Al equipo de Bauza le quedan ocho fechas para meterse en zona de clasificación, pero seis compromisos son de alto riesgo
Si en el cuerpo técnico de la Selección ya andaban con la calculadora a mano por ocupar el quinto puesto en las Eliminatorias, ahora piensan en llevarla a todos lados. Es que la sanción contra Bolivia perjudicó a Argentina, que cayó al sexto lugar por diferencia de goles a favor. Chile avanzó un casillero y Paraguay está muy cerca de la línea del combinado nacional.
El presente es complicado y aunque hay optimismo por el regreso de Lionel Messi, no será sencilla la doble jornada próxima. El 10 de noviembre, Argentina visitará al líder Brasilen Belo Horizonte, mientras que después recibirá en San Juan a Colombia (el martes 15).
En marzo del año que viene, los del Patón volverán a presentarse en condición de local en otro cotejo que puede presentar dificultades, teniendo en cuenta los últimos cruces. Chile, uno de los que pasó a ser rival directo, tratará de amargar nuevamente a la Albiceleste. Y unos días más tarde, habrá que visitar a la altura de La Paz, en el siempre adverso Hernando Siles.
A fines de agosto y principios de septiembre de 2017, puede definirse el futuro de la Selección. Primero visitará a Uruguayen Montevideo y más tarde tendrá la obligación en casa frente a uno de los oponentes más accesibles en los papeles: Venezuela.
Sobre el cierre del certamen, Argentina será anfitrión de Perú, en el segundo encuentro que se plantea -a priori- como ganable, teniendo en cuenta el puntaje y la actuación mostrada por los incaicos hasta acá. Y en la última fecha, puede llegar a jugarse la clasificación en la altura de Quito ante Ecuador, una de las revelaciones.
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