La celebración llega en un momento complicado a causa de la reciente helada tardía en las regiones en las que se produce esta variedad. Sin embargo, su calidad no deja de sorprender al planeta y promete un gran futuro en la industria
El 24 de noviembre se celebra en la Argentina el Día del Vino, ya que en esa fecha se la declaró Bebida Nacional para resaltar el valor de la vitivinicultura. Y si bien la cosecha 2023 viene complicada por la gran helada de fines de octubre, la calidad, la diversidad y, sobre todo, el gran potencial que ostenta el Malbec, le asegura un gran futuro a toda la industria.
No hay que dejar que la rama tape el bosque o, en este caso puntual, tratar de ver la parte llena de la copa. Es evidente que el vino argentino es importante, aunque muchos aún no lo tengan en cuenta. Es la bebida nacional desde 2010 por el decreto 1800 y la Ley 26870, por ser un producto de la tierra con cinco siglos de historia, por ser muy importante social y económicamente hablando, también por la reconversión de la industria que sucedió en los años ‘90 y la calidad de los vinos logrados desde entonces. Es por ello que el vino argentino es considerado un “honorable embajador en el mundo”.
Algunos sostienen que en la balanza comercial no pesa tanto (menos del 1%). Sin embargo, su imagen positiva y mensaje aporta mucho más que dólares a la economía, ya que cada vez son más los turistas que llegan al país para disfrutar de los atractivos ecoturísticos. A su vez, muchos empresarios deciden invertir en el país seducidos por el Malbec, a pesar de las controversias y adversidades económicas locales. Esto significa que el vino influye de alguna manera en el desarrollo del país y por eso también merece un día propio.
También eso explica por qué las malas noticias climáticas de fines de octubre trascendieron al ámbito de la industria. Las dos noches finales de octubre, después de tres décadas, fueron las más largas y oscuras para productores y bodegas de nuestro país. Las condiciones atmosféricas trajeron consigo heladas tardías, una de las adversidades climáticas más difíciles de enfrentar para la agricultura en general y la vitivinicultura en particular. Los daños de estos eventos suelen tornarse visibles con el paso de los días, pero esta vez, dos noches de temperaturas bajo cero durante largos períodos de tiempo, los han dejado a la vista de inmediato. Con eventos que comenzaron de manera parcial a inicios de octubre en todas las zonas productivas del país, esta vez se hicieron sentir de manera más generalizada en las de mayor producción vitivinícola del oeste, desde la Patagonia en la noche del domingo, hasta los Valles Calchaquíes.
Bodegas de Argentina, la asociación más importante de bodegas del país, manifestó la preocupación de productores y bodegas frente al nivel de pérdidas y solicitó al estado nacional, estados provinciales y municipales el acompañamiento económico que tan extrema situación amerita. Es que las mermas en la producción, que en algunos casos llegan a ser totales, deben ser amparadas por los mecanismos de crisis previstos para estas situaciones, con el solo objetivo de controlar un stock y una producción que está vez, será dominada por la escasez. En otras palabras, el vino en 2023 aumentará más allá de la inflación. Claro que esta no es una buena noticia, pero en este caso las causas fueron naturales y solo queda adaptarse.
Infobae dialogó con Javier Merino, titular de la Consultora de Área del Vino, para entender hasta qué punto puede perjudicar esto al desarrollo del vino argentino de los últimos años. “Si bien es prematuro, estimamos que entre 13.000 y 20.000 hectáreas de todas las regiones han sufrido pérdidas que van del 30% al 100%”, aseguró.
“Pero más allá de la escasez y el aumento de precios que esto generará, la competitividad será más agresiva y los productos sustitutos se beneficiarán, todo esto en un marco de inestabilidad política debido a las elecciones. Además, Argentina sigue siendo uno de los países del mundo con mayor carga impositiva comparada con las rentas de las empresas y además con impuestos muy distorsivos”, agregó el reconocido analista del sector.
Por suerte, el vino argentino muestra hoy otra cara de la moneda o, mejor dicho, su parte llena de la copa, y sigue ofreciendo razones para celebrar e ilusionarse con el futuro. Quizás no en el corto plazo, pero seguro en el mediano y largo plazo, ya que la calidad le asegura una larga y sana vida que debería significar un crecimiento sostenido. Los productores agropecuarios saben muy bien que no siempre se gana, que hay años que toca dar un paso atrás para luego poder dar dos hacia adelante. Y el vino es el producto del campo con mayor valor agregado que se produce en estas tierras. Y así como hay un Messi en la selección de fútbol, está el Malbec, el varietal que marca la diferencia entre la Argentina y los demás países productores. Es el vino nacional que abre mercados y que también sorprende a los consumidores más exigentes del mundo. Por eso, este 24 de noviembre hay muchos motivos para celebrar a la Bebida Nacional, a pesar de la coyuntura.
El gran momento del Malbec
Recientemente se dieron a conocer los resultados del Global Malbec Masters 2022 que organiza la reconocida publicación británica The Drinks Business, donde compiten en distintas categorías de precios vinos Malbec de todos los origines del mundo y Argentina nuevamente lideró el medallero obteniendo 7 Masters de los 10 que se entregaron en los distintos segmentos.
Se trata de un concurso internacional que se destaca por su evaluación de los vinos puramente por variedad de uva en lugar de por región. Una de las claves de Global Masters, es que cada vino es juzgado por el sabor de su uva y la habilidad de su enólogo en una cata a ciegas frente a un jurado integrado por los mejores paladares del mundo: un panel de Masters of Wine, Master Sommeliers y compradores senior. Los mejores vinos de la competencia reciben medallas desde bronce a oro, y si obtienen una calificación extraordinaria se convierten en “Master”. Con esto queda claro que la Argentina domina la escena del Malbec en el mundo. Ahora, lo que debe hacer es consolidar ese liderazgo y amplificar su mensaje.
Todos los resultados fueron muy elocuentes. En la categoría Rosé Malbec, la única medalla fue para Argentina y un vino de Bodega Trivento. Hubo seis vinos premiados en la categoría 100% Malbec sin Roble: RPB, Finca Flichman y Aldi Ireland (menos de 10 Libras Esterlinas), Agostino Wines y Domaine Bousquet (entre 10 y 15 Libras Esterlinas) y Bodegas Bianchi (entre 20 y 30 Libras Esterlinas).
La categoría más nutrida fue la de Malbec con crianza en roble. Allí se premiaron 7 de Argentina y 2 de Chile (menos de 10 Libras Esterlinas), 13 de Argentina, 1 de Sudáfrica, 1 de Turquía y 1 de Francia (entre 10 y 15 Libras Esterlinas), 9 de Argentina, 2 de Chile, 1 de Francia y 1 de Austria (entre 15 y 20 Libras Esterlinas), 12 de Argentina, 1 de España y 1 de Chile (entre 20 y 30 Libras Esterlinas); acá el Pascual Toso Alta Malbec se llevó 1 Master.
Luego, en el segmento de entre 30 y 50 Libras Esterlinas fueron premiados 16 de Argentina, 2 de Chile, 1 de Francia y 1 de Sudáfrica; aquí los 3 Masters argentinos fueron para el Black Tears de Bodega Tapiz, Dedicado Microterroir Sand & Silt que elabora Rogelio Rabino en Finca Flichman y el Altaluvia Malbec 2019 de Gualtallary concebido por Martín Kaiser.
En la siguiente categoría se destacaron 3 de Argentina y 1 de Francia (entre 50 y 70 Libras Esterlinas). Y entre los Malbec con crianza de entre 70 y 100 Libras Esterlinas la botella, la Argentina obtuvo 6 medallas, mientras que Francia solo una. El Parcel Los Indios de Doña Paula y el Pyros Vineyard Limestone Hill Malbec 2018 fueron los que obtuvieron la máxima premiación en la categoría “Master” alcanzada sólo por vinos excepcionales con un puntaje final de 97 puntos o más y que no ocurre todos los años.
“Estamos muy contentos y orgullosos de que nuestros vinos hayan recibido estos importantes reconocimientos otorgados por un destacado panel de críticos internacionales. Es el fruto del apasionado y arduo trabajo que llevamos adelante en la bodega con el objetivo de ofrecer al Mundo los mejores vinos de nuestros terroirs”, comentó Martin Kaiser, director de Viticultura y Enología de la Bodega Doña Paula y agregó: “La gran performance que tuvo nuestro país en el Global Malbec Masters confirma el reconocimiento que posiciona a la Argentina como uno de los grandes productores de vino a nivel mundial sin lugar a dudas”.
Por otra parte, fue la primera vez que un vino de San Juan alcanza el máximo galardón “Master” en esta prestigiosa competencia internacional. “La parcela Limestone Hill, de donde proviene este vino, es una parcela única en todo el Valle de Pedernal, por estar plantada sobre la ladera de la Sierra de Pedernal, a 1.400 m.s.n.m, posee suelos compuestos únicamente por rocas calcáreas (originadas hace 480 millones de años sobre un lecho marino) y material fino: arena, limo y arcilla que, sumado al clima continental frío del lugar, le imprimen un carácter único al vino”, expresó, Gustavo Matocq, ingeniero agrónomo de Pyros Wines.
“Este vino se elabora con las mejores uvas de nuestra parcela Limestone Hill y es el resultado de micro vinificaciones en distintos recipientes, siguiendo un proceso muy artesanal. Pyros Limestone Hill Malbec es un vino que posee gran intensidad aromática, ofreciendo frutas rojas, hierbas aromáticas y sutiles notas de flores silvestres. En boca es fresco y vibrante con una textura de taninos de grano muy fino, donde destacan las notas minerales, de cerezas y hierbas aromáticas, un vino que se expresa en complejas capas de sabor”, explicó Paula González, enóloga de Pyros Wines.
Los resultados del “Global Malbec Master 2022″ son el fiel reflejo de lo que está sucediendo con el Malbec en particular y, gracias a él, con el vino argentino en general. Esto, en un mundo altamente competitivo es sumamente importante porque en los principales mercados de consumo, donde los vinos más prestigiosos se han ganado un lugar, y por ende tienen su propia categoría, la Argentina logró presencia con su variedad estrella. Y de a poco el Malbec se va transformando en una categoría en sí misma, aunque esto signifique relegar las posibilidades de lograrlo como país. Un status solo alcanzado por las regiones más antiguas y prestigiosas (Burdeos, Borgoña, Champagne, España, Italia, etc.).
No todo es cuestión de Malbec
Si bien son varios los bodegueros que pujan por abrir el abanico y trascender al Malbec mostrando la diversidad del vino nacional, en el mercado de uvas de Argentina el Malbec ocupa por lejos el primer lugar, pues ha sido la variedad más atractiva para inversores de viñedos. Además, alcanzó en 2022 su máximo nivel histórico de volumen y facturación, lo que consolida su posición de variedad líder y la de mayor atractividad del mercado, según el experto analista Javier Merino de Área del Vino.
No obstante, la Argentina ostenta una atractiva diversidad de uvas en sus viñedos que se ve reflejada en las góndolas de supermercados, vinotecas y restaurantes locales. Y de a poco, dicha diversidad va trascendiendo las fronteras, aunque no al ritmo deseado por los productores. Es que una cosa es la capacidad de producción y su calidad, y otra diferente la comunicación y el posicionamiento.
El caso del Malbec es único y difícilmente se repita con otra cepa en Argentina. Hoy, es el Cabernet Franc el varietal tinto que más suena después del Malbec. Con apenas 76 hectáreas plantadas en 1990, en la actualidad ya hay casi 1.600 y es de las pocas, además del Malbec, que sigue atrayendo inversores. El Cabernet Franc, aunque ocupa el 11° lugar en el ranking del mercado de uvas, muestra una tasa de expansión que solo se veía en el Malbec y augura todavía años de crecimiento. Si bien su calidad es sorprendente, y ya alcanzó los 100 puntos como el Malbec, sus números están muy lejos del líder, lo cual dificulta su pronóstico. Es cierto que tampoco hay un referente claro en el mundo del cepaje, pero para causar un boom del Cabernet Franc, habría que plantar unas 20.000 hectáreas y llevar a cabo un plan estratégico mundial de comunicación y posicionamiento. Algo muy poco probable en la Argentina de hoy.
Otro varietal con calidad sorprendente y cierto potencial es el Cabernet Sauvignon, que en los últimos años está mostrando un crecimiento auspicioso en el mercado de uvas, parte por la cosecha escasa, pero también parece influir la mayor demanda de exportación. Del total del vino consumido en el mundo, el 18% es Cabernet Sauvignon, y la Argentina quiere jugar ese partido. Tiene con qué, pero una vez más, las luces del éxito del Malbec pueden encandilar cualquier intención.
Si se pone sobre la mesa una variedad que solo hay en nuestro país como Bonarda Argentina, las conclusiones no son muy optimistas de cara a una expansión global. Esta uva ha seguido en 2022 la performance del resto y ha continuado ajustándose a su participación como blend con otras variedades tintas, en especial el Malbec. Es decir que el boom que se suponía hace algunos años, cuando era la uva tinta más plantada, ya pasó.
Entre las uvas blancas, el Torrontés es única de Argentina, y si bien cada vez hay más exponentes de alta gama, tanto de Salta como de las alturas mendocinas, sus ímpetus florales nunca le van a permitir consagrarse como vino delicado y elegante. El que sí lo es, es el Chardonnay, que en 2022 tuvo un repunte de consideración en el mercado de uvas que hace pensar en atributos que puede sostener en el mercado de vinos tranquilos y espumantes. Es cierto que la helada reciente le jugó una mala pasada, pero cabe destacar que ya hay exponentes locales de Chardonnay que alcanzaron los 100 puntos de la prensa internacional
En resumen, el Malbec argentino tiene con qué seguir creciendo, y eso explica su performance. Si se consolida como categoría puede seguir siendo la llave para abrir mercados. Mientras, los buenos y diversos vinos argentinos deberían consolidarse en el mercado interno y seguir creciendo, esperando por su oportunidad, ya sea por algún turista que visita el país y se sorprende o por algún importador que, seducido y convencido por el Malbec, decide apostar fuerte por otros vinos argentinos.
Hay varias bodegas que venden sus vinos en el mundo, y si bien la mayoría son Malbec, de a poco van exportando otros varietales y blends. Pero el camino es largo y la consolidación lleva tiempo. Además, hay adversidades naturales y coyunturales que frenan el desarrollo, pero con el Malbec como locomotora, el vino argentino tiene con qué ilusionarse y por qué brindar. Y más en su día.
14 vinos para brindar por el Día del Vino Argentino
1- Bianco d’Uco Malvasía 2022
BIRA Wines, Valle de Uco Mendoza $2600
Tanto Fede Isgro como Santiago Bernasconi tienen muy claro el concepto detrás de todos sus vinos, modernos y argentinos, pero con espíritu italiano. Eso explica que también su primer blanco sea ideal para la mesa. De aromas austeros pero intensos, luego se abre. En boca es tenso, con un costado más herbal y cítrico, pero bien equilibrado por su frescura. Con leves dejos florales avanza seco y no muy profundo con el foco en la acidez. Con buen cuerpo a pesar de sus 11,8 grados, texturas y muchas expresiones. Beber entre 2022 y 2024. Puntos: 91
2- Fin Single Vineyard Finca Los Hermanos Pinot Noir 2019
Bodega Del Fin del Mundo, San Patricio del Chañar, Neuquén $3500
Es una de las bodegas que, más apuesta por el varietal, y para elaborar este vino se seleccionan uvas de parcelas específicas. Sus aromas son delicados, con notas de fruta negra algo madura. Paladar franco y amable, de trago vivaz y texturas finas propias de una crianza acertada del joven enólogo de la casa Ricardo Galante. Beber entre 2022 y 2024. Puntos: 90
3- Casa Petrini Roca Volcánica Malbec 2019
Casa Petrini, Tupungato, Valle de Uco $3600
La nueva cosecha llega con la fuerza de una añada fresca y una interpretación moderna de un terruño de montaña. Ariel Angelini, una vez más, demuestra lo bien que siente el lugar, porque es un Malbec vivo, con energía, de aromas frescos y bien apoyados en las frutas negras con sutiles dejos herbales. Paladar franco y más vertical que sus ediciones anteriores, porque mandan las texturas, incipientes y vivaces. De trago profundo y con buen potencial. Beber entre 2022 y 2025. Puntos: 93
4- El Esteco Old Vines Torrontés 2020
El Esteco, Valle Calchaquí $3950
Este vino se consolida, con el paso de las cosechas, como el mejor exponente varietal del NOA. Elaborado con uvas seleccionadas de un viejo parral, plantado en 1945, Alejandro Pepa (enólogo) y Francisco Tellechea (agrónomo) lograron un blanco de aromas limpios y bien florales, efusivo e intenso, pero a la vez elegante. De paladar fresco y más austero que el 2018, con un toque de madurez que le queda bien, y un carácter floral bien definido y casi herbal, que se siente sobre el final. Beber entre 2022 y 2023. Puntos: 92
5- Argento Single Block 1 Paraje Altamira Organic Vineyard Malbec 2019
Bodega Argento, IG Paraje Altamira, Valle de Uco $4500
La sustentabilidad de los viñedos y los lugares se ve reflejada en el manejo orgánico. Sin embargo, la principal razón por ser orgánicos va más allá del certificado; que es importante porque lo avala; porque no solo es un compromiso con el medio ambiente sino también con la comunidad. Este Malbec se destaca no solo por ser orgánico y de esta calidad, sino porque el joven enólogo Juan Pablo Murgia ha encontrado la mejor parcela para reflejar un lugar muy especial, y lo demuestra por tercer año consecutivo con este vino. De aromas intensos, paladar moderno y de con buen volumen. Hay frutas de baya con dejos herbales que hablan de la zona, fluidez con texturas finas y firmes que le garantizan buena guarda. Beber entre 2022 y 2025. Puntos: 93
6- Luigi Bosca De Sangre Cabernet Sauvignon 2020
Bodega Luigi Bosca, Mendoza $5400
Elaborado a partir de parcelas especialmente elegidas de fincas propias situadas en Las Compuertas, Agrelo, Gualtallary y Altamira, esta cosecha refleja el carácter del cepaje con cierta madurez. De aromas y sabores equilibrados, de gran tipicidad. Hay frutas negras y especias, bien rodeadas de las notas de crianza. Todavía joven, con texturas firmes pero finas y un carácter completo que ganará complejidad con la guarda. Beber entre 2022 y 2025. Puntos: 91,5
7- Mariflor Cabernet Sauvignon 2020
Bodega Rolland, Vista Flores, Valle de Uco $8000
Es la última novedad de la bodega de Michel Rolland. Tinto de buen cuerpo con fluidez y cierta consistencia gracias a sus taninos granulosos, firme pero amable, muy fresco y expresivo. La madera y la fruta conviven con los dejos herbales más que de pirazinas. Voluptuoso, con buen potencial y fuerza. Está más para esperar por la juventud de sus taninos. Beber entre 2022 y 2026. Puntos: 92
8- Rocamadre Caliche Rosa Malbec 2021
Juanfa Suárez, Paraje Altamira, Valle de Uco $9000
Ya con bodeguita artesanal en la finca y muchos estudios de suelo junto a Guille Corono, Juanfa Suárez está más decidido que nunca a refundar los principios de sus antepasados con el Malbec (y otras cepas) en la zona. Este Malbec nace en pequeñas parcelas con caliche rosa. Vinificada con 50% de racimo entero y criado en barrica vieja de 500l, sus aromas son suaves y leves afrutados. Con buena fluidez granulosa que resaltan sus dejos salinos. Un tinto con carácter diferente y bien equilibrados, más apoyado en la fruta negra (pero austera) típica de Altamira. Beber entre 2022 y 2028. Puntos: 92,5
9- Baron B Héritage II
Baron B, Valle de Uco, Mendoza $10.000
Sus aromas son de Heritage, con dejo herbal. Mucha tensión y profundidad en boca, burbuja firme y persistente, con leves dejos de membrillo y notas de levaduras y pan tostado, también algo de brioche suaves en el final de boca. Hay mucha frescura, limpia y tensa la boca, la despierta con fuerza y energía. Es mucho más vivo que el BBH I, también voluptuoso y fresco, vivo; ¿eterno? Tiene el clasicismo de un gran vino. Beber entre 2022 y 2026. Puntos: 95
10- Luxury Edition 2018
Bodega Kaiken, Los Chacayes $12.000
Blend expresivo, pero de aromas austeros y frescos apoyados en las especias. Con buen agarre y tensión. Algo classy en el final de boca (quizás por el Cabernet Sauvignon) pero muy vivo. Con muy buenas texturas en su paso por boca, voluptuoso, joven y de trago profundo. Tiene todo para seguir ganado atributos durante en la estiba. Beber entre 2022 y 2025. Puntos: 92,5
11- Pyros Vineyard Limestone Hill Malbec 2018
Pyros Wines, Valle de Pedernal, San Juan $21.500
Es uno de los pilares de la recuperación de San Juan y de los íconos de Pedernal, un valle con suelos y clima únicos para la vid. Y además es un Malbec que desde 2016 demuestra cada vez más carácter de lugar. La dupla Paula González y Gustavo Matocq (bodega y viñas) al frente de un gran equipo, logra un tinto sanjuanino de excepción una vez más. De aromas compactos, carnoso y con buen agarre, voluptuoso más rojo en su mensaje frutal. Concentrado, con fuerza y potencial. Beber entre 2022 y 2026.
12- Puntos: 93,5
Catena Zapata Malbec Argentino 2019
Catena Zapata, Mendoza $22.000
Desde 2004 este Malbec marca el camino, porque no se hace a partir de un viñedo sino de una combinación de uvas, provenientes de viñedos viejos en La Consulta y Lunlunta. Y ese choque de lo tradicional (Lunlunta) con lo moderno (La Consulta) propone un Malbec que logra contar una historia a partir de un vino, tanto por fuera como por dentro. De aromas integrados y delicados, muy expresivos que recuerdan a frutos negros con toques de una crianza muy fina. Su trago es (como siempre) jugoso, con fluidez, pero también algo compacto, y sobre el final sus texturas mordientes aportan profundidad resaltando su frescura. Beber entre 2022 y 2028. Puntos: 96
13- Socavones Capitulum I Semillón 2020
Terra Camiare, Quilino, Córdoba $22.000
Gaby Campana es más soñador que hacedor, porque si no sería imposible lograr lo que está logrando en su tierra natal con los vinos. Este vino es muy limitado en su partida, pero casi ilimitado en su potencial. De aromas raros y oxidados al principio, que hablan de carácter. Con buena frescura, hay algo de hierbas y hasta un toque cárnico. Refrescante y de buen volumen, trago limpio y un final seco y profundo. Para servir decantado. Beber entre 2022 y 2025. Puntos: 92
14- Doña Paula Los Indios Parcel Malbec 2019
Doña Paula, Altamira, Valle de Uco $29.700
De un sector específico del viñedo (2ha) en el que predominan los suelos arenosos nace este Malbec de fruta intensa y clara. Microvinificado, para preservar su carácter primario y otorgarle potencial de guarda, resulta fresco y tenso, con buen músculo y fluidez. Buen carácter de frutas negras y dejos herbales, con texturas granulosas medias que aportan buen agarre. Es un Malbec completo y actual, que se va abriendo en la copa y que puede ganar mucho con la guarda. Beber entre 2022 y 2026. Puntos: 93
FUENTE: Infobae