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Los cambios que hizo Roger Federer en su juego y en su rutina para sentirse joven a los 34 años

Los cambios que hizo Roger Federer en su juego y en su rutina para sentirse joven a los 34 años

Roger Federer maravilla presentación tras presentación. Cada partido suyo en el US Open es como si se tratara de un festival de música clásica en Lucerna. A los 34 años y con cuatro hijos, lejos de ingresar en una curva descendente, el suizo juega cada día con mayor suficiencia. A su elegancia técnica natural y a ese poder de anticipación que sólo él tiene, el número 2 del ranking le añade agresividad, pimienta e inteligencia. Tras vencer al francés Richard Gasquet por 6-3, 6-3 y 6-1, Federer alcanzó su semifinal número 38 en torneos de Grand Slam. Tiene el récord, claro. Lo siguen Jimmy Connors (31), Ivan Lendl y Novak Djokovic (28), y Andre Agassi (26). Mañana, frente a su compatriota Stan Wawrinka buscará alcanzar la final de Flushing Meadows por primera vez desde 2009, edición en la que perdió con Juan Martin del Potro En la otra semifinal jugarán el serbio Novak Djokovic y el croata Marin Cilic campeón defensor.

“¿Cómo hago para mantenerme bien a los 34? Bueno, no me siento tan viejo. Todavía me siento joven. Yo no lo sé, quiero decir, desde hace algunos años o muchos años, he tratado de mirar el cuadro grande para todavía estar jugando a un gran nivel. Así que, en cierto modo, no me sorprende estar jugando tan bien. Creo que he trabajado en mi juego para avanzar, he sido capaz de tomar la pelota antes y pienso que estoy voleando mejor que hace diez años. Todo es cuestión de mantenerse en forma y libre de lesiones. Y motivado, supongo”, explicó, tras una jornada muy húmeda, el ganador de 17 Grand Slam -no gana un grande desde Wimbledon 2012-.

Federer, que acumula diez victorias consecutivas en el circuito ya que arribó a Nueva York luego de conquistar el Masters 1000 de Cincinnati, ante Gasquet se lució con 50 tiros ganadores -el francés solo consiguió ocho-. Detrás de su pulido estado atlético hay un trabajo, una disciplina. “Soy más profesional en estos días -confesó-. Antes me movía durante dos minutos y luego simplemente salía a la práctica y hacía casi lo mismo en los partidos. En estos días me tomo más tiempo, hago más ejercicios, más estiramiento. También dormir se ha vuelto muy importante. Me aseguro de dormir lo suficiente. El descanso te da energía de nuevo para el camino. Es por eso que los próximos días serán muy importantes para mí en términos de dormir”.

No hay dudas de que Federer está disfrutando de lo que hace. Acepta cuanta foto le piden y no duda en hacer muecas para las redes sociales del torneo. Su ánimo está por las nubes. Incluso Robert, su padre, dijo que pocas veces lo vio jugar como ahora. “No soy el tipo de persona que se despierta enfadado (sonríe). Incluso si lo estoy, no creo que vaya a tener un gran impacto en mi forma de jugar. Siento como que los partidos me aíslan. Yo no sé si es cuando llego a la cancha, cuando voy a calentar o lo que sea, pero ese es un mundo diferente para mí. Cuando salgo de los courts de tenis siento que no soy una persona diferente, pero es como mi otra vida. Así que tengo dos vidas y todos los problemas que pueda tener se van cuando entro en la cancha. No sé si tiene sentido, pero ese es el por qué el estado de ánimo, en realidad, no importa mucho para mí”.

Federer volverá a cruzarse con Wawrinka, el vigente campeón de Roland Garros. Precisamente en el último Abierto de Francia, el actual número 5 del tour eliminó a su compatriota en los cuartos de final con un contundente 6-4, 6-3 y 7-6 (4), en el Suzanne Lenglen, el segundo estadio en importancia del Bois de Boulogne. De todos modos, el historial lo lidera el ex número 1: 16 a 3. “No puedo estar más feliz, jugar contra Stan, que haya dos suizos en la final del US Open es algo espectacular”, comentó Federer, el hombre que, como Gardel, cada día lo hace mejor.

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