Un hombre llamado Alexander Tarasov sorprendió esta semana con una proeza digna de un temerario cuando se metió en una bañadera y se cubrió con una gruesa capa de cemento fresco. Pero lo que parecía ser una idea original, divertida y novedosa se convirtió en un motivo de preocupación.
Tarasov trabaja como albañil, así que conoce muy bien las propiedades del cemento. Pero como se aburrió durante una remodelación decidió tomarse un rato para grabar un video que debía ser gracioso, pero terminó con un susto porque le dio dolor de pecho por la presión y el peso del material cuando comenzó a secarse, informó el sitio inglés Daily Mirror.
Para liberarse, Tarasov tuvo que recurrir a una maza y a sus reflejos rápidos, como se puede ver en el clip de Youtube.