Los Pumas dejaron atrás Londres y para el segundo partido nos movimos a Gloucester, una ciudad cerca de la frontera con Gales. Este lugar, con 110 mil habitantes, se llenó de hinchas de argentinos desde muy temprano.
La recorrida invitaba a dar una vuelta por la milenaria catedral, famosa en estos años por haber sido el escenario de Hogwarts, el colegio de Harry Potter. También sus calles, con los improvisados puestos de comida, llamaban a los turistas a probar las producciones típicas de la región.
Como siempre en este país, el paso previo al estadio es el pub. Unas par de cervezas rodeados de argentinos y a la cancha. El Kingsholm Stadium, con capacidad para 16.500 personas, se fue tiñendo de a poco de celeste y blanco.
El equipo de Daniel Hourcade salió a la cancha decidido a dar un paso clave en la búsqueda de la clasificación pero Georgia no lo dejó sentirse cómodo. El primer tiempo costó más de lo esperado, incluso Los Pumas cometieron algunos penales de más que le dieron a los Lelos la posibilidad de sumar. Sonó el silbato y Argentina se fue al vestuario arriba 14-9. Se insinuaron cosas pero no se concretaron, encima Juan Martín Hernández dejó la cancha por una molestia.
A minutos de haber comenzado la segunda parte, el capitán y referente de Georgia vio la amarilla. La salida del gigante Gorgodzilla marcó el quiebre definitivo del partido. Si frente a Los All Blacks Hourcade se lamentó por no haber aprovechado esos minutos con dos hombres de más, esta vez Los Pumas hicieron bien los deberes y cuando tuvieron una ventaja, no la dejaron pasar.
De a poco empezó a brillar el conjunto argentino y las tribunas se fueron entusiasmando con lo que fue una actuación histórica y un resultado muy amplio para un partido que se esperaba un poco más ajustado. Los puntos más altos: Facundo Isa, un tackleador incansable, y Santiago Cordero (elegido man of the match). El wing de regatas, quizás el más cuestionado en la previa, había jugado un gran partido frente a Nueva Zelanda y ayer pudo confirmar su potencial con dos tries.
El final del partido fue una fiesta, los jugadores aprovecharon la cercanía de las tribunas para saludar a los hinchas que a esa altura eran pura euforia. “Fue como jugar en Argentina”, dijo después Creevy.
El fixture marca que el viaje continuará en Leicester. Los Pumas solo volverán a la capital inglesa para una hipotética semifinal. Está claro que, jugando así, Londres no parece estar tan lejos.
Santiago Chemes – Enviado especial “Pedí palos”