Un estudio halló una relación directa entre la dieta mediterránea y las bacterias de la flora intestinal relacionadas a un envejecimiento saludable.
Se dice que el desayuno es la comida más importante del día. Pero ahora un reciente estudio mostró que elegir una dieta mediterránea para comenzar la mañana podría acarrear beneficios para los adultos mayores, ya que esta elección aumentaría la cantidad de bacterias buenas en el intestino y disminuiría los microbios en solo un año.
La investigación científica, publicada en la revista académica British Medical Journal (BMJ), analizó 612 personas de entre 65 y 79 años provenientes de cinco países europeos.
Las conclusiones arrojaron que aquellas personas que siguieron esta dieta por un año presentaron numerosos efectos positivos sobre las bacterias intestinales asociadas a un envejecimiento más saludable.
En concreto, aquellos que siguieron a rajatabla la dieta mediterránea desaceleraron la pérdida de la diversidad de bacterias intestinales. También presentaron un aumento en las bacterias relacionadas con una mejor función cerebral, indicadores de fragilidad reducida, como la fuerza de agarre, la velocidad al caminar y una menor producción de inflamación dañina en los músculos y articulaciones.
Los científicos analizaron los cambios que ocurren en las bacterias intestinales de estas personas, y se toparon con que aquellos que desayunaron a lo “mediterráneo” aumentaron sus bacterias vinculadas a la producción de ácidos grasos de cadena corta, que pueden desempeñar un papel importante en el mantenimiento de la salud y evitar enfermedades, y la disminución de las bacterias relacionadas con algunos ácidos biliares asociados con el cáncer y otros efectos adversos.
Las bacterias “buenas” que producían los adultos mayores participantes en la investigación ambién desempeñaron el papel de especies “clave” en los intestinos, lo que aumentó la estabilidad del microbioma intestinal y reduciendo las bacterias “malas”.
En qué consta el desayuno mediterráneo
- Café, infusiones, leche con cacao o jugo de naranja natural.
- Tostadas con aceite de oliva y tomate, frutos secos, cereales, embutidos, fruta y yogur.
Fuente: Ambito
