Discos, shows en vivo, documentales, canciones que nos gustan y las que aún nos faltan descubrir. Una guía de recomendaciones para picotear por aquí y por allá, disfrutar, descubrir y pasar un buen rato en días de encierro
Este particular momento en el que Nick Cave define al mundo como un “barco fantasma” tiene mucha música para acompañar el viaje. Por suerte. La era del aislamiento social preventivo se puede llevar mejor con la desbordante oferta de entretenimiento que se difunde a través de Internet. Y allí, la producción musical en distintos formatos y géneros satisface la demanda de todos los gustos. Miles de discos, shows en vivo, documentales, programas de televisión de aquí y de allá depositados en YouTube, están a un clic de distancia. Ya parte del paisaje cultural actual, hay también cientos de performances “caseras” cada día, emitidas en directo por Facebook o Instagram. A toda hora, plataformas de streaming multiplican las posibilidades de elegir el disco, la lista de canciones, el podcast que se quiera escuchar ¿Demasiado? Nunca está de más, en este caso.
Quedarán para la anécdota -una vez que esto finalmente haya terminado- los videos de Liam Gallagher lavándose las manos en la cocina de su casa, mientras canta los hits de Oasis con leves cambios en sus letras para adaptarse a los tiempos que corren. También entran en la categoría de inefables, los “vivos” de Andrés Calamaro en sesiones solitarias de karaoke y clases de sampleo desde su casa del Norte del Gran Buenos Aires. Dos ejemplos, apenas, de cómo la pandemia y sus consecuencias nos llevaron directo a la intimidad de las estrellas. Detalles coloridos de una época sombría. Porque pese a todo: toda la vida tiene música, ya lo dijo el poeta.
Aquí, de lo que se trata es brindar una breve y personal guía de recomendaciones para picotear por aquí y por allá, disfrutar, descubrir y pasar un buen rato en días como chicle con la música que nos gusta. O la que no conocíamos y nos gustará a partir de ahora y tal vez, para siempre. Quedará en el recuerdo como el tiempo de las canciones que nos ayudaron a pasar un otoño singular.
Descubriendo a Morrissey (“England is mine”, Mark Gill, 2018). Amado y odiado al mismo tiempo por su talento, personalidad y posturas políticas, cantante, compositor y sobre todo letrista de una magnífica banda británica de los 80 como The Smiths, Morrissey es un enigma tentador para contar su historia. Esta biopic lo intenta, lejos del glamour de las películas sobre Freddie Mercury o Elton John, centrada en su retrato de un adolescente, Steven Patrick Morrissey, que vivía en Manchester en los 70, escuchaba mucha música y escribía reseñas amateurs para la prensa especializada de su ciudad. A la vez, la película es una interesante pintura de época en una ciudad siempre clave para el rock hecho y exportado desde las islas británicas. Disponible en Prime Video.
También en la plataforma de Amazon hay otros títulos interesantes de diversos géneros y temáticas. Por ejemplo la serie documental de 6 capítulos Long Strange Trip, dedicada al fenómeno de la banda estadounidense de culto The Grateful Dead (que salvando las distancias, se pareció al de los Redonditos de Ricota en Argentina); el documental Madonna – World Of Madame X en donde la diva presenta su nuevo disco; la crónica de Coldplay A Head Full Of Dreams sobre su gira mundial de 2017-2018; un emotivo retrato audiovisual titulado The future is unwritten dedicado a Joe Strummer, cantante y compositor de The Clash; el documental Surviving The Police que cuenta la particular visión que el guitarrista Andy Summers tiene de sus años con el trío liderado por Sting; y Blue Note: Una historia del Jazz Moderno que cuenta la épica del sello discográfico que determinó con sus ediciones, el impacto cultural del jazz durante el siglo XX.
Springsteen on Broadway (Thom Zimny, 2018). La temporada de presentaciones que Bruce Springsteen realizó en el Teatro Walter Kerr de Manhattan con un show de música y palabras que -nada menos- cuenta su vida y obra, puede ser vivida desde casa como si se estuviera ahí. Un depurado registro fílmico dirigido por el habitual fotógrafo del cantante y compositor que ya es un mito en vida, ofrece el privilegio de asistir al show tal como si se hubieran pagado entre los 100 y 800 dólares que costaron las entradas. A lo largo de más de 2 horas y con el guión basado en su libro autobiográfico titulado inequívocamente Born to run, Springsteen da rienda a su histrionismo, emotividad y sentimiento únicos para interpretar varias de las grandes canciones de su cosecha de cinco décadas. Disponible en Netflix.
Para destacar en la misma plataforma, brilla con luz propia la película de Martin Scorsese sobre una alocada gira que Bob Dylan concretó a mediados de los años 70. The Rolling Thunder Revue lleva en su título el nombre de la gira pero además agrega “una historia de Bob Dylan por Martin Scorsese”, con lo cual queda claro de qué se trata. No es un mero documental de una gira que pasó a la historia, a cargo de una estrella de rock imperecedera. Es más bien una crónica cinematográfica de autor, sobre un particular momento en la vida y obra de esa estrella.
Otros títulos a mencionar, entre los cientos disponibles, tiene a los Rolling Stones como protagonistas: Keith Richards – Under the influence es un simpático retrato del guitarrista al que alguna vez se ha dado en llamar “el riff humano” y “Olé Olé Olé”, una crónica sobresaltada del paso de la banda de septuagenarios por América Latina en 2016, con especial protagonismo para la devoción argentina. Lejos de estas miradas de la aristocracia rockera, la serie The Defiant One cuenta el detrás de la escena de una exitosa sociedad de productores de hip hop, rock y sus derivados (Dr. Dré y Jimmy Iovine); y Hip hop evolution, con sus 4 temporadas de 4 capítulos cada una, reseña de manera detallada la irrupción de una nueva creación afroamericana que -como el rock and roll, el blues, el jazz- cambió la historia de la música en Estados Unidos y desde allí, en el mundo.
Yo no me llamo Rubén Blades (Abner Benaim, 2018). El documental que cuenta la historia de Rubén Blades, cantante, compositor, actor, abogado, ministro y candidato a presidente (“el desconocido más famoso del mundo”, según Gabriel García Márquez), ícono de Panamá y de la salsa latina en Nueva York, es un fascinante recorrido por las múltiples facetas de su personalidad. Al relato de vida del propio Blades, suma valioso material de archivo sobre los comienzos y la época de gloria junto al trompetista Willie Colon -cuando hicieron dar a la sala un salto cualitativo jamás igualado- y los testimonios de sus colegas, amigos y famosos como Sting y Paul Simon, además de tocar temas aún más personales que sus extraordinarias canciones (“Pedro Navaja”, “Plástico”, “Tiburón” y sigue la lista). Disponible en HBO GO.
En el terreno de la televisión paga y sus plataformas digitales de transmisión, no se puede dejar de mencionar los excelentes documentales estrenados entre 2019 y 2020, de la serie Bios: vidas que marcaron la tuya de la señal National Geographic y dedicados a los argentinos Charly García, Gustavo Cerati y Luis Alberto Spinetta, y a los mexicanos Café Tacuba y Alex Lora. Bien documentados -es clave aquí la cesión de archivos familiares- y entretenidos, logran transmitir información y emoción al mismo tiempo. Disponibles en Fox Play.
Radio Dylan
Entre mayo de 2006 y abril de 2009, el siempre elusivo Bob Dylan condujo un programa de radio -emitido por la emisora digital estadounidense XM Satellite Radio, hoy Xirius XM- llamado Theme time radio hour y dedicado a recorrer, según ejes temáticos determinados (tiempo, dinero, amor, California, lluvia, días de la semana etc.), una vastísima colección de canciones de todos los tiempos. La música se sucede entre pequeñas intervenciones del anfitrión que dan pie a una variada y ecléctica selección de blues, folk, rockabilly, R&B, soul, country, rock and roll y pop. La colección completa de esos programas, una rareza en la trayectoria artística del premio Nobel de Literatura, por suerte está conservada y lista para ser escuchada en una web curada por un coleccionista y fan -de los miles que ostenta Dylan a lo largo y ancho del planeta Tierra. Disponible en Theme Time Radio Hour Archive.
Televisiones públicas
Arte. La cadena cultural creada en 1991 por Francia y Alemania es una marca registrada de calidad, a través de una programación que refleja creatividad y diversidad europea en las artes. En esta particular realidad de pandemia, en su página web están liberados para visión gratuita una notable cantidad de contenidos -documentales, breves informes, programas- que además, incluyen conciertos y recitales de géneros variados. Entre ellos, se pueden destacar los del acordeonista franco-italiano Richard Galliano y el contrabajista estadounidense Ron Carter (registrado hace unos días, el 1 de marzo, en Katowice, Polonia); la cantante estadounidense Dee Dee Bridgewater acompañada por su grupo Memphis Soulphony; y el grupo de rock dark Cigarettes After Sex. La perla de este bien provisto catálogo es la representación de “María de Buenos Aires”, la “tango operita” creada por Astor Piazzolla, interpretada por el elenco de la Opéra National du Rhin de la ciudad de Estrasburgo, y la participación de los argentinos Alejandro Guyot -del grupo 34 Puñaladas- y la Orquesta Típica La Grossa dirigida por Nicolás Agulló. Disponibles en arte.tv.
NPR – Tiny Desk Concerts. En poco más de 10 de historia, estos particulares conciertos de unos 15 minutos, grabados en el pequeño espacio de un escritorio, se convirtieron en un clásico de la televisión “por Internet”. Una idea original de Bob Boilen, conductor del programa All Songs Considered de la National Public Radio (NPR) de los Estados Unidos, dio lugar a un desfile que incluye a la solista St. Vincent, el dúo cubano Ibeyi, Jorge Drexler, Café Tacuba, Natalia Lafourcade, el colectivo de raperos Wu Tang Clan, los recién reunidos The Black Crowes, la joven estrella Harry Stiles, Coldplay, el compositor clásico Max Richter, Los Lobos, la banda de jazz espacial The Comet is Coming, Taylor Swift, Juana Molina y sigue una larga lista de músicos y cantantes de todo el mundo hasta llegar a más de 700 shows.
Todos hacen su música en un reducido espacio de no más de 10 metros cuadrados -entre libros, discos, cuadros y elementos de oficina-, en un ambiente intimista y relajado que permite echar al vuelo toda su creatividad. En esa particular escenografía, suceden extraordinarias sesiones de músicas del mundo, donde -como el nombre del programa que alberga el ciclo- todas las canciones son consideradas. Disponible en esta web y en el canal de YouTube NPR Music.
Fuente: Infobae