De acuerdo a una reciente encuesta realizada por Trendsity para Heineken, los argentinos admiten trabajar más que hace unos años y 7 de cada 10 trabaja, además, los fines de semana.
El formato de trabajo híbrido ha demostrado tener muchísimas ventajas. Hoy, las empresas, e incluso los emprendimientos más chicos, encontraron en el home office la dinámica perfecta para economizar recursos e incluso darle más libertad a los colaboradores para que puedan trabajar cómo y desde dónde quieran.
Pero detrás de esta nueva tendencia, se esconde un enemigo silencioso: el overworking. Heineken quiso saber qué les pasa a los argentinos con su dinámica laboral para entender cuánto de este overworking afecta su vida diaria. A raíz de los resultados obtenidos, la marca de cervezas presentó “THE CLOSER”, su campaña de concientización para ponerle un freno al overworking y volver a conectar con nuestras vidas fuera del trabajo.
Los argentinos y el overworking
En alianza con Trendsity, la consultora especialista en tendencias, Heineken abordó un estudio cuantitativo a nivel nacional cuyos resultados muestran que ya no se trata sólo de una moda o de un hábito pasajero sino de un estilo de vida laboral que comienza a generar impacto en los argentinos. Entre los datos más destacados de la investigación, el 81% de los argentinos declara sentirse víctima del overworking, de una carga horaria y laboral mayor a la que solían tener.
Uno de los principales problemas del overworking es la dificultad de desconectar y poder realizar actividades por fuera del trabajo, según dicho estudio actualmente se dedica menos tiempo a situaciones de ocio o recreación. En promedio, comparado con el período pre-pandemia, dedican 5 horas semanales menos a realizar actividades fuera del trabajo que estén asociadas al disfrute, entretenimiento o bienestar.
Asimismo, según el estudio realizado para Heineken, 8 de cada 10 trabajadores no logra alcanzar su objetivo de armonizar su vida laboral con su vida personal. En la mayoría de los indicadores relevados se observó un mayor nivel de overworking entre trabajadores bajo modalidad híbrida, la mitad de ellos reconoció tener dificultades para poder desconectarse de su actividad laboral, y 62% indicó sentir mayor presión por tener que estar disponible aún fuera del horario o lugar de trabajo.
La mitad de los argentinos también reconoce una mayor dificultad para desconectarse del trabajo. En especial entre los jóvenes de 18 y 25 años (muchos transitando su primera experiencia laboral) la dificultad para desconectarse del trabajo es aún mayor ascendiendo al 61%. Entre quienes trabajan en un formato híbrido (con días de presencialidad y días de home office), la sensación de exceso de trabajo es incluso superior al compararla con quienes trabajan en modalidad presencial o 100% virtual.
El compromiso de Heineken
Para Tomás Balmaceda, periodista y especialista en tendencias y fenómenos sociales, la imposibilidad de ponerle límites al trabajo está atado a nuestra identidad. Con eso en mente, junto a Heineken elaboraron una serie de consejos para que cualquier persona que trabaja – no importa el rubro – fomente su propia desconexión y retome la vida “después del trabajo”
1. Controlá los tiempos. Respetalos. Tomá el control de tu agenda. Imponete límites a vos y a tus colegas.
2. Redefiní tu productividad ¿Qué es lo que te hace “productivo”? Quizá no sea estrictamente estar sentado en tu escritorio: ¿qué espacio hay para leer, formarte, socializar con colegas?
3. Encontrá y controlá a “ese” enemigo. Puede ser Whatsapp, Slack o los mails: ¿quién es el que te quita el sueño y te interrumpe más? Es hora de controlarlo.
4. Si hacés homeoffice, delimitá tu oficina dentro de tu casa. Definí cuál será tu espacio de trabajo, tanto física como temporalmente. Hablá con tu familia: tu familia, tu pareja y tu mascota deben conocer tu rutina y respetarla. Tu oficina es tu oficina aunque sea tu dormitorio.
5. Descansar también es parte de ser productivo. No todo es trabajar: descansar y distraerte es importante.
“Se trata de un mal de época: vivimos en una sociedad que nos propone “optimizar” todos los aspectos de nuestra vida. Las tareas que realizamos, los proyectos que emprendemos y los deberes que tenemos tienen que ser cumplidos en tiempo y forma ofreciendo nuestro máximo rendimiento, nuestra máxima productividad y nuestra máxima eficiencia. Lo vivimos de forma cotidiana: leemos portales de noticias mientras almorzamos, dormimos escuchando podcasts, queremos hacer ejercicio de camino al trabajo y nos sentimos culpables si no encontramos cómo aprovechar el tiempo arriba del colectivo o el subte yendo a la oficina” aseguró Balmaceda.
FUENTE: AMBITO.COM