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Una Argentina con corazón de oro

Una Argentina con corazón de oro

Buenos Aires, Argentina 

Se trata de Agostina Di Stefano, una porteña radicada en la India, lugar en el que ayuda a los niños más carenciados del país asiático.

La aventura inició en el 2014, cuando Agostina decidió junto a su novio Andrés Weisz, miembro de médico sin fronteras, vivir en Nueva Delhi para poder ayudar a  los habitantes de una de las ciudades más pobres del mundo.

Para Di Stefano ayudar nunca fue un problema, cuando vivía en Buenos Aires trabajaba de maestra en escuelas de bajos recursos. Su objetivo era  “hacer sentir mejor a los chicos marginados por su condición social y económica”. “No es que decidí hacer trabajo social porque me sale bien o porque la docencia me llevó a esto. Es que no sé vivir de otra forma. Dedicar mi tiempo y mis conocimientos para ayudar a los que menos tienen es una necesidad. En mi casa, en la calle,  trato de tender una mano a quien pueda”, aclaró la maestra.

Actualmente Agostina trabaja en una organización llamada Motia Kahn en la  que junto a otros extranjeros visitan diariamente a familias de bajos recursos y les ofrecen un desayuno nutritivo, medicina y atención médica.

En noviembre del 2014, la maestra junto con la ayuda de la ONG India Samarpan, construyeron una escuela en  la cual los niños pueden jugar y aprender como nunca antes lo hicieron. La nueva meta: mejorar la escuela y ofrecer charlas para adultos sobre higiene, vacunación y planificación, y para los más chicos promover talleres de danza.

Agostina, que además es madre de Julia (4 años), cuando su pequeña cumplió 1 año de edad, la pareja tomó la decisión de viajar por aquella aventura que les cambiaría aun más la vida. “Salía a pasear con Julia y veía bebés mutilados, hombres y mujeres trabajando en condiciones inhumanas, niños con lepra, polio. Me quería morir.  Tardé un poco mas de un año en sentirme cómoda del todo”, confesó Di Stefano.

A pesar de los sacrificios y de su precaria vida, “es un placer enorme ver cómo niños que nunca habían sostenido un lápiz hoy escriben y leen. Que mujeres oprimidas hoy reclaman sus derechos. Ver a los niños mas sanos, sin pasar frío, contentos y contenidos”, dijo Agostina.

El sueño de la maestra es poder ayudar a más gente que lo necesita, sin embargo su misión termina este 2017. “La idea es no irme muy lejos, para poder volver a visitar el proyecto y encargarme que todo siga marchando bien. India me cambió la vida y ya no puedo existir sin sus costumbres y su idiosincracia”, concluyó la maestra, quien tuvo que tomar esta desición debido a un tema de sanidad.

 

Fuente: (cadenamaxima / En Hora Buena)

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