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Perdió la movilidad de las piernas en un grave accidente, pero volverá a correr en el automovilismo profesional gracias a un innovador sistema

Perdió la movilidad de las piernas en un grave accidente, pero volverá a correr en el automovilismo profesional gracias a un innovador sistema

El piloto canadiense Robert Wickens se prepara para regresar a las pistas durante el Grand Prix de Long Beach del próximo sábado. Forbes detalló cómo funciona la nueva tecnología que lo asistirá

Por Dante Martignoni para Infobae

El piloto canadiense Robert Wickens, quien quedó paralizado de las piernas tras un violento accidente en 2018, regresará este sábado a una competencia de automovilismo profesional.

Según informó Forbes, conducirá un Chevrolet Corvette Z06 GT3.R del equipo DXDT en el marco del IMSA WeatherTech SportsCar Championship, durante el Acura Grand Prix de Long Beach.

La participación de Wickens marca un hito tecnológico y deportivo: será la primera vez que se utilice un sistema de frenado electrónico manual desarrollado por Bosch en un vehículo de la categoría Grand Touring Daytona (GTD).

A diferencia del resto de los pilotos que participarán en la prueba, Wickens controlará por completo el vehículo únicamente con las manos. El sistema de freno electrónico, también conocido como by-wire, le permitirá competir sin depender de los pedales tradicionales.

El avance tecnológico es el resultado de una colaboración entre Bosch Motorsport, Chevrolet, el fabricante de vehículos Pratt Miller y el equipo DXDT Racing, con el objetivo de adaptar este sistema a un auto de carreras de alto rendimiento.

Un accidente que cambió su vida

La carrera deportiva de Wickens cambió radicalmente el 19 de agosto de 2018 durante una competencia de la IndyCar Series en el circuito Pocono Raceway.

En ese momento, el piloto se encontraba disputando una posición con otro competidor cuando ambos vehículos se tocaron. El monoplaza de Wickens impactó contra una valla de seguridad a una velocidad estimada de 340 kilómetros por hora.

“Frenó de repente, muy rápido, y fue precisamente la rotación del coche lo que me causó el daño”, explicó el piloto de 36 años en una entrevista con Forbes.

Las lesiones incluyeron fracturas en ambas manos, en el brazo derecho, las piernas y varias costillas. Sin embargo, las lesiones medulares fueron las más severas, lo que derivó en la parálisis de sus extremidades inferiores.

Tras el accidente, el piloto pasó por numerosos procedimientos quirúrgicos y un largo proceso de rehabilitación en centros especializados ubicados en Colorado, Indiana y Pensilvania.

A pesar de los contratiempos médicos, sostuvo en todo momento su intención de regresar a las pistas. “Nunca se me pasó por la cabeza que no quería hacerlo”, recordó.

“Cada vez que los pilotos venían a visitarme, la conversación era: ’Llegaré al inicio de la próxima temporada. Volveré a la pista y me pondré manos a la obra‘”, contó.

Primeros pasos hacia el regreso

En 2021, Wickens condujo por primera vez desde su accidente gracias a la colaboración de Michael Johnson, otro piloto paralizado, quien lo invitó a probar un vehículo adaptado con controles manuales mecánicos.

Si bien la experiencia marcó un regreso simbólico, el sistema utilizado no cumplía con los estándares de precisión necesarios para la competición profesional.

Un año más tarde, fue contratado por un fabricante de automóviles surcoreano para correr en un vehículo similar. Sin embargo, el sistema mecánico era ineficaz y presentaba un retraso entre la activación del control y la respuesta del freno. Esa falta de sincronización representaba un riesgo considerable, sobre todo en contextos de alta velocidad.

La tecnología como aliada

Buscando una solución más precisa y segura, Wickens contactó a Bosch Motorsport, donde descubrió un sistema de freno electrónico que cumplía con gran parte de sus necesidades. “Bosch fue realmente mi salvador, porque resolvió el 80% del rompecabezas”, afirmó el piloto.

Tras un año de trabajo conjunto, el piloto canadiense utilizó por primera vez el sistema en competencia durante las rondas finales del campeonato Touring Car Class 2024 en el circuito Indianapolis Motor Speedway.

Wickens describió la sensación como reveladora: “Con el sistema Bosch, la primera vez que apliqué el freno, fue como un momento de aleluya: fue perfecto, frenó al instante justo cuando quería frenar”.

Adaptación al Corvette Z06 GT3.R

Con miras al debut en la categoría GTD, Bosch colaboró con Chevrolet, Pratt Miller y DXDT Racing para integrar el sistema al Corvette Z06 GT3.R. El resultado fue una solución modular que permite alternar entre control manual y pedales tradicionales con solo presionar un botón.

“Robert nos planteó un reto que sabíamos que nuestra tecnología by-wire podría ayudar a resolver y, potencialmente, a moldear el futuro de las carreras”, explicó Jacob Bergenske, director de Bosch Motorsport North America, a Forbes.

Un nuevo desafío en la élite

Wickens compartirá el volante del Corvette con Tommy Milner, piloto oficial de Corvette Racing, durante la carrera de este fin de semana.

Para el canadiense, competir en la categoría GTD representa alcanzar una meta que se había propuesto desde su accidente. “Significa que estoy de nuevo en la carrera principal. En mi opinión, estoy compitiendo al más alto nivel del automovilismo”, afirmó.

A nivel personal, el piloto también desea transmitir un mensaje claro a otras personas con discapacidades físicas: “Quiero concientizar sobre las lesiones de médula espinal y sobre cualquier discapacidad para demostrar que todo es posible”.

Fuente: Infobae

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