Pat Doody de 32 años, ya llevaba un tiempo sobre ruedas mientras hacía su viaje en motocicleta a lo largo del país desde su hogar en Nueva Jersey hasta Nevada, cuando se encontró con un inesperado acontecimiento. Se había detenido en la gasolinera a llenar su estanque, cuando de pronto apareció un pequeño gatito con evidentes heridas de quemaduras. Al ver que el pequeño no pertenecía a nadie, hizo lo que creyó mejor en ese minuto: convertirlo en su nuevo compañero de aventuras.
“Regresaba de Born Free (un show de motocicletas) en California, y habíamos llegado hasta Nevada. Estaba en una parada de camiones llenando mi estanque de gasolina, y este pequeño sólo necesitaba ayuda. Estaba bastante quemado, así que lo tomé en mis brazos y se acurrucó dentro de mi chamarra”, contó Pat. Ese fue el comienzo de una gran amistad.