Esta es una historia real. En un avión que estaba cruzando New York sobre el río Hudson ocurrió un desperfecto técnico, fue cuando se escuchó que un motor había dejado de funcionar.
Un pasajero llamado Ric Elias fue el primero en preguntar a la azafata que había pasado.
-No es nada, golpeamos unas aves- contestó la azafata
Ric no quedó muy satisfecho con la respuesta y volvió a su lugar, entonces fue cuando se escuchó una segunda explosión y fue cuando Ric se levantó temeroso pero apresurado a encarar a la azafata; en ese momento se oyó por el altavoz del avión la voz del capitán.
-Tripulación prepárense para el impacto, vamos a aterrizar en el mar.
Ahí fue cuando Ric vio el terror en la mirada de los asistentes de vuelo y de los pasajeros. En este momento comenzaron los gritos y los llantos y Ric Elias tuvo tres pensamientos para sus adentros, sus últimos tres pensamientos:
1- Todo cambia en un minuto, todos los planes que uno tiene para su propia vida pueden cambiar en un minuto, por ejemplo.
-Esos silencios que nunca dicen nada
-Esos gritos que no expresan tu sentir
-Esos besos que hubieses querido dar y nunca te atreviste
-Esas experiencias que por temor a algo no realizaste
-Esos actos que creíste que no podías hacer
y sobre todo el amor que no supiste darte.
Esos actos que creíste que no podías hacer ya que mañana puede ser muy tarde, atrévete a expresarte del modo que quieras: corriendo, amando, aventurándote, llorando, creando, lo que sea que te haga ser vos mismo, no lo que quieren que vos seas, que llegues a ser tu mejor versión.
2- Por el ego, que es la herramienta que nos pesa en nuestras decisiones hemos perdido.
-Cosas que no importan con gente que sí importan
-Situaciones negativas con tu circulo de amor
-Discusiones y arrepentimientos
-Peleas con tu pareja o la persona que crees especial
y lo peor: los silencios eternos.
Dejó de tratar de tener la razón, Ric ante todo elige ser feliz. Por eso callar no es debilidad, escuchar no es debilidad, acordar y planear no es debilidad, es signo de fortaleza.
3- Morir no da miedo, no es como esas películas de terror con gritos y sangre; no es malo morir, es que uno se aferra a la vida porque es tan hermoso vivir ( y no lo podemos disfrutar a veces, viendo cosas tan paganas) que no nos queremos ir de este mundo.
-Querer ver a mis hijos crecer y disfrutar cada pedazo de instante
-Querer amar a mi pareja con un deseo de un ion
-Querer superarme a cada instante por ser mejor persona
-Disfrutar de mi entorno, de la vida, de ayudar de ser mi mejor versión posible.
Si hoy ustedes están en el avión de Ric, ¿que cambiarían hoy mismo en esos 60 segundos de vida?
-¿Le hablarías a ese familiar que hace mucho que no le hablás?
-Abrazarías a tus hijos como si fuese el último abrazo.
– Disfrutarías de tu propia compañía
-¿Entenderías lo que hoy parece incomprensible? ¿sentimientos verdaderos sin culpas?
-¿Sos el padre que deseas ser? ¿tenés charlas constructivas con tus hijos?
-¿Te amás lo suficiente?
Las neurociencias tienen 2 características fundamentales que acompañan nuestros procesos: los estados y las posiciones.
Estados de nuestro cerebro ancestral
- Estado de supervivencia
Es cuando ocurre una situación límite, tu amígdala (la responsable de informarte sobre el miedo) se prepara el peligro; aunque un desamor, una situación límite violenta como un robo o un encuentro con un animal feroz en la selva nos dan tres opciones básicas para sobrevivir:
- Ataque
- Huida
- Bloqueo
Y casualmente cuando perdemos el trabajo, nuestra pareja nos deja nos repetimos una y otra vez lo poco que nos apreciamos y eso hace que nos quedemos sin opciones y que la hormona del stress se adueñe de nosotros.
- Estado de adaptación
Cuando estamos en ámbitos nuevos y debemos entender el desafío, aquí no hay miedo hay experiencia nuevas; los recuerdos no sirven ni los conocimientos previos, es por eso que debemos adaptarnos al nuevo desafío. Un nuevo escenario nos hace tener miles de parámetros más al común de otras experiencias.
Debemos armarnos rápidamente patrones mentales nuevos y llegar a conocer rápidamente en nuevo terreno. Puede ser un empleo nuevo, conocer gente de otros ámbitos, un país nuevo etc.
Las posiciones cerebrales sirven para entender cómo estamos programados y porque actúa el cerebro ante las compras, ante las emociones, y por qué ocurre el enamoramiento.
- Posición primera
El cerebro odia las órdenes pero ama las indicaciones, es por eso que los productos que más amamos entran por el inconsciente, en eso los vendedores de productos insisten y eso hace que cada vez queramos menos esos productos. Por eso si no amas tu trabajo no vas a rendir al 100%
- Segunda posición
El cerebro no diferencia entre realidad y fantasía. El milagro es parte de la fantasía y no de la realidad que “te dijeron que existe”. Ahí es donde el centro del placer cerebral llamado “centro de recompensa” trabaja con el enamoramiento, con los placeres extremos porque desprende hormonas del placer a los neuroconductores, otorgándote lo que conocemos como felicidad, el núcleo de accumbens es el gran responsable por que nos invade de dopamina y eso llena de placer y queremos más de eso.
La clave es entender que somos parte de estos sistemas cerebrales pero al reconocerlos te da la posibilidad de entender emocionalmente que estamos hechos para salir de cualquier situación y lograr ser felices en el tiempo y no como se cree “la felicidad son momentos” eso es el bienestar subjetivo, que a diferencia de la felicidad estimula a los sentidos y la felicidad estimula al alma.
(*) Especialista en Neurociencias y CEO de RMTV el primer canal de TV Online en 3D de Argentina.
Fuente: ámbito
Imagen gentileza: La Voz