La serie argentina que ocupa el primer lugar en el Top 10 está escrita, dirigida y protagonizada por Santiago Korovsky, y en pocos días se convirtió en la ficción más elegida por los suscriptores
El 17 de febrero desembarcó en la plataforma la serie División Palermo y en menos de dos días la serie logró posicionarse como una de las más vistas de Netflix. La historia está creada, codirigida, coescrita y protagonizada por Santiago Korovsky (El Reino) y cuenta la vida de un grupo de personas que forman parte de una Guardia Urbana denominada inclusiva.
¿Cuáles son las claves de este éxito? Sin dudas muchas tienen explicación y otras simplemente forman parte de los gustos y preferencias de los consumidores de series que eligen una ficción para maratonear en un momento determinado de sus experiencias. Acá encuentras un recorrido sobre algunos puntos claves de esta serie que revolucionó a la plataforma.
Elenco sobresaliente
División Palermo cuenta con actores correctos en cada uno de sus roles. Korovsky le da vida a Felipe Rozenfeld, un personaje que da esa sensación de adulto joven perdido que no sabe lo que quiere con su vida, el clásico looser que logra empatía con el espectador. Daniel Hendler, por su parte, es Miguel y resalta como el instructor y jefe de este grupo que tiene un brazo ortopédico y es quien más defiende la creación de esta división con argumentos y frases hechas que uno imagina que solo él podría hacerlo. Sofía, una chica en silla de ruedas es interpretada por Pilar Gamboa. No le gusta generar compasión y así es cómo acompaña con cada gesto ciertas contestaciones que ponen en su sitio a quienes la increpan. Martín Garabal, Charo López, Marcelo Subiotto, Carlos Belloso, Agustín Rittano, Sergio Prina, Rafael Spregelburd, Valeria Lois, Fabián Arenillas entre otros, simplemente brillan en cada uno de sus roles acompañando el tono de la serie que utiliza el humor para demostrar una dura realidad. Capítulo aparte se los llevan Alan Sabbagh y Iair Said, que se destacan por la naturalidad con la que hacen uso del humor, siempre en su justa medida y con una gran ductilidad. Y un punto a destacar es que muchos personajes femeninos aparecen sin maquillaje y con el cabello sin grandes peinaados, como lo hace la gente de a pie, otorgando así una cercanía con el espectador.
Falsa diversidad
Es un concepto que se respira en el aire desde el primer episodio de la serie. Aunque la guardia urbana fue creada para solventar la idea de inclusión y diversidad (entre ellos un joven no vidente, una chica trans, un hombre de baja estatura, un extranjero entre otros), lo cierto es que una especie de llamado de atención a la discriminación que habita en muchas personas que siempre queda falsamente aplacada por un discurso políticamente correcto. La serie invita a preguntarse si esta mezcla de compasión y falsa diversidad no es más que un combo peligroso. Aunque se utiliza el humor para explicarlo, deja dando vueltas en la mente del espectador si es realmente inclusivo o es solo un cúmulo de frases hechas.
El humor como salida
Las historias tristes que hablan de escollos, dificultades y falta de oportunidades pueden ser contadas desde el dolor más profundo y así conmover al espectador o utilizar el sentido del humor para lograr otro tipo de empatía. Ambas opciones son aceptables a la hora de realizar una ficción. Acá claramente se opta por un humor ácido que no anda con rodeos a la hora de hablar de lo que le pasa a las minorías sin nunca faltarles el respeto pero sumando una cuota de humor. En muchos fragmentos, el espectador va a largar grandes carcajadas que lo acerca más a recuperar aquellos chistes que hoy en día pueden verse sometidos a una cultura de cancelación, pero que acá forman parte de una reconciliación con sentimientos más verosímiles.
División Palermo logra con mucho cuidado y respeto, reírse de cosas que tal vez pareciera imposible hacerlo en pleno 2023. Sin embargo, la serie tomó el riesgo de hacer esta jugada que tenía chances de que saliera mal. Es tal vez una de las ficciones más valientes y más aleccionadoras de los últimos años que muestra que pueden hacerse buenas historias sin mucha pretensión y con resultados óptimos.
Fuente: Infobae