Lana es una perra que fue recogida de la calle por una organización de rescate. Le consiguieron un hogar, pero no logró adaptarse a los nuevos dueños, por lo que fue devuelta.
Es por eso que la organización de Ontario, Canada, publicó una fotografía en la que aparece la perra apoyada en un rincón, con la cabeza sobre la pared y los ojos tristes.
La imagen se hizo viral rápidamente y le valió que la llamaran el “perro más triste del mundo”.
Pero Lana finalmente tuvo su final feliz: fue adoptada por una nueva familia y volvió a mostrarse contenta jugando con su pelota.