| Facebook Instagram Canal de YouTube Twitter Formulario de Contacto
JN arriba
JN arriba

El futbolista español que frenó su carrera por el coronavirus y ayuda en la farmacia de su familia en plena pandemia

El futbolista español que frenó su carrera por el coronavirus y ayuda en la farmacia de su familia en plena pandemia

El mediocampista Toni Dovale, surgido de La Masía y con un extenso paso por el Celta, debía volver al fútbol asiático pero el estado de alarma en España le impidió salir de su país natal. “Pensé que era el momento ideal para ayudar. Es muy triste lo que sucede: la gente mayor muere en los hospitales sin poder despedirse de sus familiares”, comenta a Infobae

Toni Dovale habla con preocupación. Su tono es agitado, casi pisotea sus palabras cuando intentar expresar todo lo que está viviendo. Este mediocampista que se formó en La Masía del Barcelona con Jordi Alba y Bojan y permaneció durante varias temporadas en el Celta acaba de ver cómo el tablero de su vida dio un vuelco de ciento ochenta grados. Hace apenas un mes atrás estaba preparando su bolso para acordar su continuidad en el fútbol asiático pero de golpe la pandemia congeló al planeta: Asia le puso restricciones a los viajeros europeos y España decretó el estado de emergencia. El fútbol, de un momento a otro, quedó en un segundo plano: comenzó a atender la farmacia familiar en Galicia en medio de una crisis sanitaria sin precedentes.

“Yo empecé a estudiar la carrera de farmacéutico en la universidad a los 18 años, al mismo tiempo que debuté como profesional. Hace como cuatro años la terminé. Me faltaban algunas prácticas y no tenía pensado hacerlas ahora porque tenía pensado volver para Asia, pero quedé confinado en España y pensé que era el momento ideal para ayudar a mi gente, a mi familia, a los vecinos. Lo que quiero es que todos recuperamos cuanto antes nuestra vida normal. Es muy triste todo lo que está sucediendo: la gente mayor muere en los hospitales sin poder despedirse de sus familiares porque estamos todos aislados los unos de los otros. ¡La gente muere y los familiares no pueden enterrarlos, despedirse! Es muy triste. Lo único que puedo hacer es esto para tratar que todos recuperemos nuestra vida. En mi caso recuperar mi vida que es jugar al fútbol y pelear por ganar los domingos”, le explica este mediocampista de 29 años a Infobae desde el negocio de su madre en La Coruña.

celta

Después de defender durante ocho temporadas la camiseta del Celta, pasar por Huesca, Lugo, Leganés y Rayo Vallecano, Dovale utilizó el fútbol como un vehículo para conocer el mundo: jugó en Sporting Kansas City de Estados Unidos, Bengaluru y East Bengal de India, Nea Salamis de Chipre y en Navy FC de Tailandia, su última parada. A fines del 2019 retornó a su ciudad natal para pasar las fiestas de fin de año con los suyos, recargar energías y emprender una nueva aventura en el fútbol asiático.

“Estaba negociando con otros clubes. Ya tenía media maleta preparada para ir allá, pero la situación comenzó a complicarse. Primero los clubes querían que los jugadores que fueran estuvieran 15 días en cuarentena para no contagiar al resto. Al cabo de tres o cuatro días, los gobiernos de los países asiáticos ya prohibieron a los ciudadanos europeos viajar. Y cuatro o cinco días después decretaron la alarma aquí y nos confinaron a las casas. El gobierno sólo permite que estén supermercados y farmacias abiertas. El resto de la población tiene que estar encerrada en su casa”, detalla el hombre que fue clave en el ascenso a la primera división que consiguió el Celta en el 2012.

Las noticias oficiales en España marcaron que la situación empeoró: sumó 655 muertes más en las últimas 24 horas y superó la línea de los 4.000 fallecimientos, cifra superior a la ocurrida en China. Con más de 56.000 infectados con el virus del Covid-19, solamente lo superan en cantidad de contagios China, Italia y Estados Unidos. El sistema sanitario colapsó y no existe un horizonte para planificar el final del problema. “La situación es muy complicada. Para que te des una idea: no tenemos guantes, no hay mascarillas; nos hacemos mascarillas con papel de cocina y grapas. Todo muy rudimentario. Estás muy expuesto al virus, a contagiarte, pero creo que es la única manera que tenemos de poder ayudar y que cada uno cumpla con las medidas de seguridad en su casa. La gente sanitaria, como yo, tenemos que dar una mano en esta situación para que todo vuelva a la normalidad. Ha muerto mucha gente, los hospitales están desbordados y todos tenemos que arrimar el hombre”, explica Dovale.

Toni repasa lo que sus ojos ven y comienza a enumerar el panorama desolado de las calles, el desborde en los hospitales, el desabastecimiento de los lugares. A medida que avanza su relato, su voz parece resquebrajarse, como si cada vez que lo cuenta vuelve a tomar noción de la apocalíptica realidad: “Los hospitales están colapsados, hay mucho desabastecimiento: no tenemos alcohol, gel, guantes, mascarilas, termómetros, paracetamol; no tenemos muchas de las herramientas elementales para luchar contra esta situación. A veces te da la sensación que vas a la guerra con tirachinas (NdR: resortera). Es un drama, una situación que jamás hubiese imaginado. Hace cinco semanas me estaba haciendo la maleta con mi mujer para ir a jugar al fútbol y ahora te ves en esta situación. La gente de repente se pone mal, va al hospital y no vuelve”.

Si bien el principal foco del conflicto en España se centra en Madrid (17.166 casos) y Cataluña (11.592 infectados), la región de Galicia aparece entre las más complicadas en esa estadística con más de 1.900 enfermos. Mientras intenta dominar la situación, el gobierno pidió prorrogar hasta el 11 de abril la cuarentana general que comenzó el 15 de marzo. Dovale afirma que las “autoridades tomaron las medidas muy tarde” y hace la comparativa con Tailandia, el país de su último club, donde hay 900 casos confirmados hasta hoy: “Tomaron todo tipo de medidas para evitar la propagación y fueron informando desde el primer día. En España cuatro días antes de decretar el confinamiento había manifestaciones con miles de personas promovidas por los dirigentes. De repente cerraron los colegios y nos dijeron que no podíamos acercarnos los unos a los otros, que debíamos usar mascarillas, alcohol y todo eso. Los dirigentes no le informaron a la gente más que cuando el tema ya era completamente conocido por todos; que había muchos infectados. Esta situación ahora tiene consecuencias personales irreparables y va a tener consecuencias económicas a largo plazo; mucha gente perdió su trabajo y mucha gente lo va a perder en los próximos meses”.

Fuente: Infobae

Comentarios

comentarios

Relacionadas

Responder