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Tener una mascota pese a la alergia: una posibilidad real y cada vez más accesible

Tener una mascota pese a la alergia: una posibilidad real y cada vez más accesible

Según informó National Geographic, la convivencia con perros y gatos puede estar al alcance de cualquier persona mediante medidas efectivas para controlar la exposición a alérgenos

Por Dante Martignoni para Infobae

Tener un perro o un gato en casa no solo es una fuente constante de alegría, sino también un recurso terapéutico comprobado para la salud mental.

Estudios científicos indican que quienes conviven con estos animales experimentan una menor incidencia de ansiedad y depresión. Sin embargo, para un número significativo de personas, esta convivencia se ve obstaculizada por un problema común: las alergias.

De acuerdo con información de National Geographic, con ciertos cuidados, adaptaciones y conocimientos clave, es posible mantener una convivencia saludable y segura entre personas alérgicas y animales domésticos.

Qué provoca la alergia a perros y gatos

La causa principal de las alergias no es el pelo en sí, como suele pensarse, sino ciertas proteínas presentes en la saliva y la piel de los animales. Estas proteínas, conocidas como alérgenos, se esparcen por el pelaje durante el acicalamiento y quedan suspendidas en el aire cuando el pelo se desprende.

Lejos de ser un impedimento absoluto, las reacciones alérgicas no excluyen necesariamente la posibilidad de compartir el hogar con una mascota.

El resultado es una exposición constante, especialmente en hogares donde el animal pasa la mayor parte del tiempo en interiores.

En razas con pelaje de doble capa, el problema se intensifica debido al volumen y frecuencia con la que pierden pelo. Es el caso de razas populares como el golden retriever, el samoyedo, o el pastor alemán. Estos perros fueron originalmente criados en climas fríos, lo que explica la densidad de su pelaje.

El uso habitual de calefacción o aire acondicionado dentro del hogar también incide en la caída de pelo, ya que el pelaje responde a los cambios de temperatura.

Esta situación se agrava en viviendas con espacios exteriores, donde los animales entran y salen con frecuencia, favoreciendo la constante liberación de alérgenos en el ambiente.

Factores que intensifican los síntomas

Las reacciones alérgicas varían en intensidad según el individuo y pueden manifestarse como estornudos, picor ocular o dificultades respiratorias. Un factor poco conocido que puede aumentar los síntomas en algunas personas es el ciclo hormonal.

Según informó National Geographic, los síntomas se intensifican durante ciertos momentos del ciclo menstrual, en concreto los días posteriores a la ovulación.

En esos casos, se recomienda el uso puntual de medicamentos como antihistamínicos o descongestionantes, aunque es fundamental consultar con profesionales de la salud si se necesita un tratamiento continuo.

Estrategias para reducir los alérgenos en casa

Para quienes presentan síntomas leves o moderados, existen múltiples medidas efectivas para limitar la presencia de alérgenos en el hogar.

Una de las más importantes es ventilar frecuentemente las estancias y controlar el uso de climatización artificial. Asimismo, se recomienda usar aspiradoras con filtro HEPA en lugar de escobas, ya que estas últimas solo levantan el polvo y el pelo.

El fregado regular del suelo con productos que contengan hipoclorito de sodio diluido en agua también contribuye a reducir la carga alergénica. Además, el uso de purificadores de aire con tecnología HEPA permite retener partículas volátiles y mejorar la calidad del aire en espacios cerrados.

En cuanto al cuidado del animal, el baño con champús especiales que disminuyen la producción de caspa y alérgenos, combinado con un cepillado regular al aire libre, resulta esencial. Estas tareas deben ser asumidas por personas no alérgicas para evitar complicaciones.

Gatos: retos y soluciones dentro del hogar

A diferencia de los perros, los gatos tienden a subirse a muebles y otras superficies, lo que dificulta aún más el control de los alérgenos. Para estos casos, se recomienda usar aromas repelentes naturales como el romero, la lavanda, el eucalipto o los cítricos. Estos olores ayudan a mantenerlos alejados de áreas sensibles, como el escritorio o la mesa.

Sin embargo, el uso de estas esencias debe ser moderado. Tal como indica National Geographic: unas pocas hojas o tallos bastan para que evite el lugar que queremos sin causarle molestias.

Zonas restringidas y limpieza constante

Independientemente del animal, es aconsejable prohibir su entrada en el dormitorio, ya que este es el lugar de descanso y un ambiente libre de alérgenos mejora la calidad del sueño.

También se recomienda no dejar que las mascotas suban al sofá o la cama. En caso de que lo hagan, se deben cubrir con sábanas y cambiarlas con una frecuencia de dos a tres veces por semana, dependiendo de la severidad de la alergia.

Fuente:: Infobae

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