El encuentro del último domingo frente a los All Blacks quebró después de doce años la marca de asistencia de la historia de las Copas del Mundo de Rugby.
89.019 espectadores colmaron el estadio de Wembley para el debut argentino frente a los neocelandeses, superando la marca que habían instalado Inglaterra y Australia en la final del Mundial 2003, donde los británicos vencieron a los australianos ante 82.957 espectadores en el Telstra Stadium de Sidney.