El arquitecto mexicano Miguel Aragonés patentó un nuevo sistema constructivo llamado Prefabricado Inteligente. Su construcción tiene un costo que oscila entre USD 550 y 1.500 por m2 y hay que disponer de un terreno para su edificación
El reconocido arquitecto mexicano Miguel Ángel Aragonés (multi premiado y con trabajos realizados en su país y la región), luego de varios años de investigación creó la denominada “Casa PI” cuyas siglas significan Prefabricado Inteligente, tratándose de un nuevo sistema constructivo que tiene como protagonista principal al aluminio.
Fue patentado en Suiza, y este método edilicio se basa en un diseño integral que conjuga la estructura de la casa con el mobiliario y las nuevas tecnologías de automatización en la arquitectura. Para edificarse, el interesado debe disponer de un terreno propio.
Miguel Ángel Aragonés, del Taller homónimo, como llama a su estudio, detalló a Infobae, que, “es un sistema a base de aluminio ensamblado con un perfil universal que tiene una serie de mecanismos que lo ensamblan y funciona como estructura, tanto en vertical como en horizontal. La piel de la casa también es de aluminio y en eso radica su facilidad de armado y su materialidad. Me atrevo a decir que no existe un precedente salvo el de Jean Prouvé (nacido en Nancy, y fallecido en 1984, también en Francia, herrero, arquitecto y diseñador, quien hizo varias creaciones y edificaciones en aluminio), que vagamente investigó sobre el aluminio pero nunca concretó una idea de ensamblaje a este nivel”.
Otra diferencia que puntualizó Aragonés, es que se trata de una vivienda que se arma previamente y se ensambla en el terreno que corresponde (en la Argentina empieza a ser corriente que se edifiquen edificios de acero y se armen con piezas estilo mecano).
La casa PI, hecha de 180 m2, y dos niveles, se hizo en sólo 45 días en México. Con un diseño futurista y amplias ventanas que conectan el interior con el exterior, algo muy buscado desde que llegó el COVID-19.
Aragonés remarcó que su traslado es sencillo, “los 180 m2, por poner un ejemplo, entran en un contenedor y medio. Pensamos este sistema constructivo para lugares donde la mano de obra es más escasa y costosa, puede propagarse en México, y creemos que es ideal para lugares como California (Estados Unidos) y Tokio (Japón). Aunque es práctica para familias o propietarios que quieren resolver la edificación de su hogar en un corto plazo de tiempo”.
Porqué la elección del material
Optaron por generar este sistema con el aluminio como eje, por tratarse de un material liviano, eficiente, resistente, de fácil instalación y ecológico. Además, con el paso del tiempo mantiene sus condiciones estructurales por lo cual se trata de una vivienda de bajo mantenimiento.
Su ensamblaje es dinámico y una casa de 180 m2, se levanta con una cuadrilla de 8 personas. En cuanto a las herramientas que se necesitan, lo principal son las llaves Allen y taladros, “lo más complicado, es el traslado y colocación de los cristales, porque se requiere una polea manual para subirlos y bajarlos, con cuidado pero tampoco es tan difícil”, comentó Aragonés.
La vivienda se estructuran sobre platea o estructura metálica, que permite hacer las conexiones sanitarias y todo el cableado eléctrico. En su interior, cómo toda construcción modular, se cierra con paneles que pueden ser de madera, laca, chapa, tela o del material que se elija.
Este sistema de construcción modular optimiza recursos. Los muros, a base de paneleados de sobreposición, son el acabado final que recubre las capas de aislamiento térmico y acústico. Las instalaciones eléctricas e hidráulicas están diseñadas mediante piezas enroscables y enchufables que evitan el trabajo de soldaduras y conexiones complicadas.
También puede edificarse en cualquier zona, porque se adapta a todos los climas, y se puede levantar sobre terrenos planos, ondulados, con desniveles, entre otros.
Por ser un sistema modulare, se pueden hacer viviendas sociales hasta de alta gama, donde la variación de los costos estará en las terminaciones, superficies y mobiliarios.
Para crear este sistema, tardó cerca de 10 años y su taller hizo pruebas en un hotel que edificaron en Los Cabos en Baja California Sur, México.
“Fue todo un desafío, porque se trató de un proyecto de 300 habitaciones, y allí, hicimos un trabajo modular, pero combinamos la construcción tradicional con el aluminio, y toda la prefabricación del sistema la realizamos con el mismo que utilizamos en esta casa de aluminio. Demandó una inversión de 200 millones de dólares”, contó el profesional mexicano.
Los primeros módulos los prefabricaron en Italia, porque la idea original era lanzar la casa PI en Milán, donde Aragonés y su taller, tenían una invitación para presentar este prototipo, pero la llegada de la pandemia hizo cambiar la situación, obligando a desarrollar la culminación y lanzamiento del sistema en México.
En sus orígenes, el estudio que dirige Aragonés, se enfocaba en la vivienda de interés social y después por las circunstancias fue perfilándose hacia diferentes segmentos, “y puedo decir que he construido desde la casa más económica hasta la casa más compleja y costosa que pueda existir. Hemos edificado viviendas que se comercializan en USD 4 millones, hasta de 30.000 dólares. Pero siempre de manera digna, pensando en lo sustentable y con terminaciones de calidad y prolijas”, concluyó.
Fuente: Infobae