Con una visión innovadora, las bibliotecas digitales cambian la oferta y la disponibilidad de textos de literatura, académicos y de consulta. Son una forma efectiva de democratizar el acceso a los libros que adoptan universidades, gobiernos y empresas.
Una biblioteca moderna, accesible y disponible las 24 horas, los 365 días. El sueño de Borges hecho realidad: cualquier persona puede vivir en ese Paraíso de libros con la ayuda de una computadora, un teléfono o una tablet. Desde hace casi una década y con la aprobación creciente de lectores y estudiantes, las bibliotecas digitales se han convertido en una alternativa que universidades, gobiernos y empresas ponen a disposición de la gente. De esta manera, cualquier lector y estudiante puede consultar —a cualquier hora y desde cualquier lugar— un estudio particular, leer una novela o continuar la investigación de su tesis.
El modelo de las Bibliotecas Digitales nació en Estados Unidos y se fue replicando en distintos países. En América latina, el proyecto de mayor madurez es Bidi, que se creó en 2015 y desde entonces ha desarrollado acuerdos con universidades, empresas, instituciones y sindicatos de Sudamérica, México y EE.UU.
Bidi es un proyecto que está directamente relacionado con la plataforma educativa Ticmas y, aunque no se dedica exclusivamente al ámbito académico —muchas empresas armaron bibliotecas de libros de literatura o management—, una de las principales áreas de desarrollo es la universitaria. Actualmente hay más de un centenar de instituciones universitarias que cuentan con una biblioteca digital de BiDi. Algunas de ellas son: UBA, Universidad Nacional del Litoral, Universidad Nacional de Córdoba, la Siglo XXI, UDESA, Universidad Di Tella, Maimónides, etc.
Cada institución puede diseñar su propia colección al elegir aquellos libros que buscan en una oferta que supera los 650.000 títulos (tanto en e-books como en audiolibros). La flexibilidad y personalización de la Bidi son dos de las características más destacables del proyecto, que le permite a cada biblioteca ser autónoma y dueña de su catálogo. Sumado a esto, un punto crucial es la relación costo-beneficio: crear y sostener una biblioteca digital es infinitamente más barata que una biblioteca física, a la que no sólo hay que considerar en términos de los ejemplares sino en la infraestructura y el mantenimiento.
¿Qué libros son los que más se leen en las bibliotecas digitales? “Depende de qué tipo de institución estemos hablando”, dice Guido Chantiri, referente comercial de Bidi. “Aquellas bibliotecas que pertenecen a empresas, sindicatos o gobiernos tienen un catálogo más literario o recreativo: podemos mencionar a Gabriel García Márquez, Claudia Piñiero, Roberto Bolaños, Gabriel Rolón, Isabel Allende, Florencia Bonelli, literatura contemporánea en general”. La situación cambia con las universitarias, donde los estudiantes buscan los contenidos acordes a la disciplina que estudian. Bidi tiene un amplio catálogo que cubre desde Medicina hasta Ciencias Jurídicas, pasando por Economía, Pedagogía Docente, Medioambiente, etc.
Fuente: Infobae