El delantero de 24 años perdió a su madre durante su infancia y una academia le abrió las puertas del estrellato. El Mundial Sub 17 que lo marcó, su paso trunco por Wolfsburgo y su renacer futbolístico en Bélgica
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“Luchaba por sobrevivir”. Con más de 21 millones de habitantes, Lagos es la ciudad más poblada de África Subsahariana. Allí, un niño se adentraba en el mayor basurero de la urbe nigeriana, ubicado en el barrio de su crianza: Olusosun. Todos los días asistía para lanzarse a la búsqueda de un par de botines con el solo deseo de patear una pelota. Perdió a su madre muy joven y debió salir a trabajar para tener un plato de comida: “Era la única esperanza para dar una vida digna a mi familia”. Fue rechazado por el Mónaco de Kylian Mbappé, pero tuvo su revancha en Francia, Napoli lo transformó en el fichaje más caro de su historia y se consagró campeón de la Serie A, el primer Scudetto sin Diego Maradona. Esta es la historia de Victor Osimhen.
Entre tanta suciedad, halló su primer calzado para continuar con su clásico hábito de jugar al fútbol. Sin embargo, esa indumentaria contaba con la particularidad de que pertenecía a dos marcas distintas. Necesitado de remiendos y ajustes, nada le impidió utilizarlos, pero la realidad familiar avasallaba su infancia: “Vivía en un lugar realmente pobre y en nuestra calle, mi familia era una de las más pobres. A veces, el arrendador venía a hablar con mi padre por el tema del alquiler, y yo me iba a la vuelta de la esquina a llorar y a rezarle a Dios para que nos ayudara”.
“Nada era sencillo para nosotros. Si hoy no estuviera jugando al fútbol, seguro que estaría vendiendo cosas para ayudar a mi familia”, añadió en diálogo con el diario The Independent.
Con solo seis años, Osimhen perdió a su madre y, tres meses después, despidieron a su padre de su trabajo como policía. La obligación recayó en los seis hijos de esa familia. El basurero volvió a ser foco de su atención, pero el tesoro lo ofrecía él, ya que vendía agua bajo el calor agobiante de las concurridas calles de Lagos, entre ellos a los propios trabajadores del vertedero. “Crecí limpiando canoas. Mi hermano vendía periódicos, mi hermana naranjas. Estoy muy agradecido por donde estoy hoy después de lo que he pasado”, confesó en Italian Football TV. Esas monedas colaboraban en poder llevar un plato de comida a la mesa en cada noche: “Estoy feliz de haber atravesado esa fase de la vida porque me ayudó a cumplir mis sueños”.
Una academia de Lagos, Ultimate Strikers, se convirtió en el trampolín de su estrellato. Fue el lugar para despuntar su talento y darlo a conocer a nivel nacional. La selección de Nigeria no dejó pasar a ese diamante en bruto para presentarlo en sociedad en el Mundial Sub 17 de 2015 realizado en Chile. Nada pudo salir mejor. Rompió el marcador igualado en la final ante Malí, fue el máximo goleador de la competición por amplio margen (metió 10 goles) y fue campeón mundial juvenil. Los ojeadores europeos quedaron maravillados con el compañero de Samuel Chukwueze, actual jugador del Villarreal, en la ofensiva y las ofertas no demoraron en llegar.
Luis Campos era entrenador del Mónaco cuando elevó un informe a la directiva para apropiarse de esta promesa en el corto plazo, pero el aumento de su ficha por la actuación en la Copa del Mundo frenó su desembarco a un plantel que empezaba a hacerle lugar a la aparición estrella de Mbappé. Wolfsburgo pagó poco más de USD 3 millones por su traspaso. “Iba a verlo a Alemania y no jugaba casi nunca. Era una lástima absoluta”, relató Campos.
Solo disputó 333 minutos repartidos en 16 partidos con Los Lobos. Nunca se adaptó al idioma y las costumbres de un país desconocido. Regreso a su ciudad natal en busca de rodearse por su círculo íntimo, pero contrajo malaria y debió quedar aislado dos semanas en su vuelta a Europa. Ya no había lugar dentro del plantel y pidió un préstamo para sumar rodaje. Brujas y Zulte Waregem de Bélgica rechazaron su arribo por esa enfermedad anterior, a diferencia del Charleroi belga, que relanzó su corta carrera: “Fue donde comencé mi verdadera carrera como futbolista. Soy muy agradecido a este club por haber confiado en mí. Realmente yo quería demostrar que muchas personas se habían equivocado”. Fue el cuarto máximo goleador de la Liga y llegó a un total de 20 goles en 36 partidos de esa temporada.
Finalizado la cesión, la institución se adueñó de su ficha, pero Campos no dejaría que se le vuelva a escapar su anhelo. Ya como director deportivo del Lille, insistió por su desembarco en 2019 y el club abonó USD 24 millones por su transferencia. Un año después, era el Killer del equipo con 18 goles en 38 compromisos, a pesar de que la actividad se frenó antes de tiempo por la pandemia de COVID-19. Fue la escala previa antes de que Napoli desembolse más de USD 55 millones más USD 11 millones en variables y cuatro jugadores en la negociación para quedarse con el atacante de 24 años. Fue la segunda transferencia más cara de un jugador africano, solo por detrás de Nicolas Pépé al Arsenal por USD 88 millones.
La contratación, que superó la compra de Gonzalo Higuaín proveniente del Real Madrid (USD 42 millones), se adueñó de los corazones napolitanos a fuerza de goles. En este curso, firmó su mejor temporada a nivel individual en toda su carrera con 27 festejos en 34 cruces y pelea por ser el Capocannoniere del Calcio, ya que lidera la tabla (22) con tres celebraciones de ventaja frente a Lautaro Martínez. Más allá de cómo termine, ya superó los 21 de Samuel Eto’o en 2010/11 como el africano más goleador de una misma temporada del certamen italiano.
Antes de este presente, debió sobreponerse a un drástico vuelco en noviembre de 2021. La derrota frente a Inter en el Giuseppe Meazza lo obligó a retirarse antes de tiempo por un fuerte golpe contra el defensor rival, Milan Skriniar. El parte médico indicó que sufrió fracturas múltiples astilladas en su rostro, sobre todo en el pómulo izquierdo. Su cirujano, Gianpaolo Tartaro, detalló las complicaciones que obligaron a su paso por el quirófano en charla con Station Radio: “La lesión no fue una simple lesión en el pómulo, sino que también afectó a varios huesos de la cara. No fue una lesión por choque, sino compresión: la fuerza cinética generada por el aplastamiento de la cara de Osimhen contra la de Skriniar provocó un daño devastador. Para curar las fracturas tuve que insertar seis placas y 18 tornillos”.
“El ojo se salió de su cuenca”, narró sobre la agresividad del choque. Desde ese momento, se coloca una máscara en su rostro para proteger la zona y evitar una lesión similar.
Por otro lado, brindó una entrevista en los últimos meses con Bein Sports en la cual se refirió a la importancia del título a nivel local en la Serie A, después de 33 años de sequía. Antes de caer eliminados ante Milan en los cuartos de final de la UEFA Champions League, Osimhen aclaró que estos logros nunca llegarían a equiparar lo que hizo Pelusa con esta camiseta: “Aunque tengamos muchas posibilidades de ganar el Scudetto, y hacerlo muy bien en la Champions, no sería comparable a lo que Maradona ha hecho por este club”.
“Como dije, es más que una leyenda para ellos, es un semi-dios. Lo que hacemos en grupo, él lo hizo solo por Nápoles. Creo que no podemos comparar, incluso si ganamos el Scudetto, no podemos comparar lo que ha hecho por el club con lo que estamos haciendo ahora. Nos inspiramos en lo que ha hecho y tratamos de hacerlo aún más orgulloso en todos los sentidos”, agregó.
A la espera de saber cuál será el futuro de su trayectoria, Osimhen ya sabe que los principales equipos del mundo querrán hacerse con él. Manchester United, Chelsea, Arsenal y París Saint-Germain (PSG) son solo algunos equipos que se han planteado su compra, aunque el jugador ya admitió su deseo por jugar en algún momento bajo el paraguas de la Premier League. Un detalle que podría anticipar su elección está en su infancia. Su ídolo es Didier Drogba, delantero que brilló en los Blues, y quien ya le mandó un consejo: “Si realmente está en la mira de un club como el PSG, muestra todo su talento y la temporada que está haciendo. Pero no es el club que necesita para seguir creciendo”. Vale destacar que Campos, uno de sus descubridores, es el director deportivo de la escuadra parisina.
Por lo pronto, el presidente del Napoli, Aurelio De Laurentiis, mantiene la esperanza de poder retenerlo un tiempo más para renovar la ilusión de alzar la UEFA Champions League 2023/2024. Solo una oferta irrechazable podrá cambiar esa perspectiva, ya que la entidad pidió una cifra cercana a los USD 165 millones para comenzar a negociar.
Esta millonaria cifra contrasta con los orígenes humildes de un jugador que, a nivel selección mayor, acumula 15 goles en 23 partidos. Sin Mundiales disputados, es la gran ilusión de su país para regresar a una Copa del Mundo después de no haber logrado su boleto a Qatar 2022. Un territorio con el que seguirá ligado de por vida y donde quiere soltar amarras con la creación de una fundación para brindar contención a los niños, tanto en la disciplina futbolística como en su vida. Un objetivo para llevar esperanza a un país con más de 87 millones de personas bajo la línea de pobreza.
Fuente: Infobae