El Parlamento Vasco ha aprobado hoy la Ley de Adicciones, que no permite fumar y vender bebidas alcohólicas en espacios como estadios de fútbol y frontones, y que convierte a Euskadi en la primera comunidad que prohíbe el consumo de cigarrillos electrónicos en los lugares en los que se impide el tabaco.
Todos los grupos parlamentarios han respaldado la Ley vasca de Adicciones y Drogodependencias, excepto UPyD que se ha abstenido, un apoyo que el consejero de Salud, Jon Darpón, ha agradecido, ya que según ha explicado la nueva norma busca seguir protegiendo la salud, especialmente de los menores, y responder de manera “efectiva” a una cuestión “tan compleja y cambiante”.
La nueva norma, una vez publicada en el Boletín Oficial del País Vasco, prohibirá fumar en todos los espacios cerrados y semicerrados de uso público, con independencia de su titularidad pública o privada, como los estadios de fútbol, los frontones o las plazas de toros.
El texto explica que se entiende por espacios semicerrados todas las zonas ubicadas fuera de un local cerrado que estén cubiertas por techumbre o paredes en más del 50 % de su superficie.
La ley indica explícitamente que no se podrá fumar en las instalaciones deportivas, incluidas en las zonas colindantes “cerradas, semicerradas y al aire libre”, aunque en estas últimas podrán “habilitarse lugares anexos a los espacios de hostelería, que deberán estar claramente acotados y señalizados”.
La ley permitirá sin embargo fumar en las sociedades gastronómicas si así lo decide la mayoría de los socios en sus estatutos excepto si hay menores.
La norma también equipara las prohibiciones del tabaco con las del cigarrillo electrónico, por lo que en Euskadi no se podrá “vapear” en los espacios cerrados o semicerrados de uso público, como los establecimientos hosteleros.
Esto supone un paso más respecto a la regulación estatal, que en 2014 prohibió el uso de estos dispositivos en hospitales, centros educativos y edificios de la Administración, pero no en bares, restaurantes y otros espacios públicos cerrados.
De este modo Euskadi adopta la misa legislación que Malta, único país de la UE que ha equiparado tabaco y cigarrillo electrónico, lo que ha provocado el “malestar” de la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE) cuyo presidente, Alejandro Rodríguez, ha censurado que la Cámara vasca haya “hecho oído sordos al sector, a la comunidad médico-científica internacional y al resto de socios europeos”, y haya adoptado un “norma arcaica e injustificada”.
Además ha afirmado que la ley “condena al ostracismo a los 30.000 vapeadores vascos”.
En relación al consumo de alcohol, la norma no prohíbe su consumo en la vía pública, como establecía el proyecto de ley presentado por el Gobierno Vasco, por lo que su prohibición será regulada como hasta ahora por los ayuntamientos, pero sí queda prohibida la venta de alcohol en las instalaciones donde se celebren competiciones deportivas.
También prohíbes que se vendan bebidas de más de 20 grados en los centros de enseñanza a alumnos mayores de 18 años (como las universidades); en las dependencias de las administraciones públicas, en las estaciones de servicio de autovías y autopistas y en espacios recreativos, como parques temáticos y otros de entretenimiento.
En el texto también regula los clubes de cannabis para que puedan quedar legalmente constituidos, aunque se deja para un futuro el desarrollo de su reglamento, y se legisla sobre la publicidad de bebidas y tabaco, con especial énfasis en el colectivo de menores.
La ley prevé multas desde 600 euros por la comisión de infracciones leves, hasta los 600.000 euros por infracciones muy graves, que pueden suponer incluso el cierre temporal, total o parcial de la actividad del centro por un periodo de dos a cinco años.
Para el debate de hoy se habían dejado algunas enmiendas de los grupos parlamentarios, la mayoría de las cuales ha sido rechazadas y las aprobadas no han supuesto cambios de importancia.
Luis Javier Tellería (PNV) ha destacado que la ley supone un “avance” y Eva Blanco (EH Bildu) ha aplaudido que la prohibición de fumar o beber en los recintos deportivos se aplique a todas las personas por igual independientemente de si se sientan en una grada o en un palco VIP, algo que no ocurría hasta ahora.
Txaro Sarasua (PSE) ha valorado que la regulación del consumo de alcohol en las calles continúe en manos de los consistorios y Carmelo Barrio (PP) ha opinado que no procedía introducir los clubes de cannabis en esta norma.
Gorka Maneiro (UPyD) ha asegurado que comparte el espíritu de la norma pero ha calificado de “hipócrita” diferenciar entre bebidas de mas o menos de 20 grados.