En una nueva colocación de deuda, el Gobierno consiguió ayer US$ 1.000 millones. Se trata del Bono de la Nación Argentina vinculado al Dólar 0,75% vencimiento 2017 (Bonad 2017), es decir, un bono en pesos con 0,75% anual de interés aunque atado a la evolución del tipo de cambio oficial hasta el 22 de febrero de 2017.
Con una apertura inicial por US$ 500 millones, finalmente, el ministerio de Economía logró hacerse de exactamente US$ 1.087.461.107. El precio de corte se fijó en US$ 106 por cada lámina de US$ 100 de valor nominal.
De esta manera, el Gobierno busca garantizar el pago del Boden 2015, que vence en octubre próximo, para continuar con la supuesta política de “desendeudamiento”. El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), sin embargo, había informado ayer que la deuda pública excede en US$ 40.000 millones su nivel previo a la reestructuración del 2005.
No es la primera vez que el Gobierno coloca bonos en pesos pero atados al tipo de cambio oficial. El ministerio de Economía consiguió en octubre del año pasado US$ 983 millones a través del Bonad 2016 y un mes después, US$ 653 millones del Bonad 2018. El primero paga una tasa de interés anual del 1,75% hasta el 28 de octubre de 2016 y el segundo, 2,40% hasta el 18 de marzo de 2018.
Es claro que el Gobierno diseñó una nueva estrategia financiera: buscar en el mercado local lo que antes conseguía a través del Banco Central (BCRA).
Es que, hasta entonces, el Gobierno le pedía prestado las reservas internacionales a la máxima autoridad bancaria del país para cancelar deuda con organismos internacionales de crédito, como en el 2005, cuando el expresidente Néstor Kirchner decidió pagar cash casi US$ 10.000 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI). Por últimom, los economistas calculan que por cada peso que se ajuste el tipo de cambio oficial, el nuevo Bonad 2017 pagará $ 1.000 millones más. Este es el gran atractivo para los inversores, que especulan con una devaluación cercana al recambio gubernamental en diciembre de 2015.