Estos modelos conjugan a la perfección las aptitudes que ofrece un naftero como las que tiene un eléctrico. Los híbridos enchufables tienen autonomía suficiente para el uso diario, la posibilidad de realizar viajes largos sin detenerse y grandes prestaciones
Los fabricantes están totalmente preparados para dar el salto hacia los vehículos 100% eléctricos pero aún hay demasiadas aristas para acomodar. En un principio, los autos de cero emisiones tienen que mejorar la autonomía para tener la posibilidad de transitar más kilómetros. También el mundo aún no está preparado para ellos, la falta de infraestructura en varios mercados emergentes hace que sea casi imposible su uso normalmente.
A medio camino de la electrificación total, se encuentran los híbridos enchufables que ofrecen lo mejor de los modelos a combustión y de los eléctricos. Esta tecnología esta pensada para que se adapte perfectamente a las necesidades de los usuarios y al desarrollo actual tecnológico y de las infraestructuras de los diferentes continentes.
Existen dos configuraciones de híbridos enchufables. Unos son los Vehículos Eléctricos de Rango Extendido (EREVs) donde el motor eléctrico solo hace girar los neumáticos y el motor de combustión se utiliza para generar electricidad. Los PHEV (por su sigla en inglés) pueden funcionar solamente con electricidad hasta que las baterías necesiten ser recargadas. El motor convencional entonces genera la electricidad que se necesita para alimentar al eléctrico.
Los otros son los híbridos enchufables paralelos o combinados. Ambos motores, el eléctrico y el de combustión, están mecánicamente conectados a las ruedas, y entre los dos impulsan el vehículo durante su funcionamiento. El auto solo funciona de modo eléctrico cuando se maneja a velocidades bajas.
Cualquiera de las dos opciones combinan los mejor de los mundos de propulsión porque están preparados para el uso diario con una autonomía suficiente y para los viajes más largos porque no hay necesidad de depender en exclusiva de un cargador ni de evaluar cuantos kilómetros vamos a realizar.
Las diez ventajas de tener un vehículo de estas características llega de la mano de un informe realizado por Kia en Europa donde la infraestructura está bastante desarrollada y las distancias son mucho menores a las que tenemos en la región.
1. Sin emisiones locales en el día a día
Los híbridos enchufables ofrecen una autonomía 100% eléctrica que permite cubrir los recorridos diarios de la gran mayoría de los conductores. Algunos modelos alcanzan hasta 60 kilómetros de conducción sin emisiones. Lógicamente, esta distancia se puede duplicar si se dispone de un cargador, o de una toma de corriente convencional, tanto en casa como en el trabajo.
2. Sin limitaciones para viajar
Los híbridos enchufables permiten disfrutar de las ventajas de un eléctrico entre semana para los desplazamientos diarios, y de las ventajas de un híbrido convencional para salidas de fin de semana y viajes en vacaciones. Cuando la batería se agota siguen quedando cientos de kilómetros de autonomía, con el motor de combustión y el eléctrico interactuando como en un híbrido autorrecargable.
3. Disfrutar de ambos estilos de conducción
Los PHEV permiten disfrutar de la conducción puramente eléctrica durante muchos kilómetros y en todas las condiciones. Es una sensación que gusta a la gran mayoría de los conductores por la gran sensación de empuje, la fluidez con la que se transmite la potencia, la inmediatez de la respuesta al acelerador y la total ausencia de vibraciones o ruidos mecánicos. Por otro lado, también ofrecen el encanto de la conducción tradicional con un motor de combustión con el aporte extra de empuje del eléctrico.
4. Tiempos cortos de recarga
La batería de los híbridos enchufables tiene menos capacidad que la de los eléctricos, lo que se nota en su tamaño, peso y tiempo de recarga, que es muy inferior. Además, esto hace que no sea tan necesario un cargador de alta potencia como en un eléctrico. Algunos PHEV pueden recargarse en unas cinco horas en una toma de corriente doméstico convencional.
5. Un menor coste de uso
Un híbrido enchufable permite un ahorro de coste energético respecto a un modelo de combustión o un híbrido. Eso sí, ese ahorro está directamente relacionado con la frecuencia con la que lo recarguemos enchufándolo a la red. En el mejor de los casos, con recorridos diarios en modo eléctrico y recargas frecuentes, se puede alcanzar el coste de uso de un eléctrico puro.
Los modelos PHEV de Kia ofrecen la aplicación UVO Connect que permite programar las horas de recarga para beneficiarnos de los momentos en los que la tarifa de la luz sea más económica (en Europa se diferencia el valor según la hora). En el peor de los casos, que nunca lo enchufáramos, su consumo sería equivalente al de un híbrido e inferior al de uno de combustión.
Además, también hay ventajas en el mantenimiento, porque un PHEV consume menos discos y pastillas de freno por el sistema de frenada regenerativa; y el motor de combustión sufre un inferior desgaste por su menor utilización.
6. Ayudas y beneficios fiscales
Más común en Europa que en nuestra región, los híbridos enchufables reciben algunos beneficios establecidos por los gobiernos. Por ejemplo, en España estos modelos disfrutan de la exención del pago del Impuesto de Matriculación.
7. Con todas las ventajas que ofrece un 100% eléctrico
Los híbridos enchufables que pueden recorrer más de 40 kilómetros en modo eléctrico cuentan con las mismo beneficios que los 100% eléctricos. Eso se traduce en una serie de ventajas para aquellos que viven dentro o en la periferia de las grandes ciudades. Por ejemplo, en varias capitales de Europa, tienen un acceso ilimitado a todas las zonas de la ciudad sin que les afecten los protocolos en episodios de alta contaminación.
El confort en marcha que ofrecen los eléctricos también tiene su reflejo en los híbridos enchufables. Un empuje más suave y fluido, silencio y la ausencia de vibraciones en modo eléctrico, cambio automático, frenada regenerativa que permite conducir sin prácticamente tocar el pedal del freno, y una interacción entre el motor de combustión y los eléctricos tan sutil que apenas se siente, son algunas de las ventajas que ofrecen.
9. Menos estrés
Un híbrido enchufable incita a realizar una conducción más relajada y eficiente por sus características de funcionamiento y por la mentalidad de sus usuarios.
10. Sensaciones deportivas
A pesar de que los híbridos enchufables están destinados a lograr la mayor eficiencia posible, también permiten ofrecer sensaciones deportivas cuando ambos motores actúan a pleno rendimiento o elegimos un modo de conducción deportivo. La inmediatez de respuesta cuando pisamos el pedal del acelerador y su forma de empujar también inciden en este carácter. El rendimiento combinado de ambos motores permite ofrecer grandes prestaciones a los modelos híbridos enchufables.
Fuente: Infobae