Se trata de una zoonosis que se transmite principalmente a través de mordeduras de animales infectados. La concientización y la vacunación anual de mascotas son fundamentales para combatir este cuadro que puede ser letal
Cada 28 de septiembre se celebra el Día Mundial de la lucha contra la Rabia en conmemoración del fallecimiento del científico Louis Pasteur, quien desarrolló la primera vacuna contra esta enfermedad. El aniversario de esta fecha tomó más relevancia luego de la pandemia por COVID-19 ya que la sociedad logró un mayor grado de consciencia respecto a que algunas de las patologías que transmiten los animales son una amenaza que pueden prevenirse y que la salud de los seres vivos que habitan el planeta es, en realidad, una sola.
La rabia es una enfermedad viral que afecta al sistema nervioso central de los mamíferos, incluido el ser humano, y tiene una letalidad cercana al 100%. Está presente en más de 150 países de los cinco continentes y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que alrededor de 60.000 personas mueren por año a causa de esta enfermedad, principalmente en Asia y en África.
En 2021, la rabia fue incluida en la nueva hoja de ruta 2030 de la OMS debido a su importancia para la salud pública por su alta letalidad, donde la mayoría de los casos humanos (aproximadamente el 80%) ocurre en zonas rurales.
En tanto, se estima que el costo estimado de la rabia es de aproximadamente de 8.6 mil millones de dólares por año, de los cuales el 54% corresponde a pérdidas de productividad debido a muertes prematuras, el 37% se destina al tratamiento de personas mordidas por perros sospechosos de estar rabiosos y el 2% se destina a la vacunación de perros y el control de la población.
Actualmente organismos internacionales y autoridades sanitarias trabajan por el objetivo de eliminar las muertes humanas a causa de rabia transmitida por perros y gatos, la fuente principal de transmisión en humanos, para el 2030. Este objetivo es posible dado que esta enfermedad es 100% prevenible a través de la concientización y la vacunación de animales.
Según la Fundación Mundo Sano, en las Américas se logró reducir la incidencia de la rabia humana transmitida por perros en un 98%, En tanto, en los últimos años, la rabia en humanos transmitida por animales silvestres adquirió una mayor importancia, siendo el murciélago el principal transmisor.
Los ciclos de la rabia
Existen dos tipos de ciclo de la enfermedad. Por un lado, el urbano, que tiene como principal reservorio a los animales domésticos, como el perro y el gato, pero también al murciélago insectívoro. Por eso, es importante no recortar a las personas del entorno en el que viven, ni de la interacción que tienen con los animales, porque cuidar de su salud es cuidar la salud de nuestras familias y el entorno.
Por otro lado, está el ciclo rural que tiene como reservorio a los mamíferos silvestres y al murciélago hematófago conocido comúnmente como vampiro. La vacunación preventiva de los animales de compañía que están en contacto con el hombre es fundamental para prevenir la enfermedad. Hoy en día, es la estrategia más eficiente para prevenir esta zoonosis en el ser humano.
Se trata de una vacunación anual, de por vida, que logra la protección de estos animales y evita que sean una fuente de infección. También, aquellas personas que tienen alguna actividad de riesgo como veterinarios o biólogos que trabajan en campo, pueden vacunarse preventivamente con la vacuna antirrábica para estar protegidos ante cualquier exposición al virus.
¿Cómo debemos actuar ante la mordedura de un animal? Ante cualquier tipo de herida (mordedura, rasguño) o lamedura de piel y mucosas heridas, lo primero que hay que hacer es lavarse con abundante agua y jabón y concurrir rápidamente al centro de salud más cercano, para recibir el tratamiento específico de inmediato. Es importante remarcar que, de no recibir adecuada atención a tiempo, el desenlace de la enfermedad es mortal. Todo caso sospechoso de rabia debe ser notificado al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud dentro de las 24 horas.
Para eso, hay que ubicar al animal agresor y pedirle, al área de epidemiologia, centro de zoonosis del municipio o un veterinario, una observación por 10 días. ¿Qué debemos hacer ante la presencia de murciélagos? Si encontramos murciélagos caídos o deambulando de día, hay que evitar tocarlos. El contacto con ellos puede transmitir rabia, por eso, es importante dar aviso al municipio o centro de zoonosis más cercano.
En el caso de que un murciélago entre a tu casa, no hay que asustarse sino cubrirlo con un recipiente, preferentemente duro, y deslizar un cartón por abajo, siempre evitando tocarlo o que tu animal de compañía entre en contacto con él, para transportarlo al centro de zoonosis. En el caso que el animal haya tenido contacto con nuestro perro o gato, hay que concurrir inmediatamente al centro de zoonosis para realizar el refuerzo vacunal en nuestras mascotas.
¿Cómo se transmite la rabia?
La rabia es considerada una zoonosis, (enfermedades de los animales que pueden transmitirse a los seres humanos) y es causada por un virus que afecta al sistema nervioso central de los mamíferos domésticos y silvestres. Al encontrarse concentrado en la saliva, la transmisión suele darse a través de las mordeduras de animales enfermos. Una de las características más importantes de la rabia a tener en cuenta es que una vez que se desarrollan los signos clínicos de la enfermedad, ya no queda posibilidad de tratamiento y se vuelve letal en un 100%.
Según la Fundación Mundo Sano, para controlar esta enfermedad es importante que el sector privado y público unan esfuerzos para crear conciencia sobre la importancia de la rabia como problema de salud pública. Por lo que es necesario informar acerca del riesgo que implican los perros y gatos no vacunados, así como otros animales en la cadena de transmisión y las medidas de prevención.
Las campañas de concientización que informan sobre cómo identificar signos de rabia y promueven la notificación inmediata a las autoridades en caso de sospecha de un animal infectado, son fundamentales para lograr este objetivo. Estas deben estar dirigidas a los tutores de perros y gatos ya que son ellos quienes deben garantizar la protección y el bienestar de sus animales a través de la vacunación anual contra la rabia”,
Asimismo, seguir invirtiendo en la producción de vacunas seguras y de calidad, que sean accesibles a la población es clave para que los esfuerzos de concientización se traduzcan efectivamente en acciones de prevención de la transmisión de esta enfermedad.
La conclusión más importante es que el impacto de esta enfermedad es 100% prevenible. Por eso, continuar trabajando en la concientización de la población, la accesibilidad a vacunas seguras y eficaces, junto con el compromiso y la articulación de actores del sector público y privado, permitirá lograr el objetivo de alcanzar las cero muertes humanas por rabia canina y/o felina para el 2030.
Fuente: Infobae