Hidroponía HidroFlora nació en 2012, de la mano de Silvina Beltrán, por la decisión de encontrar una forma de vida más saludable y hacer crecer sus propios vegetales. En un clima hostil como el patagónico, se dificulta la producción durante el año, por lo cual surgió la idea de comenzar con cultivos hidropónicos.
“Entré en tema con un curso que hice con los pioneros de la hidroponía en el país, Arturo y Mónica de la Escuela Vivero Villa Mónica en el Delta del Tigre, para luego seguir capacitándome en México y en el Laboratorio de Hidroponía de la Universidad Federal de Santa Catarina, de Brasil”, nos cuenta Silvina, proactiva, expeditiva y apasionada con su proyecto.
En este tipo de cultivos, se utiliza solo el 30% del agua que se consume con los tradicionales en suelo. Además, al recibir periódicamente los nutrientes regulados y equilibrados, la planta crece más rápido, y más aun en un ambiente como es un invernadero, donde se controla la humedad, la temperatura y la radiación solar.
Transitando la avenida Bustillo que bordea el lago Nahuel Huapi, en la ciudad de San Carlos de Bariloche, un original invernáculo se descubre a la altura del km 6 y despierta la curiosidad de los vecinos. “Elegimos el invernáculo geodésico porque nos resultó atractivo, moderno y funcional; acá también recibimos la visita de nuestros clientes y amigos, siempre con un brunch de por medio”.
Si bien allí se exponen en cultivo algunas de las especies en los “estantes” de caño de PVC, el lugar funciona como showroom, ya que el grueso de la producción se lleva a cabo en dos invernaderos con una capacidad total de 6.500 plantas, en unos 115 m2.
Los primeros cultivos fueron diversos tipos de lechugas, aromáticas, tomates, berenjenas, pepinos, pimientos, azafrán, amaranto. Al inicio, era necesario estudiar su evolución y desarrollo en los sistemas hidropónicos, ya que el clima de Bariloche representaba un gran desafío. Además, siempre sostuvieron la premisa de trabajar completamente de forma orgánica, sin utilización de agrotóxicos ni de hormonas.
Actualmente tienen en cultivo una amplia variedad gourmet, como hojas asiáticas (shiso púrpura, tatsoi, pak choi, mizuna), kales (ruso, crespo y rojo), portulaca, coleus, acedera roja y verde, entre otras. Lo más buscado por los chefs son sus flores comestibles, como borraja (azul y blanca), nasturtium, clavel de moro, oxalis. También tienen finas hierbas y aromáticas, y dentro de las más originales está laMentha suaveolens ‘Variegata’ o menta jaspeada.
Las semillas germinan en las celdas de espuma fenólica y luego se trasplantan a los sistemas NFT (nutrient film technique), basados en la circulación de una lámina de solución nutritiva por los sistemas. Sobre la cubierta de los caños se hacen agujeros, donde se coloca la planta. El otro elemento de este sistema es un recipiente que contiene la solución nutritiva, que se bombea hasta la parte superior y comienza a descender, hasta mojar las raíces y caer al recipiente contenedor.
“Nuestros clientes son restaurantes, hoteles, salones de eventos y convenciones, cervecerías y casas de té”. La lista de chefs que forman la clientela de Silvina es bien extensa y ella los conoce mucho a todos. Las entregas en Bariloche y Villa La Angostura se hacen en forma personal, como parte del proceso de calidad que les gusta imprimir a su trabajo.
“Las entregas son a pedido. Se les consulta a los chefs al principio de cada temporada cuál es su preferencia y así planificamos la siembra. Se entregan los productos seleccionados por tamaño, en bandejas herméticas, cuidando su calidad y frescura“. Incluso provee servicios de asesoramiento y puesta en marcha de sistemas hidropónicos, como lo hizo con el reconocido chef Víctor García (@elgordococina), que hoy cultiva hojas, flores comestibles, aromáticas y tomates reliquia en su balcón terraza de Buenos Aires.
Evidentemente Hidroflora vino a llenar un espacio vacío y rápidamente tuvo éxito. En 2015 fueron reconocidos con el premio CAME Nacional por Impacto Empresarial, de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa. Y luego, en el mismo año, fueron invitados al Encuentro Brasileño de Hidroponía, organizado por la Universidad de Santa Catarina, a disertar sobre su proyecto, experiencia y conocimiento. Así, siguen afianzando el deseo de expandir su trabajo, difundiendo este método de cultivo, incluso con la idea de transmitir sus conocimientos en escuelas y comedores comunitarios, para que puedan autoabastecerse.
“El proyecto incluye ubicarnos en los polos gastronómicos más importantes del país, para brindar un producto de alta calidad, fresco y saludable”.
Fuente: La Nación