El baúl, que mantiene su tapa abierta de lunes a sábado de 9.30 a 12.30 durante la mañana y de 17.00 a 20.30 por la tarde funciona como un depósito de ropa de abrigo. Allí los que desean puedan dejar las prendas que quieran donar y los que necesitan un abrigo lo retiran.
Esta acción solidaria fue impulsada por Maxi, propietario del local de 9 de Julio, que una mañana de sábado en la que se dirigía a trabajar observó un importante número de personas en situación de calle que estaba desabrigada.
Hoy la iniciativa de este santafesino logró una importante repercusión tanto a nivel local como nacional. “La verdad no pensé que iba a ser para tanto, pero fue importante. Sirve hoy en día para ayudar a los que más necesitan. En ocasiones uno tiene que parar un poco y mirar para el costado porque nosotros nos quejamos pero hay gente que la está pasando peor”, contó el comerciante.
La iniciativa nació después de que un sábado el comerciante observó un importante número de personas en situación de calle que estaban desabrigadas.
El panorama que había advertido esa mañana lo impulsó a pensar como podía colaborar con personas que se encuentran en una situación de intemperie y desamparados. En una época en la que el frío empieza a calar más profundo en los huesos.
“Yo tenía un montón de ropa que ya no usaba, ropa del local que a veces no se puede vender y dije: por qué no? Si no me costaba nada”, relató Maxi quien también contó con la colaboración de sus amigos al momento de emprender esta campaña solidaria.
Desde que instaló el baúl en la puerta del local muchas personas acudieron a preguntar si podían colaborar. En ese sentido aclaró que la indumentaria no guarda relación con la edad o sexo y es indistinta, siempre de que sea de abrigo. “Es indistinto, hay prendas de todo tipo y para todas las edades y que aquellos que lo necesiten no pasen frió”, aclaró.
La demanda es importante y no hay día que pase en que alguien no se lleve una prenda. Sin embargo no todo es color de rosa y no falta la “viveza criolla”, lamentó Maxi.
“Es un tema porque no falta la viveza criolla, hay gente uno se da cuenta que no necesita y viene. Se lleva de 4 a 5 prendas, cuando la idea es que se lleven una sola o dos, porque hay mucha gente que necesita”, afirmó.
Indiferente a la repercusión que tomó su baúl de abrigos, el impulsor de esta idea asegura que seguirá con la colecta y que aquellos que deseen colaborar pueden hacerlo acercando sus donaciones al comercio de 9 de Julio 2098. “No tengo pensado sacar el baúl, si llega lleno al verano se pondrá ropa de verano, si en algún momento hacemos una movida solidaria y ponemos alimentos por qué no?”, cerró.
Fuente: Aire de Santa Fe