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Los niños no conocen fronteras: así se convirtió al muro en una zona de juegos

Los niños no conocen fronteras: así se convirtió al muro en una zona de juegos

ALBUQUERQUE, Estados Unidos — Por un breve momento, solo media hora durante el fin de semana, un conjunto de tres subibajas sirvió como puente entre los Estados Unidos y México.

En imágenes y videos que esta semana circularon en las redes sociales, los niños sonreían y estallaban en alegres carcajadas mientras subían y bajaban en tres balancines rosados ​​que fueron instalados a través de los listones de acero de una sección del muro fronterizo en Sunland Park, Nuevo México.

“Las acciones que suceden en un lado tienen una consecuencia directa en el otro”, escribió Ronald Rael, uno de los arquitectos que diseñaron los balancines fronterizos, en una publicación de Instagram que describe la instalación artística.

Este proyecto muestra cómo los artistas y arquitectos están respondiendo a la estrategia del presidente estadounidense Donald Trump de construir un muro a lo largo de la frontera, además de las barreras fronterizas que fueron instaladas durante las gestiones de Barack Obama y George W. Bush.

En imágenes y videos, se podía ver a los niños de ambos lados de la frontera jugando en tres subibajas  ubicados a lo largo de la sección más antigua del muro fronterizo en Sunland Park, al este de la frontera de Nuevo México con Texas. En las publicaciones de las redes sociales que mostraban los balancines, el muro parecía ser una ocurrencia tardía más que una barrera que limita el contacto de las personas que viven a su sombra.

Los juegos fueron colocados entre los listones de acero de la valla fronteriza en Sunland Park y los agentes de la Patrulla Fronteriza y los soldados mexicanos simplemente miraban los balancines, según reseñó Artnet News.

Rael, profesor de arquitectura en la Universidad de California, Berkeley, y Virginia San Fratello, profesora asociada de arquitectura en la Universidad Estatal de San José, diseñaron originalmente su “Muro Teeter-Totter” en 2009.

Desde entonces, los prototipos de los balancines se han presentado en prestigiosas instituciones como el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

No queda claro si el proyecto se volverá a instalar en Sunland Park o si se replicará en otros sectores de la frontera. Rael y San Fratello no respondieron de inmediato a las solicitudes de declaraciones.

Los arquitectos también han diseñado otras intervenciones como “Burrito Wall”, que permitiría insertar un carrito de comida en el muro fronterizo, y “Wildlife Wall”, que contempla espacios para garantizar la “libre circulación de especies en peligro entre México y los Estados Unidos”.

La zona fronteriza donde se instalaron los subibajas ha sido un punto crítico de la represión del gobierno estadounidense contra la migración no autorizada. En abril, miembros de una milicia de derecha detuvieron a varios inmigrantes en Sunland Park, y en mayo un grupo que recolecta donaciones privadas para un muro fronterizo llegó a esa zona para instalar la primera sección de cercas ubicadas en tierras privadas.

La instalación de los subibajas convirtió a la pequeña ciudad de 14.500 habitantes en el escenario de otro tipo de actividades fronterizas.

“Es una gran muestra de creatividad que aprovecha al máximo el muro construido entre nosotros”, dijo Javier Perea, alcalde de Sunland Park. “Y evidencia que las personas que viven en la frontera se llevan bastante bien a pesar del muro”.

Fuente: Ny Times Español

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