Por Sarah Romero
Por primera vez en la historia, un equipo científico estadounidense ha conseguido eliminar el virus del sida del genoma de animales vivos.
Y es que desde que hemos visto pasar por el mundo la creciente epidemia de SIDA, los científicos han centrado sus esfuerzos en resolver el problema de eliminar todos los rastros del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) de un cuerpo humano. Ahora, un método que combina el tratamiento con antirretrovirales avanzados y edición genética parece indicarnos el camino a seguir pues en el último estudio con roedores, los científicos lograron eliminar el VIH en cinco de los 13 ratones transgénicos del experimento.
El virus del VIH es un verdadero maestro del disfraz, transformando su apariencia a medida que prolifera dentro del cuerpo humano. Incluso si todo lo demás falla, el virus puede ocultar su plantilla genética dentro de nuestro propio ADN, listo para emerger cuando el sistema inmunológico de una persona se ve comprometido.
Gracias sus negativas cualidades, lo mejor que podemos hacer es atacar con un arsenal de productos farmacéuticos diseñados para mantener al mortal patógeno enterrado, evitando que surja y devastando el sistema inmunológico del cuerpo. Dejar los medicamentos antirretrovirales durante unas pocas semanas conduce al riesgo de un resurgimiento de partículas de virus infecciosas. Pero, hasta ahora, es lo que teníamos.
Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Nebraska y la Universidad de Temple (Estados Unidos) han demostrado que la tecnología de edición genética CRISPR-Cas9 es teóricamente capaz de encontrar esos genes de virus enterrados y destruirlos en ratones diseñados para tener bioquímica humana.
Pero la técnica CRISPR no pudo sola. El equipo tuvo que emparejarlo con una terapia antirretroviral de liberación lenta y acción prolongada para que la cirugía genética tuviera el tiempo necesario para cazar los genes virales y destruirlos.
Si pudiéramos aplicar el mismo enfoque a las personas, significaría la posibilidad de abandonar la medicación retroviral diaria y la variedad de efectos secundarios incómodos con los que vienen asociados. Dado que casi 40 millones de personas en todo el mundo viven actualmente con el virus, tal cura sería un avance impactante en nuestra sociedad.
Desafortunadamente, la edición del gen CRISPR aún está en una etapa temprana como tecnología médica, y todavía no tenemos una idea fidedigna de cuánto daño puede causar dentro de un cuerpo humano. Sin embargo, en comparación con los métodos anteriores para seleccionar secuencias genéticas para su eliminación o disección, CRISPR puede programarse fácilmente para obtener un nivel de precisión sin precedentes.
Esto lo convierte en una herramienta atractiva para cualquier investigador que desee realizar una microcirugía a nivel molecular. Pero la tecnología ha aterrizado con grandes controversias.
Incluso si hacemos preguntas sobre la ética de usarlo -o no- para cambiar nuestros propios genes, existe la preocupación de que el hardware CRISPR no esté tan limpio como se esperaba, lo que podría generar cambios que podrían aumentar el riesgo de cáncer.
En contexto, cualquier terapia basada en una tecnología tan problemática se convierte en una cuestión de riesgo frente a la probabilidad de éxito.
Por lo general, apenas se necesitan unos pocos días para que el VIH vuelva a aparecer enratones transgénicos no tratados. Pero ocho semanas después de no recibir tratamiento, no había rastro de los genes del virus en 5 de los 13 sujetos infectados, lo que implica un futuro libre de drogas para al menos unos pocos afortunados.
No hace falta decir que incluso los ratones diseñados para imitar nuestros cuerpos no son un sustituto de los humanos reales. Los ensayos en curso sobre primates podrían ir un poco más lejos al demostrar cuánta esperanza debemos tener para CRISPR como una forma de avanzar en el tratamiento del VIH.
¿Probaremos esta técnica en humanos?
La Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. rechazó en el pasado la solicitud de una compañía de biotecnología para avanzar en la investigación sobre el tratamiento de la anemia de células falciformes basada en CRISPR.
Pero estamos en el camino. En diciembre pasado, otra compañía recibió luz verde para utilizar el método CRISPR en una prueba para curar una ceguera infantil.
Así las cosas, el paso final hacia una cura sería algo para celebrar, y mucho, pero por ahora, debemos ser precavidos con los resultados y el tiempo dirá si se trata de la esperada cura del sida.
Fuente: Muy Interesante