Con temperaturas más bajas, a la pandemia por el coronavirus se suman los virus que habitualmente circulan en esta época del año. Qué cuidados deben extremarse para reforzar el sistema inmune y eludir las patologías respiratorias propias de los meses de frío
Llegó la época del año en la que una gran cantidad de virus y bacterias pueden poner en riesgo la salud respiratoria. Bronquitis, gripes, resfríos y neumonías son algunas de las afecciones que hacen su arribo junto con la llegada de los días más fríos. Pero este invierno, con la pandemia mundial provocada por el COVID-19, todos los recaudos deben ser reforzados en extremo.
En los países del hemisferio norte, que atravesaron el pico de la pandemia durante el invierno, por un momento hubo un pronóstico poco alentador. Sin embargo, con el correr de los días y de la investigación médica, una gran cantidad de especialistas coincidieron en que el frío no se convierte en un propagador de la enfermedad, sino que son los hábitos sociales durante temperaturas más bajas -ventilación inadecuada de los ambientes, muchas personas en lugares cerrados, entre otros- los que aceleran el contagio.
“Los cambios repentinos en el clima influyen sobre el organismo, pues tanto la temperatura como la humedad ambiental pueden provocar enfermedades respiratorias. Durante estos cambios el cuerpo se vuelve vulnerable, porque debe adaptarse rápidamente y esta adaptación incluye también al sistema inmunológico, por lo que resulta importante estar atentos y mantenerse saludables”. El médico e investigador Ernesto Crescenti (MN 50.776) resaltó que “los cambios repentinos en el clima influyen sobre el organismo, pues tanto la temperatura como la humedad ambiental pueden provocar enfermedades respiratorias”.
Para el director del Instituto de Inmunooncología Doctor Ernesto J.V. Crescenti, “durante estos cambios el cuerpo se vuelve vulnerable, porque debe adaptarse rápidamente y esta adaptación incluye también al sistema inmunológico, por lo que resulta importante estar atentos y mantenerse saludables”.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada persona sufre tres resfríos al año, entonces ¿qué se puede hacer para intentar ser la excepción? El especialista dio diez recomendaciones para tener en cuenta.
1. Lavarse las manos con más frecuencia. Es importante recordar que los resfríos y la gripe se contagian por contacto directo, por lo que lavarse las manos con frecuencia y secarlas bien es clave para evitar la difusión de gérmenes.
2. No tocarse la cara con las manos. Sobre todo fuera de casa, dado que las mucosas de la nariz y la boca, así como los ojos, son muy sensibles al contagio.
3. Prestar atención a lo que se come. La alimentación es la aliada número uno para alejar los resfríos. En la dieta diaria no deben faltar vitaminas como la A, B o la C o minerales como el cobre, el hierro o el zinc.
4. Evitar el estrés. Los nervios y la ansiedad juegan en contra debilitando el sistema inmune. Es una tarea difícil pero necesaria, por lo que se debe prestar especial atención a alejar el estrés y encontrar espacios de distensión.
5. Dormir bien. Dormir repara los daños celulares sufridos durante el día, por lo que el descanso nocturno ayudará al sistema inmune a recuperarse y aumentar sus fuerzas. Lo recomendable es seguir pautas correctas de sueño, evitar trasnochar demasiado y llevar un ritmo de sueño de entre seis y ocho horas diarias.
6. Ventilar la casa. Aunque haga frío, es clave que el aire corra y se renueve tanto al comienzo del día como al final, porque mantendrá los gérmenes fuera de nuestra casa.
7. Evitar los espacios cerrados y concurridos. De ser posible, evitar los lugares en los que hay mucha gente debido a las altas posibilidades de contagio.
8. No automedicarse. Los antibióticos sólo deben usarse en caso que el médico los recete. Mientras tanto, descansar, alimentarse bien y beber mucha agua es lo mejor que se puede hacer para aplacar los síntomas.
9. Optimizar el sistema inmunológico. El sistema inmunológico, compuesto por una red compleja de células, órganos y tejidos, es el encargado de defender al organismo ante las infecciones, como las bacterias y los virus. Si se piensa en el bienestar del cuerpo, en estar fuertes, en no enfermarse y tener una vida plena, se debe recordar siempre implementar hábitos saludables diarios que ayuden a potenciar la barrera protectora del organismo frente a los agresores externos.
10. Tener presente el calendario de vacunación. Ayuda a prevenir enfermedades estacionales que aparecen en invierno (influenza, neumonía,entre otras)
“Muchas de las acciones que podemos hacer para prevenir el contagio o enfermarnos este invierno depende de nosotros mismos y de cómo cuidemos nuestra barrera de defensas. Una alimentación balanceada, buenos hábitos de higiene y mantener óptimo el sistema inmune pueden proteger nuestra salud y la de todos los que queremos”, concluyó Crescenti.
Fuente: Infobae