Reírnos 20 segundos equivale a 10 minutos de ejercicio físico, no importa si la risa es “fingida” o “real”.
Muchas veces creemos que no somos de reír mucho. Pero conectar con la risa puede ser algo difícil. Por suerte hay una serie de técnicas que podemos implementar para desencadenar la risa y el humor.
Un ejemplo sería: sin despegar los labios, intenta pronunciar y repetir la letra M (eme), el sonido absurdo que se produce con este ejercicio impulsará a que te rías de ti mismo.
Se hicieron muchos estudios científicos sobre los beneficios de la risa en personas enfermas, ya que la risa y el estado emocional afecta directamente en nuestro sistema inmunológico, elevan nuestras defensas y nos ayuda a recuperarnos más rápido.
Quizás recuerdes la película en la cual el actor Robin Williams interpretó el papel de Patch Adams, un médico estadounidense que implementaba la risoterapia en sus pacientes.
Desde el punto de vista alquímico, la risa se utiliza para desdramatizar y salir de la posición de “víctima” con respecto a situaciones traumáticas, yo utilizo el humor para ayudar a las personas a darse cuenta de las creencias que les impiden ser felices.
El humor es el antídoto que nos conectará con nuestra esencia, el juego y nuestro niño interior. Utilizar el humor y la risa en terapia es clave para trabajar sucesos traumáticos.
La risa nos ayuda a romper estructuras mentales rígidas, nos libera y nos permite estar en el presente, por eso es ideal practicar la risa en ambientes laborales donde hay mucha tensión y preocupación.
(*) Creadora de Alquimia Femenina (@NataliaBarrera.EscuelaNefer)
Fuente: ambito
Imagen Gentileza: Diario Femenino