Se trata de una joven italiana llamada Laura Cioetto, que salió en defensa de una compañero: “Se pueden ir a la calle, acá no servimos a clientes racistas”, le espetó cuando dos hombres se negaban a ser atendidos por el muchacho de color. Su caso se viralizó en Facebook.
El hecho ocurrió en Montagna, pueblo de 9 mil habitantes en la provincia de Padua, al norte de Italia. Laura intervino cuando dos clientes se negaban a ser atendidos por una camarera de piel oscura. “Pueden irse a la calle, acá no servimos a clientes racistas”, les dijo.
Los sujetos, entre murmullos, se dieron media vuelta y se fueron del local.