fumar: el tabaco disminuye la cantidad de oxígeno en sangre, estrecha y endurece la capa interna de las arterias y hace que la presión arterial aumente. Además, es el causante de la reducción de los niveles de colesterol bueno (HDL) en sangre y de incrementar los niveles del malo (LDL) y de los triglicéridos. Un cigarrillo diario es suficiente para aumentar el riesgo de ataque cardiaco o cerebral.
8- Cuidado con el alcohol y otras sustancias: al mezclarse con la sangre afectan el funcionamiento de muchos órganos del cuerpo.
9- Diagnosticar a tiempo: se estima que la mitad de las personas que mueren repentinamente por males coronarios no estaba al tanto de su problema. Es fundamental la realización periódica de chequeos médicos, especialmente, si hay factores de riesgo.