Con un Scola brillante y una gran actuación colectiva, la Selección masculina de básquet venció a Puerto Rico por 84 a 66 y consiguió la medalla dorada en los Juegos Panamericanos. Aplausos…
Fue una noche dorada, definitivamente. Este domingo quedará en la historia del deporte argentino. Un rato después del título de la Selección de vóley y del triunfo de la de handball para llegar a la final, el básquet entregó otra actuación para los libros. Los dirigidos por Sergio Hernández vencieron por 84 a 66 a Puerto Rico y se quedaron con la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima.
Fue la segunda vez en la historia que una Selección de básquet consigue el máximo premio en los Panamericanos (la anterior fue en Mar del Plata 1995). Y esta vez lo hizo de la mano de un eterno gladiador que el mundo lo conoce como Luis Scola. A sus 39 años, Luifa anotó 38 puntos para convertirse en el jugador más importante de la final.
Y, por supuesto, que Scola estuvo bien acompañado. Facundo Campazzo acumuló 10 puntos y 12 asistencias. Patricio Garino y Gabriel Deck marcaron 11 tantos cada uno. Y la lista es larga. Porque el equipo de Sergio Hernández fue justamente eso: un grupo que consiguió lo que fue a buscar y que sumó horas de vuelo pensando en el Mundial de China.
Argentina llegó a este oro tras vencer a Uruguay por 102 a 65, de ganarle a República Dominicana por 102 a 97, de caer ante México por 72 a 64 y de derrotar a Estados Unidos en semis por 114 a 75.
“Estamos a punto de ser campeones Panamericanos disfruten, jueguen”, les había dicho Sergio Hernández a sus muchachos en la previa. Y así fue… Disfrutaron, jugaron y le entregaron al DT su primer título oficial en la Selección.
Fuente: Diario Olé