| Facebook Instagram Canal de YouTube Twitter Formulario de Contacto
JN arriba
JN arriba

Eccema y molusco contagioso, dos problemas frecuentes en pediatría

Eccema y molusco contagioso, dos problemas frecuentes en pediatría

Esas erupciones, habituales en la piel de los niños, suelen ser un motivo de preocupación para sus padres. Una experta destacó aspectos clave para su manejo y control.

Los eccemas son un motivo muy frecuente de consulta en la población pediátrica. El término hace referencia a un proceso mediante el cual, en determinadas áreas, la piel se reseca, se enrojece, se pone áspera y produce picazón. “A veces tenemos eccemas que son únicos que responden a un contacto y también hay chicos que presentan una susceptibilidad a hacer eccemas. Hay chicos que tienen estas lesiones rojizas en la piel a repetición y eso lleva un nombre que se llama dermatitis atópica (DA)”, indicó la doctora Agustina Lanoël, dermatóloga pediatra, jefa del servicio de dermatología del Centro Paideia.

Una afección común

Aunque la causa exacta se desconoce, la DA es resultado de una combinación de condiciones hereditarias y otras cotidianas que desencadena la erupción roja y pruriginosa.

Se estima que en Latinoamérica, la dermatitis atópica afecta a cerca del 10% de los niños en edad escolar y, a nivel mundial, la prevalencia de DA es de aproximadamente del 20% en niños en edad escolar. “Esta es una enfermedad que ha aumentado notablemente su frecuencia en las últimas décadas. Aunque no sabemos bien por qué, es en los países desarrollados, la vida urbana, el estilo occidental, las familias de nivel socioeconómico y educativo alto y en familias pequeñas donde la enfermedad es más prevalente”, destacó la experta.

De este conocimiento, según señaló, surgen teorías para explicarlo como que la polución ambiental podría tener implicancias. “Está la hipótesis de la higiene, donde la exposición temprana a alérgenos ambientales y gérmenes no patógenos disminuiría la prevalencia de DA – en familias rurales y con gran número de hijos hay menos incidencia de DA-. Otra consideración serían baños con mucho jabón, perfumes, desinfectantes, productos más asociados a vida urbana occidental”, agregó.

El diagnóstico de esta afección en la piel se basa en las características clínicas de la enfermedad y, en general, es una entidad fácilmente reconocible para dermatólogos, pediatras y dermatólogos pediatras. “Muy raramente requieren estudios adicionales o son confundidos con otras entidades. De ser así una biopsia cutánea puede aclarar estas dudas pero es excepcional que sea necesario”, detalló Lanoël.

 Recomendaciones y tratamientos

El objetivo del tratamiento no es la curación, sino el control de los signos y síntomas de la enfermedad. Esto consiste en el manejo del brote propiamente dicho y en educación sobre medidas generales de cuidado de la piel para prevenir estos episodios o para que, de ocurrir, sean más leves.

Cuando el eccema está presente en la superficie de la piel, el tratamiento básico es a través de la aplicación de cremas con corticoides sobre la superficie de las lesiones. Según la experta, “una vez superado el cuadro, es necesario mantener y cuidar la piel para que aquel niño o niña que es susceptible a presentar eccemas no los tenga o pueda separar los brotes”, indicó la experta que también es médica del servicio de dermatología del Hospital Nacional de Pediatría Juan P. Garrahan.

En este sentido, durante el brote hay un tratamiento específico que consiste en la humectación de la piel y la aplicación de crema con corticoides. “Depende del grado del eccema que, en general en la infancia son leves y moderados y siempre los podemos tratar de manera satisfactoria, pero hay casos excepcionales que pueden llegar a requerir medicaciones”, agregó.

Es importante la educación de la familia para reconocer y evitar los factores desencadenantes.

Los expertos consideran que la principal meta es el tratamiento no es la curación (iStock)

Los expertos consideran que la principal meta es el tratamiento no es la curación

La DA es una erupción que causa mucha comezón. Gran parte del daño de la piel se produce por el rascado y el frotado, acciones que el niño no puede controlar. Para el manejo de la picazón, que es la principal molestia del eccema ya que intranquiliza tanto a la familia como al niño y altera muchas veces el sueño, se le puede dar al niño antihistamínicos. Los que mejor funcionan son aquellos que tienen poder sedativo, pero es importante aclarar que no eliminan las lesiones sino la picazón. Al eliminar esta molestia, de acuerdo a la doctora Lanoël, se corta un círculo vicioso mediante el cual el niño se rasca sobre las lesiones que le pican que evita que la piel se cure.

Etapas de la vida

La dermatitis atópica es una patología que suele presentarse en la primera y segunda infancia. En particular, se lo puede observar en los primeros cinco años de la vida, pero también es frecuente en niños de hasta 12. “En una gran mayoría de los casos la enfermedad remite o mejora notablemente de forma espontánea cuando el niño crece”, dijo Lanoël.

Localización en el cuerpo

En los bebés, la erupción generalmente comienza en la cara o sobre los codos y rodillas, áreas fáciles de rascar y frotar. Posteriormente en la infancia, la erupción se ubica característicamente en los pliegues de los codos y las rodillas.

Vivir con eccemas

El hecho de que el niño presente DA, no constituye ningún impedimento para el desarrollo de las actividades en el jardín de infantes o en la escuela. “Son niños normales que tienen la susceptibilidad de tener eccemas, como existen otros con otras susceptibilidades a desarrollar otitis o broncoespasmos, por ejemplo. En general la familia adquiere un manejo y, como sucede en todas las enfermedades, la educación de cómo prevenirla y tratarla que se genera a través de la relación médico paciente permite que los niños puedan realizar sus actividades con total normalidad”, destacó la especialista en dermatología pediátrica.

Es importante tomar las medidas necesarias para prevenir que salgan las lesiones del eccema y, para ello, el tipo de jabones que se usa tiene un valor clave. Estos deben ser suaves para no afectar el PH y humectar la piel.

Las estimaciones consideran que entre un 5 y un 11% de los niños podrían presentar lesiones de molusco contagioso

Las estimaciones consideran que entre un 5 y un 11% de los niños podrían presentar lesiones de molusco contagioso

Molusco, otra consulta frecuente 

Muchas veces, se presentan a la consulta con el especialista niños que tienen lesiones en la piel que se las conoce como molusco contagioso. A pesar de que es una erupción habitual en los chicos, hay muchos padres que nunca han oído hablar sobre él. Sin embargo en la mayoría de los casos el molusco contagioso es un problema sin importancia que se cura solo, con el paso del tiempo.

“La incidencia exacta no se conoce, aunque se estima que entre un 5-11% de los niños podrían presentar lesiones de molusco contagioso. Si sabemos que es un motivo frecuente de consulta al dermatólogo pediatra. Los moluscos son una infección viral en la piel. El virus, que por supuesto microscópico, produce unas ‘pápulas’, que son como pequeñas verruguitas color piel. Hay chicos que presentan pocas lesiones y hay otros que le van saliendo cada vez más”, indicó la doctora Lanoël.

Los bultitos suelen ser blandos y suaves al tacto y muchos de ellos son umbilicados, es decir, tienen la parte central hendida.

Fácil transmisión

Los niños pueden contraer esta infección de varias formas diferentes. Se contagia con facilidad, generalmente a través del contacto directo piel con piel, pero los niños también la pueden contraer tocando objetos que han entrado en contacto con el virus, como juguetes, ropa de vestir, toallas y ropa de cama. También la pueden contraer a través de agua infectada por el virus.

Cuando un niño contrae el molusco contagioso, esta infección se puede extender por su cuerpo si el niño se rasca o frota las protuberancias y luego se toca otra parte del cuerpo.

Una infección benigna

A pesar de ser tan contagiosa, esta es una afección es totalmente benigna que remite sola. “El momento en el que se le va a cada chico es desconocido pero se sabe que, en un promedio de 18 meses, todos los moluscos desaparecen. Puede haber niños a los que se les va a los tres meses y otros a los cuatro años, pero siempre se va”, detalló la experta.

Esta infección puede resultar un problema en los casos de niños que presentan muchas lesiones, desde el punto de vista estético si están en la cara. También, en una minoría de los casos, estas lesiones pueden picarle al niño o generarle un eccema alrededor del molusco. En lo social, presentar este tipo de erupción puede dejarlos afuera de algunas actividades recreativas, como ir a bañarse en una pileta o a hacer alguna actividad en un club. “Cuando pasan estas cosas estamos obligados a ofrecer algún tipo de tratamiento, aunque la enfermedad es benigna y auto involutiva con el tiempo”, agregó.

Sacar las lesiones

En algunos casos, los padres del paciente concurren a la consulta con el especialista para pedir que les saquen de la piel estas lesiones. Sin embargo, la doctora Lanoël refirió que en este escenario se busca desarrollar un diálogo con la familia orientado a la búsqueda de lo mejor para el niño. “En general suelo ofrecer sacar los moluscos, sobre todo cuando recién salen y el niño tiene pocas lesiones”, agregó la especialista.

A pesar de que se trata de un procedimiento indoloro y poco traumático, la experta sostiene que siempre es importante charlar con la familia y el niño para evaluar qué es lo mejor en función de sus expectativas. El curetaje, tal como se conoce a la técnica de remoción de estas pápulas, consiste en la aplicación de una crema anestésica sobre las mismas para dormir la piel y el uso de un instrumento similar a una “Cucharita de metal”, que no tiene filo, para proceder a extraerlas. “En general, esta intervención es bien tolerada. Muchas veces el paciente puede estar jugando con una Tablet o un celular y no notar que se le están extrayendo las lesiones”, explicó.

Molusco en casa

Como medida de prevención, para evitar el contagio a otros miembros de la familia, debe evitarse el contacto físico con individuos infectados. El molusco se adquiere por contacto piel a piel pero también a través del contacto con objetos contaminados, tales como toallas, ropas o juguetes. Es importante, como medida preventiva, no compartir toallas o elementos de higiene personal.

Comentarios

comentarios

Relacionadas

Responder