La compañía petrolera Shell desarrolló un prototipo pequeño de tipo urbano que consume menos de tres litros por cien kilómetros recorrido. Cómo funciona esta opción de transporte ecológico.
Shell Concept Car es una expresión más del avance de la tecnología en el espectro de la movilidad. Comulga con las nuevas directrices de la industria: el viaje urgente hacia una mecánica de propulsión sustentable en procura de reducir el impacto ambiental.
El prototipo presentado a nivel mundial nació desde la premisa madre de potenciar la eficiencia energética. Tales pretensiones son el fruto del despliegue de la tecnología más avanzada y de unproceso de co-ingeniería en el que motor, lubricante y carrocería fueron diseñados en conjunto por un equipo de trabajo compuesto por expertos de Shell, Geo Technology y Gordon Murray Design.
Sugiere un paso de transición hacia los vehículos eléctricos del futuro, aquellos que proscriban su adopción a los motores de combustión fósil. Una escala intermedia hacia el advenimiento irrevocable de la sustentabilidad al servicio del sistema de movilidad. Encuadra su rol como un auto de orden urbano, de tres plazas, con una mecánica de propulsión de gasolina con tres cilindros, una velocidad máxima de 156 kilómetros por hora, un coste mínimo de producción y un nivel de consumo de 2,6 litros cada cien kilómetros, un rango de eficiencia aspiracional para cualquier otro vehículo de calle.
ES UN VEHÍCULO PARA EL ÁMBITO URBANO: MIDE SÓLO 2,5 METROS DE LARGO Y PESA APENAS 550 KILOGRAMOS
El Salón de Beijing ofició de cita para la presentación del concept car de Shell, un vehículo sin pretensiones estéticas, declaraciones de opulencia y rasgos lujosos. Sus propiedades más características revisten carácter de sostenibles: desde su consumo energético hasta las formas de fabricación procuran una utilización de materiales exentos de dióxido de carbono. Para la carrocería y la estructura se empleó fibra de carbono reciclada, un elemento de fabricación que reduce drásticamente el costo total en comparación a un coche de acero convencional. Muchos de sus componentes se han valido de la tecnología de impresión 3D que además acelera el proceso de construcción. Gracias a tales efectos, el vehículo podrá ser reciclado al final de su vida útil.
La compañía petrolera anunció que de su caudal de productividad se puede ahorrar un 34% del consumo de energía primaria. Para ello ha desarrollado un lubricante ligero que reduce el consumo hasta un 5% y baja las emisiones contaminantes de dióxido de carbono en 4,67 gramos por kilómetro. Por eso los componentes del motor del Shell Concept Car fueron diseñados para operar con fluidos de baja fricción.
