Néstor Fabián tiene 17 años, es correntino y desde que nació pasó por distintas intervenciones para mejorar su calidad de vida. Para caminar se acompaña de un andador, pero necesita mayor autonomía para ir a la universidad. Por eso, lanzaron una colecta solidaria para reunir el dinero para pagar la intervención
Por Fernanda Jara para Infobae
El sueño de Néstor Fabián Meza es estudiar astronomía. Adora observar los cuerpos celestes del universo; mirar las estrellas, buscar satélites entrecerrando los ojos y sabe que puede hacerlo, pese a haber nacido con parálisis cerebral, lo que desde muy pequeño lo hizo entrar varias veces al quirófano.
Tiene 17 años, nació en un paraje de la ciudad de Goya. Corrientes, el 21 de febrero de 2007, pero ahora vive con sus padres en Santa Lucía, una localidad de la provincia, y a pocas cuadras de su escuela. Su mayor anhelo hoy es operarse para “poder mejorar su calidad de vida, manejarse de una manera más autónoma y poder seguir estudiando”, cuentan desde Nuestros Pie Izquierdo, un espacio virtual de servicios para personas con discapacidades, donde difunden la campaña mediante la cual juntan dinero para solventar una intervención en su pierna derecha.
“Es una cirugía neuro ortopédica que consiste en la flexión de ambas rodillas y desrotación de ambos pies”, cuenta María del Carmen Montenegro, docente del colegio donde el chico terminó la primaria. La maestra a cargo de la campaña solidaria que busca recaudar unos 15 millones de pesos para solventar los gastos de la cirugía y los de la recuperación. Hasta el momento, llevan recaudado más de 2 millones.
La mujer, que habla en nombre de la familia, lo describe: “Es un chico que no mira televisión, ni juega con el celular. Sólo le gusta leer sobre sus deportes favoritos (como el fútbol y el automovilismo), pero sobre todo lo que le encanta es la astronomía. De hecho esa es la carrera que querría poder estudiar”.
El sueño de autonomía
“Ahora, que vive en la ciudad, Néstor tiene Internet y el colegio a pocas cuadras de su casa”, cuenta María del Carmen, quien se involucró con las necesidades del niño apenas lo conoció. “Aunque no fui su docente, lo veía todos los días al ingresar a la escuela con su andador, siempre acompañado de su mamá Dora, quién nunca lo abandonó… Lo veía en el patio caminando entre sus compañeros”, recuerda.
El tiempo pasó y por unos años la docente le había perdido el rastro. “No lo volví a ver hasta que, luego de la pandemia, durante una tarde su papá se presentó en mi casa pidiéndome que lo ayude porque Néstor quería retomar las clases y él no tenía cómo transportarlo hasta el lugar. En ese momento, vivían alejados del casco urbano, aproximadamente a unos 5 kilómetros, en el Paraje La Bolsa”, rememora.
No los hizo esperar e inmediatamente, al otro día les comentó a las demás docentes la situación del chico y se organizaron para ayudarlo de la misma manera en que ya lo hacían con otros estudiantes.
“¡Desde ese momento, no lo abandonamos nunca más!”, asegura y regresa a aquellos días en los que las cosas no les resultaban fáciles.
“Una de las dificultades con la que nos encontrábamos era que el camino era prácticamente intransitable. Además, en el paraje no tenían señal para que él pudiera estudiar y realizar sus trabajos en la computadora que utiliza. Debido a estos inconvenientes fue que decidimos alquilarles un departamento en nuestra ciudad, Santa Lucía, para que pudiera tener habitaciones para estudiar”.
Pese a todo el esfuerzo, el tiempo sin conectividad hizo que Néstor se atrasara en sus estudios y perdió el año completo. Pese a eso, no bajó los brazos y siguió. Además, su nueva meta era poder caminar sin la ayuda del andador.
“Este año nos propusimos ayudarlo para su cirugía, ya que es lo que más desea y quiere antes de terminar el secundario, lo que será el año que viene. Su deseo de operarse surge porque quiere seguir estudiando, ir a la universidad. Para eso quiere poder caminar de manera más independiente”, cuenta la docente.
La campaña solidaria
La fundación “Dar la mano” es la que encabeza la campaña, liderada por María del Carmen. Mientras esperan una fecha para la cirugía que necesita, la docente cuenta que comenzaron con la iniciativa solidaria hace poco tiempo y explica que la intervención es “muy compleja” porque en la pierna derecha, el chico “tiene muy afectado el tobillo y la rodilla”.
Al nacer, los médicos le diagnosticaron parálisis cerebral que desde entonces le afecta su motricidad tanto para caminar como en las manos y también el habla, pero nada de eso le impidió escolarizarse y aprender a la par de sus compañeros. Además, es un lector voraz.
La primaria la cursó en la Escuela 75, de Goya, y “siempre tuvo muchísima voluntad y fue excelente alumno y, por supuesto, quiso seguir estudiando”, destaca la maestra y ya amiga de la familia Meza, quien la autorizó para hablar en nombre de ellos y contar la situación del estudiante.
Con el gran deseo de ir a la universidad es que hoy el joven ve a su andador como un impedimento y sabiendo que aún le queda el resto de este año y el próximo para poder lograr un poco de autonomía es que pidió operarse. “Sabiendo que es su sueño, desde la fundación estamos todos muy comprometidos para ayudarlo y, gracias a Dios, está dando buenos resultados”, dice y confía en que llegarán a reunir todo el dinero aunque la cifra varió desde la primera consulta hasta la que tuvieron hace unos días.
“En marzo, cuando habíamos hablado con el médico y pedido un estimativo para poder arrancar con la campaña, nos habían dicho que el costo era de aproximadamente $ 10 millones y que con eso se cubría la anestesista, los honorarios del médico, los días de internación y la compra del material. Con esa cifra arrancamos la campaña y ya estábamos contando el dinero, recaudado para saber cuánto faltaba juntar porque la campaña iba bastante bien y que queríamos saber la realidad de lo que restaba. Volvimos y, por los incrementos, se fue a $ 12.500.000 y a eso había que sumarle los impuestos, el tratamiento post operatorio, los tres días de internación y el alquiler del lugar donde viva la familia mientras se recupera”, detalla sobre la cifra que sumando los gastos posteriores puede superar los 15 millones.
Lo recaudado hasta el momento, por la app de billetera virtual, fue transferido a la cuenta del Banco Nación de la fundación desde la que, finalmente, se cubrirán los gastos del sanatorio correntino. Cuando se entregue un porcentaje del valor de la operación se fijará la fecha, y se sabrá con exactitud el valor final.
*Quienes deseen colaborar, puede hacerlo al alias Nestor.100.mp o comunicarse con la fundación a la cuenta de Instagram @darlamano23
Fuente: Infobae