Segundos después de consumada la victoria en el Monumental, Carlos Tevez se permitió una sutil provocación futbolística sobre el clásico rival: “Volvió todo a la normalidad”. Lo que no es normal es su condición física tras más de una exigencia extrema, sin una debida pretemporada y con escaso descanso. El Apache acusa el esfuerzo continuado y el cuerpo le manda señales que no puede desatender para cumplir con su deseo de estar en la recta final de Boca en el campeonato, aunque no sea en plenitud. Un Tevez en el 70 por ciento de sus posibilidades sigue siendo influyente en nuestro medio por lo que representa para sus compañeros y rivales. Algo de esto ya se vio frente a River, el domingo.
Ayer, Tevez no se entrenó junto al plantel. Hizo trabajos de kinesiología por una lumbalgia que lo aqueja desde hace casi un mes. Antes del partido con Gimnasia, el 29 de agosto, tuvo una semana de recuperación. Después del triunfo en La Plata y antes de subirse al avión con el seleccionado, reconoció: “Tengo toda la pierna derecha con una radiación que me viene jodiendo de la cintura, pero en la cancha no hay excusas”.
Su presencia no está en duda para visitar el sábado a Argentinos en la Paternal. Lo espera un campo de dimensiones más reducidas -ayer Rodolfo Arruabarrena acortó la demarcación de la cancha de entrenamiento-, donde se achican los espacios para el despliegue y aumentan las fricciones.
“Tevez tiene muchos partidos encima, es cuestión de ir hablándolo con él para ver si necesita descansar”, expresó el director técnico. Su caso se evaluará en el día a día. Con seis fechas por delante, Boca se juega el sábado la posibilidad de ratificar el liderazgo que reconquistó en el Monumental. Ya irá con una línea de volantes mermada por las bajas de Erbes, Pérez, Gago y Meli. Es probable que Tevez juegue por detrás de Palacios y Calleri, junto con Cubas, Bentancur y Lodeiro en el medio campo.
Tras el compromiso por la 25a fecha, Boca enfrentará el próximo miércoles a Defensa y Justicia, en Córdoba, por los 4os de final de la Copa Argentina. Es una instancia muy tentadora como para reservar potencial. Tevez ya disputó dos partidos por la Copa Argentina: 71 minutos contra Guaraní Antonio Franco y 86 frente a Banfield, en los que hizo dos goles.
Si bien los resultados marcarán las decisiones a tomar sobre el equipo, el calendario podría ofrecerle a Tevez una pausa dentro de tres jornadas, cuando Crucero del Norte visite la Bombonera.
La predisposición de Tevez para estar siempre es total, pero no al borde de la irracionalidad de arriesgarse a una lesión mayor, que lo saque de la competencia por un lapso prolongado. En ese sentido, su experiencia en Europa lo convirtó en un futbolista responsable y aplicado. Hace unos meses,el arquero Wilfredo Caballero comentó la charla que mantuvo con Tevez durante una concentración en el seleccionado argentino: “Carlitos me contó todo lo que había cambiado y aprendido durante su etapa en Juventus. Se sentía más profesional y líder por haber compartido un vestuario con referentes como Pirlo, Buffon, Chiellini. Todo eso ahora lo está volcando en Boca. También me dijo que cambió su forma de entrenamiento físico y me reconoció que en su primera etapa en Boca tenía privilegios y mimos de crack”.
Entre Juventus, Boca y el seleccionado, Tevez suma 69 partidos en menos de 13 meses, a un promedio de más de cinco encuentros cada 30 días. Las lesiones no lo maltrataron tanto en su última temporada en Italia. Sufrió una inflamación crónica en una de las rodillas y dolores musculares en la pierna derecha durante abril. Nada que le restara continuidad en un equipo que ganó dos títulos y fue finalista de la Liga de Campeones.
Zbigniew Boniek, una gloria del fútbol polaco que ganó todo con Juventus en la década del 80, dijo en una reciente entrevista con el El País, de España: “Con Tevez se fue un fenómeno”. El mismo fenómeno por el que Boca reza para que no se rompa.