Ocurre habitualmente por motivos climáticos: los precios de algunas frutas o verduras se disparan y su consumo se convierte en algo permitido sólo para altos salarios.
Pasa ahora con el precio de la modesta cebolla, elemento clave en cualquier cocina. Desde hace un par de semanas el precio del kilo de cebollas no para de subir y en algunos casos se cobra hasta 40 peso el kilo.
Es probable que se trata del producto que más incrementó su precio en lo que va del año. En febrero el kilo rondaba los 20 pesos, cuando en diciembre pasado costaba 6 pesos el kilo.
Según informó el Mercado Central de Buenos Aires el aumento es consecuencia de una merma en la producción por cuestiones climáticas por lo que recomendó disminuir temporalmente el consumo de cebolla.
El organismo informó en un comunicado de prensa, precisó que “se registra actualmente una merma en los volúmenes habituales de producción de cebolla” y que dicha disminución en la oferta fue provocada por las abundantes precipitaciones sufridas en la zonas de cultivo, en momentos previos a la cosecha.
Las previsiones de los operadores mayoristas indican que la situación se irá normalizando en forma paulatina, a medida que comience a ingresar la producción procedente de la provincia de Santiago del Estero.
Ante este tipo de circunstancias climáticas y/o estacionales, el Mercado Central sugiere el reemplazo momentáneo de los productos que puntualmente pudieran verse afectados.
Algunos productos que se pueden utilizar para reemplazar la cebolla son el ajo, la cebolla de verdeo, el puerro o el ciboulette, aunque también depende de los valores en las verdulerías.
