Una galletita que quedó indemne tras al hundimiento del Titanic se transformó en la más cara de la historia: fue vendida por 23.000 dólares en una subasta.
La galleta, de 103 años de antiguedad, se conserva en buen estado y se cree que fue parte del kit de supervivencia de un bote salvavidas de la embarcación. Su “salvador” fue James Fenwick, un pasajero a bordo del SS Carpathia, que ayudó a los sobrevivientes del Titanic tras chocar con iceberg en 1912.
Pero eso no es todo, una foto, que según revelaron mostraría el iceberg contra el que chocó el transatlántico, fue vendida en 32.000 dólares en el mismo remate, en la casa de subastas Henry Aldridge & Son, ubicada en Wiltshire, en el Reino Unido.
Estos objetos no son lo único que se ha subastado en el último tiempo. En septiembre se subastaron un menú de la última cena ofrecida en el barco y un impreso de los baños turcos de la embarcación.