Ponerse a prueba con flexiones, caminatas, flexibilidad y fuerza de piernas y de agarre en las manos pueden dar un puntaje y un indicio sobre la salud y las probabilidad de longevidad. Cómo medirse
El magnate de las finanzas Warren Buffett, de lúcidos 92 años, suele decir que el éxito se basa, al menos en parte, en la longevidad. Lo llama “la técnica de Matusalén”. Varios estudios han comprobado que cuanto más se viva de manera saludable más probabilidad de éxito en los negocios se tendrá. Esto se basa en que tener buenos resultados tiene mucho que ver con el paso del tiempo y el esfuerzo a lo largo de los años.
Por ejemplo, se necesita tiempo para armar la red de conexiones necesarias, para construir un buen equipo de trabajo, para generar clientes fieles. Además la edad de los emprendedores importa, como mostró un estudio de 2018 realizado por la Oficina del Censo de Estados Unidos y dos profesores del MIT, un fundador de una startup de 60 años tiene tres veces más probabilidades de tener éxito que uno de 30 años. Además, a esa edad más avanzada hay mayor posibilidad de que la startup termine ubicada entre el 0,1% de las mejores empresas.
Sea para tener éxito en los negocios como para gozar de una vida larga y plena en otras actividades nadie sabe cuánto tiempo vivirá, aunque hay algunas pautas, según un nuevo estudio que dan pistas de que un tendrá una vida más extensa. Estas son unas pruebas simples a tener en cuenta.
Por supuesto, estas pruebas son un indicio y no arrojan ninguna seguridad de una larga vida, pero se las puede tener en cuenta, según el estudio que publicó INC..
La investigación muestra que lograr un puntaje alto, o trabajar para mejorar esos puntajes, puede ayudar a una persona a desempeñarse mejor bajo estrés . Puede elevar su estado de ánimo hasta por 12 horas . Puede aumentar la producción de una proteína que respalda la función, el crecimiento y la supervivencia de las células cerebrales. El ejercicio puede incluso mejorar la atención, la concentración y las funciones de aprendizaje y memoria .
Si bien el estudio se realizó sólo con hombres, un cálculo puede dar idea de la prueba ideal para las mujeres
1-La prueba de la flexión
Los investigadores hicieron que los participantes se sometieran a un examen físico y realizaran una prueba de esfuerzo en una cinta caminadora y una prueba de flexiones tipo lagartija. Durante los siguientes 10 años, determinaron que los hombres capaces de hacer 40 flexiones de brazos o más durante el examen inicial tenían un 96% menos de probabilidades de experimentar un evento cardiovascular que aquellos que solo podían hacer 10 o menos.
Según los estándares del Ejército de Estados Unidos, las mujeres realizan entre un 40% y un 60% menos de flexiones que los hombres por eso un promedio se usará un 50% menos de los ejercicios necesario para el caso de las mujeres.
A pesar de que la capacidad aeróbica se ha considerado durante mucho tiempo el estándar de oro de las evaluaciones de aptitud física, la capacidad de hacer flexiones se asoció más fuertemente con un riesgo reducido de enfermedad cardiovascular. De esta forma, la cantidad de flexiones que una persona es capaz de realizar podría ser una mejor manera de evaluar el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular que una evaluación de la condición física aeróbica.
Para realizar la prueba hay que precalentar, relajarse y hacer unas cuantas flexiones de la mejor manera posible, por supuesto sin descansar en el medio, ni colocar las rodillas para sostenerse.
-Los hombres deberán resistir 40 flexiones tipo lagartija y las mujeres, 16 a 20.
-Los varones que logren 15 o 20 y las mujeres que consigan llegar a 8 o 10 no tendrán muy buen puntaje. Por otra parte, los investigadores descubrieron que cada lagartija que puede hacer sobre la línea de base de 10 o 5 (según si es hombre o mujer), disminuye su riesgo de enfermedad cardíaca.
-Si se consigue hacer 10, o 5, o menos, su riesgo de enfermedad cardíaca es 30 veces mayor que el de las personas que pueden hacer 40 o 20 o más.
El punto flojo de este tipo de prueba estandarizada es que, por ejemplo un ciclista bien entrenado tal vez no logre hacer el número de lagartijas exigido aquí, pero estarán en buena forma para la mayoría de los criterios. O también, alguien en buen estado físico puede tener un problema en el hombro que le impida hacer este tipo de ejercicios.
La idea de los autores del estudio es que la fuerza muscular, la aptitud cardiovascular demostrada en la exigencia aeróbica que demandan las flexiones y la flexibilidad tienen un gran impacto en la salud general, especialmente a medida que se envejece, y la prueba de lagartijas es una forma sencilla de evaluar esos atributos
Es evidente que una persona con sobrepeso tendrá más dificultades para esta prueba
2- La prueba de caminar
Un estudio de la Universidad de Sydney encontró que las personas que pueden caminar a un ritmo rápido 3 o 4 millas, es decir entre unos 4,8 y 6,4 kilómetros tienen un riesgo 24% menor de mortalidad por todas las causas en comparación con aquellas que caminan a un ritmo lento. Para aquellos de 60 años o más, el efecto es más pronunciado. Las personas que pueden caminar rápido disfrutan de una reducción del 53% en la mortalidad por todas las causas.
Los investigadores dijeron que “estos análisis sugieren que aumentar el ritmo al caminar puede ser una forma sencilla para que las personas mejoren la salud del corazón y el riesgo de mortalidad prematura”. La recomendación es trazar un recorrido de la distancia deseada y usar una app que rastree la actividad física. Se debe recorrer ese circuito lo más rápido posible y luego evaluar los resultados.
Otros estudios, como uno publicado en 2019 por la Universidad Münster, en Alemania, mostró que existe un vínculo definitivo entre la aptitud física y la mejora de la función cognitiva que se traduce en una mejora de la memoria, el razonamiento, la agudeza y el juicio.
3-La prueba de sentarse y levantarse
Un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology en 2012 encontró que la habilidad de una persona para pasar de una posición de pie a una posición sentada indica si tiene un mayor riesgo de mortalidad.
La prueba, conocida como SRT (sitting-rising test) consiste en pararse descalzo sobre un piso no resbaladizo con mucho espacio abierto alrededor, cruzar una pierna sobre la otra y bajar hasta quedar sentado en el suelo. Luego habrá que levantarse, siempre permaneciendo con las piernas cruzadas.
El objetivo es hacerlo sin tocar el suelo con las manos, las rodillas, los codos, los antebrazos o los costados de las piernas. Si no se está seguro, es mejor tener a alguien cerca para lograr estabilidad. La puntuación la puede realizar uno mismo, comenzando con 10 puntos y restando medio punto por cada vez que se necesitan usar la mano, la rodilla o el antebrazo, o cambiar al costado de una pierna antes de levantarse. También se debe restar medio punto si se pierde el equilibrio.
Las personas que obtuvieron menos de 8 puntos, según el estudio, tendrán el doble de probabilidades de morir en los próximos seis años en comparación con las que obtuvieron una puntuación más alta. Las personas que obtuvieron 3 puntos o menos tenían cinco veces más probabilidades de morir en el mismo período en comparación con las personas que obtuvieron más de 8 puntos.
Pero estas habilidades pueden mejorarse. Se podrá aumentar el puntaje y si se logra esto estará asociado con una disminución del 21% en la mortalidad. Si se obtiene un 6 hoy y el próximo mes se logra un 7, la tasa de mortalidad disminuye significativamente.
Estas pruebas se basan en que la flexibilidad, el equilibrio y la fuerza muscular marcan una gran diferencia en la salud general, especialmente a medida que una persona envejece, y la prueba SRT es una indicación razonable de los niveles generales de actividad y condición física. Es decir, si a una persona le falta flexibilidad y equilibrio o tiene sobrepeso, la prueba será más difícil.
4- La prueba de fuerza de agarre
Un estudio de 2018 encontró que la fuerza de agarre funciona como un indicador para medir la fuerza corporal general y la masa muscular. Según los autores la fuerza de agarre está “fuertemente asociada con una amplia gama de resultados adversos para la salud. Una fuerza de agarre más baja se correlacionó con una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y varios tipos de cáncer”.
Una forma de probar su fuerza de agarre es usar un dinamómetro que mide esa potencia. Pero es raro tener un aparato de esos, por lo que otra manera de evaluar la fuerza de agarre es colgarse de una barra tanto tiempo como sea posible.
Los especialistas recomiendan relajarse, tomar algunas respiraciones profundas y colgarse. Para los hombres lo correcto será permanecer colgado 60 segundos, para las mujeres, con 30 segundos estará bien. Según los investigadores una disminución de 6 libras (aproximadamente 2,7 kilogramos) en la fuerza de agarre para las mujeres y 11 libras (unos 5 kilogramos) para los hombres se correlaciona con un riesgo 16% mayor de morir por cualquier causa.
Nuevamente, el cálculo es matemático y funciona así: Si una mujer puede pasar solo 20 segundos, o un hombre solo 30, el riesgo de mortalidad es probablemente mayor.
La fuerza de agarre es un biomarcador preciso que refleja el estado general de los músculos esqueléticos. Pero es posible mejorarlo. Se puede utilizar las pinzas de mano especialmente fabricadas para ese ejercicio. También puede usarse una barra para colgarse. Cuando se va superando etapas se puede entrenar el ejercicio colgándose de una sola mano.
Se debe recordar que es común que las personas que comienzan a hacer un ejercicio con regularidad rápidamente empiecen a comer de una forma más saludable. Tanto es así, que un estudio de 2020 mostró que a las personas que hicieron ejercicio durante 12 semanas ya no tenían tanto deseo de comer alimentos grasos o ricos en calorías. Por supuesto, que esto no significa que a la persona ya no le gusten ese tipo de alimentos. Sería una suerte de efecto dominó que implica que trabajar para mejorar un aspecto de la vida redunda en la mejora en otros ámbitos a veces sin siquiera decidirlo en forma consciente.
FUENTE: Infobae