Los servicios de emergencias han hablado con los supervivientes, que llevan desde el miércoles por la tarde bajo los escombros
Solo los rescatadores y las familias guardaban alguna esperanza, pero ha sucedido. Tras un día y medio de trabajos en el hotel sepultado por una avalancha de nieve en Farindola (Abruzos), han sido halladas con vida seis personas en un primer momento, según las autoridades. Minutos después, los medios locales y un miembro de la Cruz Roja italiana han elevado la cifra de supervivientes a ocho personas.
Los equipos de rescate, con la ayuda de perros y sondas de rastreo, llevaban horas llamando a los supervivientes hasta que han oído la respuesta de varias personas aún sepultadas en el hotel. De los ocho rescatados hasta el momento hay tres hombres y tres mujeres -entre ellas una niña- y otro menor. Falta por confirmar la identidad del octavo rescatado. Forman parte de las más de 30 personas (entre trabajadores y clientes) que permanecían desparecidas bajo los escombros del hotel, destruido tras la avalancha de nieve que provocaron los cuatro terremotos de magnitud 5 con el epicentro cercano a la zona del pasado miércoles.
Algunos de los aproximadamente 150 trabajadores de emergencia han podido hablar con los supervivientes y han solicitado helicópteros para evacuarlos. Llevan desde el miércoles por la tarde debajo de los escombros y una de las heridas ya se encuentra en el exterior y de camino al hospital de Pescara. “Están vivos y estamos hablando con ellos”, ha asegurado por teléfono a la agencia Reuters el portavoz de la brigada de incendios Luca Cari, que se encuentra en el lugar de los hechos.
La carretera que conduce hasta el hotel permanecía esta mañana prácticamente cortada en su totalidad, pero una turbina quitanieves ha terminado de limpiarla minutos antes de que las ambulancias salieran disparadas desde Penne hacia el lugar del rescate. Sin embargo, los heridos serán transportados en helicóptero hasta el hospital de Pescara, de mayor tamaño, pero más alejado: a unos 40 kilómetros. Cuando los trabajadores de salvamento llegaron en la madrugada del jueves, solo hallaron con vida a dos personas que habían salido del hotel antes del alud y que quedaron encerradas en un automóvil durante horas. Ayer, los servicios de emergencia localizaron cuatro cadáveres. Una veintena de personas continúa desparecida.
Esta mañana, las autoridades prácticamente no albergaban ninguna esperanza de encontrar a ningún superviviente. Ni siquiera algunos de sus amigos. Martina Rossi, una trabajadora del hotel Rigopiano que había salido dos días antes (justo en el momento que una máquina quitanieves pudo limpiar el lugar), rompía a llorar y recordaba a sus compañeros. “Todos tenían menos de 30 años. Éramos como una familia. Yo he tenido mucha suerte, ha sido un milagro. Pero es tan injusto…”. Según esta trabajadora, solamente podían haberse salvado si en el momento de la avalancha se encontraban en el spa o en las cámaras frigoríficas. “El resto [de las estancias] ha quedado arrancado por la fuerza de la avalancha” que arrastró el hotel diez metros de sus cimientos, explicaba mostrando las fotos publicadas. No se sabe por el momento si los rescatados son clientes o personal del hotel.
Fuente. El Pais