Todos los aspectos que las familias deben tener en cuenta a la hora de elegir una colonia de verano en 2022.
Se acerca el verano y, con él, la búsqueda de colonias de vacaciones para niños y niñas que este año finalizarán las clases entre el 10 y el 22 de diciembre, según la jurisdicción y el nivel educativo al que asisten.
De cara al descenso en el número de casos de Covid-19 y en medio de la vacunación de chicos y chicas, se espera que esta temporada sea alta la demanda para estos lugares.
¿Qué deben tener en cuenta las familias a la hora de elegir una colonia?
Conocer la propuesta
“Lo fundamental es que la colonia, como todos los espacios que elegimos para que vayan nuestros hijos, tenga una mirada de respeto hacia la integridad del niño o la niña”, explicó a Clarín Sofía Lewicki, psicóloga perinatal especialista en crianza (en Instagram, soymamaypsicologa).
Con esto se refiere, por ejemplo, a que la propuesta respete de “los tiempos del desarrollo de cada uno, que no ponga como condiciones dejar el pañal o no usar chupete y que respete los procesos de motricidad según la edad”.
La especialista aclaró que además de los tiempos del desarrollo existen los subjetivos de cada niño o niña, los cuales tienen que ver con cómo cada uno atraviesa ese momento. Esto suele apreciarse de manera contundente en lo que los colegios llaman período de adaptación. Y en las colonia, sucede parecido.
“No todos los niños querrán quedarse desde el primer día ni todos querrán hacer todo lo que la propuesta de la colonia presente. Es probable que a los niños más pequeños la familiarización con el lugar les lleve más tiempo y es un proceso sumamente esperable que debe respetarse”, aseguró Lewicki.
A la hora de evaluar y comparar entre distintas colonias de vacaciones, la psicóloga destacó también que es una buena señal que los directivos del lugar estén dispuestos a escucharnos, así como a responder todas nuestras preguntas.
Por último, mencionó como uno de los puntos fundamentales que “las actividades sean del orden más bien recreativas, donde se priorice lo vincular, y no la competencia y el cumplimiento”.
Aspectos imprescindibles antes de la inscripción, según Sabrina Critzmann
Chicos y chicas pasarán en la colonia de vacaciones varias horas. Pueden estar allí en el horario de alguna de las comidas, participar de actividades en piletas, hacer deportes y más.
Para estar seguros de que todo esto se llevará a cabo de modo seguro, Sabrina Critzmann (en Instagram, @sabrina.pediatriaypuericultura), médica pediatra y autora del libro Comer y criar (Planeta), brindó una serie de recomendaciones esenciales antes de inscribir a nuestros hijos e hijas.
- Que esté habilitada.
- Que tenga guardavidas si tiene pileta.
- Preguntar cómo se higieniza la pileta.
- Que la pileta tenga vallas, que estén cerradas y los chicos no puedan abrirlas ni treparlas.
- Que tenga las instalaciones en condiciones óptimas.
- Poder conocer el lugar y su propuesta.
- Saber cuántos docentes hay por grupos y cuál es su formación.
- Conocer dónde se refrigeran los alimentos y si se pueden calentar.
- Saber si hay agua potable disponible. En verano y, sobre todo si están haciendo actividades, los chicos se pueden deshidratar. Es súper importante que haya agua potable, más allá de la botella que mandamos desde casa.
Qué hacer si los chicos y chicas no quieren ir
Muchas veces la organización familiar entra en conflicto cuando los chicos y chicas no quieren ir a la colonia. Esto puede generarse por múltiples causas y debemos estar atentos a ellas.
“Cuando un niño se niega a ir al espacio lo mejor que podemos hacer es hablar con él, preguntarle si sucedió algo y cómo se siente en el lugar”, sostuvo Lewicki. En la misma línea, añadió que es esencial no juzgar los sentimientos que chicos y chicas expresan, ya que de ese modo “estaremos rompiendo la confianza”.
Por otra parte, la psicóloga aconsejó que en esos casos debemos hablar con los responsables de la colonia para “saber qué es lo que está sucediendo, si pueden facilitar alguna información y trabajar en conjunto para ver cómo se puede resolver”.
Además, la especialista indicó distinguir si la negativa responde a una cuestión de cansancio o de motivación respecto a las propuestas que la colonia hace: “En ese caso, es importante no forzar y siempre tener un plan B para probar en otro espacio”.
“Lo importante es que lo que elijan sea lo más adecuado para la dinámica familiar teniendo en cuenta las necesidades de todos”, finalizó.
Piletas: prevención de ahogamientos y vigilancia
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) insta cada año a extremar los cuidados respecto a las piletas ya que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ahogamientos representan la segunda causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo en niños y adolescentes menores de 20 años, luego de los accidentes de tránsito.
Entre las principales medidas de seguridad recomendadas, desde la SAP destacaron la vigilancia permanente de un adulto responsable (nunca permitir a los niños bañarse solos), que el cuidador tenga una visión directa del niño y no se distraiga, que la relación entre el número de cuidadores y de niños sea la adecuada; instalar cercos perimetrales para todas las piletas; que los bordes y el piso sean de material antideslizante y no dejar juguetes u objetos atractivos que floten en la piscina, pues atraen la atención de los más pequeños.
En cuanto a los elementos a tener en cuenta para la elección adecuada de colonias de verano, indicaron para el responsable de la supervisión el método de “visión directa permanente”, el más efectivo y menos costoso, y que resulta imprescindible en lactantes y niños pequeños.
La visión directa permanente debe estar a cargo de un cuidador responsable que presente determinadas características: ser mayor de edad, estar en condiciones físicas e intelectuales para socorrer, nadar perfectamente y poder sumergirse sin equipo hasta el fondo de una piscina (3-4 metros); mantener una distancia máxima con el niño equivalente al ‘largo del brazo del adulto’; estar entrenado en reanimación cardiorrespiratoria (RCP) elemental.Además, mantener una proporción segura entre número de cuidadores y niños, que debe ser en lactantes: 1 a 1; de 1 a 2 años: 1 a 2; de 2 a 3 años: 1 a 3 y luego de los 4 años: de acuerdo al grado de aprendizaje de la natación que tengan los niños.
Fuente: Clarín