“En general, el informe de quienes tenían alguna mascota era de más actividad física, mejor alimentación y un nivel ideal para la glucosa sanguínea. Los más beneficiados de tener una mascota fueron los dueños de perros, independientemente de su edad, sexo y nivel de educación”, comenta la Dra. Andrea Maugeri, investigadora del Centro Internacional para Investigación Clínica del Hospital Universitario Santa Ana de Brno y de la Universidad de Catania en Sicilia, Italia.
El estudio primero estableció los valores basales de salud e información socioeconómica de más de 2000 personas de la ciudad de Brno en la República Checa, entre enero de 2013 y diciembre de 2014. Luego, se programaron evaluaciones de seguimiento a intervalos de 5 años hasta el año 2030.
En la evaluación del año 2019, el estudio analizó a 1769 personas sin antecedentes de enfermedad cardíaca y les asignó una puntuación basada en las conductas y los factores de salud ideales de Life’s Simple 7 (Los simples 7 de la vida), según lo resume la Asociación Americana del Corazón y que son: índice de masa corporal, alimentación, actividad física, tabaquismo, presión arterial, glucosa sanguínea y colesterol total.
El estudio demuestra una relación entre tener un perro y salud cardíaca, lo que coincide con la declaración científica de la Asociación Americana del Corazón respecto a los beneficios de ser dueño de un perro en cuanto a actividad física, participación y reducción del riesgo para enfermedades cardiovasculares.
La Dra. Maugeri dice que los resultados del estudio respaldan la idea de que la gente puede adoptar, rescatar o comprar una mascota como una posible estrategia para mejorar su salud cardiovascular, siempre y cuando el hecho de tener una mascota los lleve a adquirir un estilo de vida de mayor actividad física.
El Dr. Francisco López Jiménez, presidente de la División de Cardiología Preventiva de Mayo Clinic en Rochester, sostiene que tener un perro puede inducir a sus propietarios a salir, moverse y jugar regularmente con el animal. En otros estudios, también se vinculó al hecho de tener un perro con mejor salud mental y menor percepción de aislamiento social, que son factores para un ataque cardíaco.
El estudio se llevó a cabo en colaboración con Mayo Clinic, el Centro Internacional para Investigación Clínica del Hospital Universitario de Santa Ana y la Universidad de Catania. El estudio contó con el respaldo del Programa Nacional de Sostenibilidad y del Fondo Europeo para Desarrollo Regional.
Fuente: Ambito