Con el ‘Pongo tapanuliensis’, natural de Sumatra, pasan de seis a siete las especies de grandes simios que existen hoy en día.
Un grupo de científicos ha identificado una nueva especie entre los grandes simios: se trata del Pongo tapanuliensis –también conocido como orangután de Tapanuli–, y con él pasan de seis a siete el número de especies de grandes simios que existen hoy en día. Se trata de la primera especie de gran simio descubierta en 88 años.
Por desgracia, se teme por su supervivencia, ya que los Tapanuli, endémicos de la isla de Sumatra, conforman una pequeña población y además se hallan en una situación muy vulnerable, ya que viven en un hábitat amenazado. En concreto, según los investigadores, no hay más que unos ochocientos primates de esta especie.
Los orangutanes, que se encuentran entre los grandes simios, un grupo que también incluye a chimpancés (Pan troglodytes), bonobos (Pan paniscus) y gorilas (Gorilla beringei y Gorilla gorilla), están entre nuestros parientes más cercanos en el reino animal –con ellos compartimos el 97% de nuestro ADN–. Entre ellos, hasta ahora se reconocían dos especies diferentes: losorangutanes de Borneo (Pongo pygmaeus) y los de Sumatra (Pongo abelii). Con este nuevo hallazgo, serían tres.
“Es increíblemente emocionante descubrir una nueva especie de mono”, reconoció Serge Wich, profesor especializado en Biología de Primates en la Universidad John Moores, de Liverpool (Reino Unido), y coautor de esta investigación. Asimismo, destacó que resultó un shock para el equipo dar con una población tan distinta cuando los orangutanes de Sumatra se encuentran a solo un centenar de kilómetros de distancia.
Wich no oculta sus mayores temores respecto a la supervivencia de esta especie de orangutanes, que viven en los bosques de Batang Toru, en el norte de Sumatra, en un área de aproximadamente 1.000 kilómetros cuadrados: “Lo que resulta preocupante es que estas especies se encuentren bajo una gran amenaza: en esa zona hay caza, una mina de oro y han planeado (construir) una planta hidroeléctrica en un área en la que encontramos una densidad muy alta de esta nueva especie”.
Al hablar de caza, se refieren a la caza ilegal de la que son víctimas estos grandes simios y que los tiene al borde de la extinción. También contribuye a esta preocupante situación la deforestación provocada por la acción del hombre –que en ocasiones no duda en provocar incendios para ganar terreno cultivable– y que los deja sin hábitat y sin alimento, lo que llega a conducirlos hasta la muerte por inanición.
Las bases del estudio
La investigación se ha sustentado en el análisis del esqueleto de un macho adulto muerto durante un conflicto con aldeanos del lugar, un estudio genético de los orangutanes –que señala la división evolutiva que se produjo hace más de tres millones de años respecto a otros orangutanes– y un estudio de sus diferencias de comportamiento y hábitat llevado a cabo desde 2006. Por ejemplo, a nivel físico, estos Tapanuli se distinguen de otros orangutanes en su cabello más encrespado y en sus cabezas, que son más pequeñas. También son diferentes por su dieta o por los fuertes sonidos que emiten los machos para anunciar su presencia –se les puede escuchar incluso a un kilómetro de distancia–.
La doctora Marina Davila-Ross, de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) y también coautora del estudio, publicado en la revista Current Biology, explicaba cómo le sorprendieron las diferencias genéticas, morfológicas y de comportamiento de los Tapanuli respecto a los otros orangutanes de Sumatra y Borneo.
Los científicos advierten de que si no se toman medidas de inmediato para reducir las amenazas actuales y aquellas que puedan sobrevenir en el futuro para conservar el hábitat en el que estos animales viven, “es posible que veamos el descubrimiento y la extinción de una especie de gran simio en el transcurso de nuestra vida”.